"La actual construcción es irreformable sin ruptura, pero el miedo
de los progresistas al nacionalismo paraliza todo propósito y alimenta
lo que quiere evitar
La cuestión de la UE divide y lastra a las fuerzas progresistas
europeas hasta la impotencia. ¿Por qué? Por un lado cada vez se acepta
más el hecho de que, por lo menos desde los años noventa, la UE se
construyó y se concibió como la franquicia de la mundialización
neoliberal en esta parte del mundo. (...)
Esos tratados, que nadie ha votado, son prácticamente inamovibles
porque cualquier cambio exige el voto de todos los Estados miembros,
algo prácticamente imposible. Cualquier proyecto de transformación choca
con los tratados. Los tratados blindan la política y las instituciones
del neoliberalismo en Europa, porque colocan a esa política y a esas
instituciones fuera del alcance del parlamentarismo y de la soberanía,
es decir fuera de la democracia.
Esta estúpida y retrógrada construcción de cemento alemán no tiene marcha atrás. (...)
Así que para cambiar las cosas y hacer posible una política social en
los estados europeos, es necesario romper la actual arquitectura
germana de la UE. Reforma aquí es igual a ruptura. Y ahí es donde nos
topamos con la Iglesia.
La sacralización de la UE, factor de su desintegración
Para un gran sector de la progresía europea, romper la UE es anatema.
La UE está sacralizada. No ya romperla, sino únicamente criticarla es
hacerle el juego a algo a lo que esa progresía le tiene mucho más miedo
que al neoliberalismo: el nacionalismo, generalmente capitalizado por la
extrema derecha, xenófobo y ultramontano que nos trae ecos de la Europa
parda de Estados enfrentados entre sí de los años treinta.
Antes que
apuntarse al soberanismo, que es nacional-estatal, porque ese es el
marco de la única democracia (de baja intensidad) que tenemos y
enfrentarse a la UE, esa progresía, por miedo a ese espectro, prefiere
seguir comulgando, como dice Frederic Lordon, con el internacionalismo europeísta,
es decir, “el internacionalismo de la empresa, de la economía
neoliberal, de la moneda, del comercio y de las finanzas”, en otras
palabras: con todo aquello que ha deteriorado la vida de la mayoría
social en las últimas décadas. (...)
Este temeroso alineamiento con el neoliberalismo y sus autopistas
institucionales europeas de la progresía mediática y política,
generalmente acomodada, es lo que ha hecho que las clases populares
desfavorecidas huyan como de la peste de los discursos de la izquierda
europeísta y de su (neo) liberalismo social que va en el mismo paquete.
No es que los de abajo se hayan vuelto locos.
Lo que pasa es que esto
dura ya muchos años, que ya hay una experiencia vivida que ha generado
alergias masivas a esa mezcla de avalar la degradación socioeconómica y
potenciar cuestiones de género e identidad para compensar lo anterior
que está en el discurso progresista-europeísta. Así que muchos
antiguos votantes de la socialdemocracia o bien no votan, o bien lo
hacen, cabreados, por opciones que venden rupturas, aunque sea por la
puerta falsa. (...)
Todo esto tiene diversas concreciones y lecturas en diferentes
países. Ahí está buena parte de la explicación del Brexit, de la Hungría
de Orban, de la intoxicada Polonia, del extraordinario auge que el
Frente Nacional experimenta desde hace tantos años en Francia, de que el
cinturón rojo de Barcelona se haya pasado a Ciudadanos, o del éxito
general que se vaticina a la nueva ultraderecha en España -Cataluña
carlista incluida- sin ir más lejos. Pero si hay que hablar de
tendencias generales, yo diría que la sacralización de la Unión Europea
para protegerla de la crítica, es cada vez más insoportable para más
gente.
¿Cómo solucionar esto? ¿Qué tiene que hacer la izquierda para afirmar
un europeísmo que valga la pena, que no sea una estafa neoliberal, que
no le obligue a comprar en el mismo paquete a Erasmo, Dante con el Banco
Central Europea, Goldman-Sachs y la creciente desigualdad? ¿Es posible
una reforma social en la UE sin salir del corsé de la moneda única? ¿Es
posible una reforma social de la UE, sin que Alemania y otros
beneficiarios del euro, rompan el club?
Muchas preguntas y una sola
certitud: continuar así, avalando el europeismo sacralizado, es seguir
alimentando la Europa parda. El razonable miedo de la progresía europeísta
a la extrema derecha, solo puede engordar a la bestia. ¿Qué aportará a
esta paradoja una nueva crisis como la del 2008, que muchos observadores
ya consideran ineludible?
Había una vez un circo
A falta de respuestas, el establishment y sus papagayos
mediáticos señalan al culpable: Rusia. La mayor noticia falsa de los
últimos años, la elección de Donald Trump como consecuencia de la
injerencia rusa, no solo se impone cuando aún está húmeda la anterior
(las armas de destrucción masiva de Sadam Hussein), sino que crea
escuela en Europa.
La estupidez complotista alcanza niveles grotescos y
afecta a los máximos líderes europeos. Merkel y Macron advierten de la
injerencia rusa en las elecciones europeas, pese a que su teléfono no
está controlado por el Kremlin sino por la NSA y pese a que el único
embajador que flirtea descaradamente en Berlín con los fachas de la Alternative für Deutschland
y se inmiscuye abiertamente en la política local es el de Estados
Unidos.
Macron suelta que Moscú manipula a esos “chalecos amarillos” que
ya han invalidado la posibilidad de toda política socialmente regresiva
en Francia bajo el actual presidente (por eso sostengo que Macron está
acabado, incluso si gana las europeas). (...)
Lo de menos es que los periodistas hayan perdido el miedo al ridículo.
Lo peor es que, en toda Europa, toda esta estupidez va de la mano de un
rearme militar muy serio con incremento de las tensiones bélicas,
incluidas las nucleares.
Todo esto avisa que la próxima crisis tendrá un
marco de tensión internacional que apenas existía en la anterior crisis
de 2007/2008. ¿A quien le importan las elecciones europeas en medio de
este quilombo?" (Rafael Poch, blog, 06/03/19)
Como alternativa a la salida de España del euro... europeseta electrónica de circulación interna:
Existe una descripción con mucho humor, de economía-ficción, sobre los beneficiosos efectos que se producirían si en Italia, el gobierno impusiera una moneda digital (allá por el 2020), para salir de la quiebra económica y política a la que la permanencia en el euro habría llevado al país. El objetivo se conseguiría rápidamente.
Los únicos perjudicados, los especuladores de la deuda. Ver: J. D. Alt: ‘Europa, 2020: una ucronía iluminadora’. http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5467 )
Los artículos de Juan José R. Calaza, Juan José Santamaría y Juan Güell muestran con gran claridad las ventajas de una europeseta electrónica de circulación interna:
Existe una descripción con mucho humor, de economía-ficción, sobre los beneficiosos efectos que se producirían si en Italia, el gobierno impusiera una moneda digital (allá por el 2020), para salir de la quiebra económica y política a la que la permanencia en el euro habría llevado al país. El objetivo se conseguiría rápidamente.
Los únicos perjudicados, los especuladores de la deuda. Ver: J. D. Alt: ‘Europa, 2020: una ucronía iluminadora’. http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5467 )
Los artículos de Juan José R. Calaza, Juan José Santamaría y Juan Güell muestran con gran claridad las ventajas de una europeseta electrónica de circulación interna:
- Para entender la europeseta electrónica. Qué es y, sobre todo, qué no es. Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2012/12/02/entender-europeseta-electronica/720458.html
- Para salir de la crisis sin salir del euro: España
debe emitir europesetas (electrónicas). Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2011/11/27/salir-crisis-salir-euro-espana-debe-emitir-europesetas-electronicas/601154.html
- Las europesetas electrónicas, complementarias al euro, estimularán el crédito sin efectos colaterales perversos. Enlace: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=165815
Juan Torres insiste en que es necesario emitir una moneda complementaria al euro. Sus artículos:
- Marear la perdiz. Enlace: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/02/08/andalucia/1360327224_588117.html
- Hay alternativas, incluso dentro del euro.
Enlace: http://juantorreslopez.com/publicaciones/hay-alternativas-incluso-dentro-del-euro/ mmmm
Más información en: 'Si Grecia, España, o Andalucía emitiesen una moneda digital, respaldada por la energía solar instalada en sus tejados, alcanzarían la soberanía financiera. La de dar créditos a familias y empresas': http://comentariosdebombero.blogspot.com.es/2014/06/si-una-autonomia-o-una-gran-ciudad.htm
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