"(...) “Todo el modelo económico debe ser repensado, de manera más equitativa y sostenible después de la pandemia”, señaló Piketty. (...)
El economista francés habla de un “socialismo participativo” cuyo
objetivo es realizar una transformación radical del modo de producción
capitalista y de su régimen de la propiedad, que debería transformarse
en una “propiedad social y temporal que también puede requerir también
una reforma constitucional”.
En esta perspectiva, el tan comentado
regreso del estado de bienestar a la escena adquiere una connotación
política precisa. Piketty considera que se trata de transformar el
antiguo Estado de bienestar restableciendo una fiscalidad equitativa y
un régimen financiero internacional para que los más ricos y las grandes
empresas puedan contribuir en la medida de lo necesario. (...)
En los primeros meses de la
nueva crisis, el Estado se utilizó en todo el mundo como asegurador
contra los daños de la pandemia a la salud, a las empresas y a los
trabajadores autónomos. ¿Es suficiente para reducir las desigualdades
del pasado y otras que se producirán mañana?
La
crisis económica y social provocada por la emergencia sanitaria mundial
demuestra la violencia de las desigualdades sociales y la necesidad de
cambiar el sistema económico. La seguridad social puede ayudar a
amortiguar el shock, y su ausencia puede exacerbar la crisis, como está
ocurriendo hoy en los Estados Unidos. Pero no será suficiente: todo el
modelo económico debe ser revisado, de una manera más equitativa y
sostenible.
¿Por qué cree que es necesaria una reforma fiscal progresiva de los impuestos sobre la renta y el patrimonio?
La
fiscalidad progresiva es una de las instituciones que ha contribuido a
reducir las desigualdades en las sociedades ricas a lo largo del siglo
XX, garantizando al mismo tiempo su prosperidad. En los Estados Unidos,
el tipo impositivo aplicado a los ingresos más altos fue, por término
medio, del 82% entre 1930 y 1980, lo que no impidió la prosperidad, sino
todo lo contrario. En los años 80, Reagan estableció la tasa a más del
28% con la esperanza de estimular la innovación y el crecimiento.
Como resultado, la desigualdad explotó, los multimillonarios prosperaron. Y el crecimiento se ha reducido a la mitad: 1,1% anual de crecimiento de la renta nacional per cápita entre 1990 y 2020, frente a 2,2% entre 1950 y 1990 y 2,1% entre 1910 y 1950. Históricamente, la prosperidad viene de la educación y la igualdad, no de una búsqueda desenfrenada de desigualdad y de agotamiento de los recursos.(...)
Como resultado, la desigualdad explotó, los multimillonarios prosperaron. Y el crecimiento se ha reducido a la mitad: 1,1% anual de crecimiento de la renta nacional per cápita entre 1990 y 2020, frente a 2,2% entre 1950 y 1990 y 2,1% entre 1910 y 1950. Históricamente, la prosperidad viene de la educación y la igualdad, no de una búsqueda desenfrenada de desigualdad y de agotamiento de los recursos.(...)
También hablas de “una renta de
120 mil euros para todos” y el establecimiento de un ingreso
básico. ¿Cómo construir una alianza capaz de apoyar la lucha política
que será necesaria para construir el “socialismo participativo”?
Para
empezar, creo que es importante hablar sobre el sistema económico que
queremos. Después de la caída del comunismo, dejamos de pensar en otro
sistema. Pero esto es esencial hoy si queremos salir de las
desigualdades sociales y climáticas producidas por el hipercapitalismo.
El «socialismo participativo» que apoyo se apoya en tres pilares
esenciales: la justicia educativa, que es real y verificable; el reparto
del poder a través de nuevos derechos de voto para los trabajadores en
las empresas; y la circulación permanente de la riqueza, con un impuesto
progresivo sobre el patrimonio y las sucesiones. Actualmente, en Italia
o Francia, el 50% más pobre tiene solo el 5% del total de activos
inmobiliarios, financieros y profesionales, contra casi el 60% para el
10% más rico y casi el 25% para el 1% más rico.(...)
Si hoy no podemos demostrar a la
opinión pública europea que podemos movilizar al menos tantos recursos
para luchar contra Covid-19 y poner en marcha otro modelo de desarrollo,
entonces corremos el riesgo de un divorcio dramático y potencialmente
fatal para la construcción de Europa."
La transformación que deseabas no tuvo lugar después de la crisis de 2008. ¿Por qué debería tener lugar en 2020?
La
crisis de 2008 se resolvió imprimiendo mucho dinero para salvar a
bancos y banqueros. El balance del Banco Central Europeo pasó del 10%
del PIB antes de la crisis a más del 40% del PIB. Esta política ha
evitado una depresión generalizada, pero también ha llevado a un aumento
en los precios de las propiedades y las bolsas de valores y al
enriquecimiento de los más ricos, sin resolver los problemas
fundamentales de la economía real (falta de inversiones, aumento de las
desigualdades, cambio climático).
(Entrevista a Thomas Piketty, Sin Permiso, 19/06/20; fuente: Il Manifesto, 09/06/2020)
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