""Estaba en mi consulta con la gente esperando y de repente se levantó un
señor y dijo 'aquí no pasa nadie más hasta que pase mi madre'. Me pegó
un empujón, me insultó y cuando le dije que llamaba a la policía, me
dijo '¡la policía soy yo!'. Presenté denuncia y condenaron al agente
jubilado a un año y un mes de cárcel".
El episodio que vivió un médico que pide el anonimato hace cuatro años en un centro de salud de Badajoz es uno de los brotes de violencia que cada año sufren los profesionales de la sanidad.
Son miles, de menor a mayor intensidad, desde insultos a palizas, pero
cada vez ocurren con más frecuencia o al menos se denuncian más.
El
pasado año se produjeron 6.384 "situaciones violentas", de las que 954
fueron agresiones físicas, el 70% a mujeres, según los datos
preliminares del primer Informe Estadístico de Agresiones en el Ámbito
Sanitario. (...)
Esta violencia se da sobre todo sobre
las mujeres (70%). Se concentra en las consultas (el 28%), las oficinas
para la petición de citas (15%) y Urgencias (13%). La
edad media de los profesionales agredidos se sitúa entre los 35 y los
55 años y un 70% de los agresores son hombres, sobre todo pacientes
(60%).
"En los casos restantes, los responsables de la agresión son los familiares u otros acompañantes", según el sindicato CSIF, que adelanta los datos de este primer registro de agresiones a nivel nacional, que en su mayoría "se
producen porque el paciente está disconforme con la atención recibida
(en un 50% de los casos), aunque también se dan por la gestión
administrativa u otras razones ajenas a la atención sanitaria". (...)
La OMC y el
sindicato de enfermería SATSE achacan los ataques a los recortes, que
han multiplicado las listas de espera y deteriorado la gestión de las
urgencias y la atención primaria, foco de tensiones donde los pacientes
se irritan a la mínima y culpabilizan a los profesionales de las grietas
del sistema.
“La falta de profesionales en atención primaria tiene a la gente
crispada. Si el paciente en vez de esperar siete horas espera una, su
talante y agresividad será menor frente al médico”, opina Carlos
Camacho, responsable de prevención del Sindicato Andaluz de Médicos en
Málaga, provincia que suele liderar los indicadores de ataques en esta
comunidad.
“Los pacientes están cada vez más disgustados, solo hay que
ver las manifestaciones en la calle por la atención primaria y el
déficit de médicos con la masificación de las consultas”, rubrica José
Alberto Becerra, coordinador del Observatorio Nacional de la OMC. “Los
recortes y las esperas prolongadas agudizan la crispación y generan
frustración”, remata Verónica Díaz, del sindicato de enfermería SATSE en
la Comunidad de Madrid. (...)
¿Cómo pierden los papeles los pacientes hasta atacar a médicos,
enfermeros, auxiliares o celadores? “Son cuestiones banales que la gente
tolera mal. Detrás de cada caso hay un ‘no’ o un ‘luego’ en un
porcentaje aplastante”, detalla Galache. En la bancada de enfrente, el
abogado Javier Saldaña censura que estas agresiones “están
sobrepenadas”.
“Te pueden pedir hasta dos años de cárcel en casos sin
agresión física, ni un solo arañazo, y ni un día de baja del médico. Hay
que ponerse en el lugar del paciente cuando por ejemplo ha habido una
muerte cercana”, ejemplifica el letrado. Desde 2015 agredir a un profesional sanitario sale más caro, ya que el delito de atentado es contra una autoridad
y puede acarrear hasta cuatro años de cárcel. El jueves, día mundial
contra las agresiones a sanitarios, se pidió que los de la sanidad
privada contaran con la misma consideración.Pero ese blindaje no ha
frenado los ataques. (...)
El pasado junio en Camarena (Toledo) un paciente atacó con una barra de
hierro en la cabeza a un médico y ocho meses después se mantiene en
estado crítico. Puede ser la segunda víctima mortal desde la doctora
fallecida en Murcia hace una década. El camino por recorrer es muy
vasto, coinciden los profesionales sanitarios." (Javier Mrtín-Arroyo, El País, 14/03/19)
No hay comentarios:
Publicar un comentario