"(...) En los últimos meses se han sucedido en la opinión pública pronósticos alarmistas sobre una futura recesión y/o desaceleración económica. A su juicio: ¿Cuáles considera que son las principales causas de esta pronunciada recesión? ¿Que síntomas la anticipan?
Distinguiremos entre causas estructurales, y causas coyunturales.
La causa estructural de la situación actual de pronunciada recesión es el sistema de gobernanza dominante,
el Neoliberalismo. James Montier, estratega jefe de GMO, en
colaboración con Philip Pilkington, de la Kingston University,
publicaron dos piezas fundamentales, claves para entender lo que está
pasando desde una perspectiva distinta.
Por un lado, Six Impossible Things Before Breakfast , y, por otro, sobre todo, The Deep Causes of Secular Stagnation and the Rise of Populism.
Cuando hurgamos la raíz del problema nos encontramos con un sistema
roto de gobernanza económica, denominado “neoliberalismo”, surgido a
mediados de la década de 1970 y que se caracterizó por cuatro políticas
económicas significativas, basadas en hipótesis poco realistas:
1º.- El abandono del pleno empleo como objetivo político deseable y su reemplazo por objetivos de inflación.
2º.- Un aumento en la globalización de los flujos de personas, capital, y comercio.
3º.-
Un enfoque empresarial basado en la maximización del valor para los
accionistas en lugar de la reinversión y el crecimiento económico.
4º.- La búsqueda de mercados laborales flexibles con la disrupción de sindicatos y trabajadores.
Bajo
este marco, la visión ortodoxa sobre el estancamiento secular adopta
dos perspectivas distintas: o bien el estancamiento secular es causado
por una situación en la que el tipo de interés real tiene que ser
negativo para generar una vuelta al crecimiento (explicación desde el
lado de la demanda); o bien algo no funciona desde el lado de las
fuerzas que determinan la productividad en la economía (explicación
desde el lado de la oferta).
Pero
además hay motivos concretos asociados a la respuesta que se dio a la
crisis. Se rescataron bancos a costa de contribuyentes y no de
acreedores; no se hizo un jubileo de deuda; se permitieron bancos
demasiado grandes para quebrar; y la financiarización ha ido en aumento.
Si a eso unimos la preferencia de la ortodoxia de usar medidas de
oferta para reactivar la demanda y la política monetaria para luchar
contra la inflación y/o reactivar el ciclo, tenemos una combinación
perversa. Abandonaron conscientemente por motivos ideológicos el uso de
la política fiscal para salir de la crisis. En algunos casos fue mucho
peor, se implementó en plena recesión de balances privados un ajuste
fiscal y devaluación salarial perversos.
Por lo tanto la situación actual es heredera de no haber hecho lo correcto en su momento.
Los
síntomas de agotamiento son claros. Los problemas de desigualdad,
pobreza, deuda, ausencia de inversiones productivas, precariedad,
fragilidad financiera… no solo no se han corregido sino que se han
aumentado.
Para entender cuando se activará de nuevo una crisis global
sistémica, hay que identificar donde hay una burbuja en la actualidad. Y
esta se encuentra en la deuda corporativa de las empresas no
financieras. Esta nueva burbuja además es sutil porque se ha ido formado
fuera de los balances bancarios, con fuerte apalancamiento
En
el momento de su estallido, has anticipado que el stablishment tratará
de optar porque la ciudadanía pagué las consecuencias, lo que evidencia
que los principales actores de nuestra política económica no sólo se
caracterizan por una “incompetencia estructural” sino que por una “defensa de los intereses de la superclase” . ¿Qué escenarios se abren para enfrentarla y cuál considera que debe ser defendido?
El sistema de gobernanza, el Neoliberalismo, está agotado. Si
no hay un cambio de rumbo hay muchas posibilidades de que el sistema
siga adelante, independientemente de su disfunción, hasta que se
descomponga. Se trataría, si al final es así, de una huida hacia
adelante.
Pero también es cierto que dentro del sistema, aunque pocas,
existen voces que piden un cambio tendente a una mejora de las
condiciones de vida de la mayoría de la ciudadanía que ha visto
disminuir sus salarios y sus condiciones de vida mientras las
perspectivas para sus hijos empeoran.
Es necesario una enmienda a la
totalidad. Hemos de abandonar los pilares básicos del Neoliberalismo.
Hemos de reformar completamente el sistema financiero internacional.
Hemos de disminuir el tamaño de los bancos. Se debería vover a una nueva
Glass-Steagall. Debería haber un reseteo con la deuda global, un
jubileo. Se debería afrontar el cambio climático como una oportunidad
para todos, no como una nueva excusa donde unos pocos extraen rentas y
socializan pérdidas. (...)" (Entrevista a Juan Laborda, Nicolás Filgueiras González. A Xanela, 29/11/19)
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