"(...) ¿Sigue amenazada la eurozona? ¿Es de los que auguran pocos años a la zona euro?
Bueno, no quiero formar parte de esa corriente
euroescéptica, pero quienes afirman que en la eurozona se camina hacia
la integración bancaria se engañan. Y el problema, no lo olvidemos, es
Italia, que es como diez veces Grecia en términos de deuda. Hasta que no
tengamos la seguridad de que el Banco Central Europeo va a actuar en
épocas de crisis como un banco central normal, no podremos dejar de
pensar que vienen momentos terribles.
La Eurozona vuelve a estar en aguas turbulentas y,
además, de manera innecesaria, porque todo lo que haría falta sería que
el BCE se comprometiera explícitamente a comprar bonos en situaciones de
emergencia. Inglaterra, que estaba mucho peor que la Eurozona en el
momento álgido de la crisis, con un déficit que ridiculizaba al griego,
consiguió estabilizarse comprando bonos…
Los obstáculos son de carácter político: Ben
Bernanke, en la Reserva Federal, demostró que esos cambios se pueden
hacer de manera muy rápida en tiempos de crisis. ¿Pero cuál es el
principal obstáculo? ¡Es Alemania! Alemania dice que el BCE no puede
perseguir inflación moderada y pleno empleo. Para hacer el euro vetaron
ampliar el mandato del banco, y va a ser dificilísimo convencerles.
En el año 2011, todo el mundo: el FMI, EEUU, los
chinos, todos los banqueros, etc., creían que el BCE tenía que comprar
los bonos de los países en mayores dificultades. ¿Y los mercados no
querían precisamente eso también? ¡Si estaban gritando que querían que
el BCE los comprara! Porque es muy difícil ganar dinero de manera
sostenible sin un banco central estabilizando la economía.
Y Angela
Merkel se limitaba a afirmar que el Bundesbank no se lo iba a permitir… Y
lo curioso es quién escribió la constitución de la República Federal
Alemana: los Estados Unidos en 1947, creando el banco central
independiente y este tipo de reglas.
Esta trayectoria por parte del Banco Central Europeo
ha permitido que nazca la ultraderechista AfD, que por supuesto engorda
con la crisis de los refugiados. Y es que hay un ala de la derecha
alemana que se va a desvivir literalmente por que siga habiendo
políticas monetarias únicamente anti inflacionistas, y representan un
riesgo para todo moderado que quiera hacer concesiones. Si el euro
sobrevive, lo hará como lo ha hecho hasta ahora con Mario Draghi, con
operaciones a escondidas y al margen de los mandatos oficiales.
¿Puede ser Italia nuestro Lehman Brothers?
Es muchísimo más. Si entras en contacto con altos
cargos del ministerio de Finanzas alemán te das cuenta de que tienen en
su agenda un espacio reservado a la inminente crisis italiana. Hay una
crisis prevista, y si no se produce ahora, se arrastrará durante años.
Italia necesita unos tipos de interés ínfimos para
ser fiscalmente sostenible; a largo plazo es muy difícil que lo consiga,
porque en cuanto estos superen el 3% se produce el pánico: al volverse
insostenibles, los tipos se disparan, por ejemplo, desde el 2,7% al 6%,
afectando al resto de los países, por supuesto. Por este camino, no se
va a llegar de ningún modo a una situación de estabilidad. (...)
La zona euro, para colmo, es una oligarquía mal organizada,
disfuncional; al menos, con la de los EE.UU. los ciudadanos consiguen
mayores niveles de empleo. (...)" (Entrevista a Adam Tooze, Andrés Villena, CTXT, 17/10/18)
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