"Pensamos que la crisis del coronavirus requiere de una respuesta coordinada a nivel internacional”, reza la web TasaCovid.org,
lanzada para promover esta campaña, denunciando que la Unión Europea y
el mercado común han demostrado ser incapaces de coordinar una respuesta
sanitaria y una política económica que responda a la situación de
emergencia social.
Y proponen que, en el caso de no haber acuerdo del
conjunto de los Estados, “esta tasa puede coordinarse entre los países
que así lo decidan, sin esperar al acuerdo de los 27 o un acuerdo entre
varios gobiernos”.
La campaña ha sido lanzada simultáneamente en
España, Portugal, Italia, Portugal, Bélgica, Francia y Suiza.
Entre los
firmantes (...)
activistas como Éric Toussaint, portavoz de CADTM international, o la
politóloga Susan George.
“Queremos contribuir al cambio de modelo productivo que Europa necesita,
adaptándonos a los objetivos sociales y ambientales que precisan las
clases populares y el planeta. Por eso proponemos la coordinación entre
Estados con el fin que apliquen la lógica del bien común para cuando
tengamos una vacuna contra el covid-19”, ha declarado Miguel Urbán.
Cuatro tasas covid de emergencia
La propuesta lanzada
constaría de cuatro tributos distintos que serían aplicados por los
países y recaudados por sus haciendas locales, ya que las instituciones
europeas no tienen competencias para recaudar impuestos basados en la
renta o el patrimonio. “La horquilla de recaudación es inmensa”, explica
a El Salto Miguel Urbán, “pero calculamos que se podría recaudar en
torno a 1,5 billones de euros, el doble de lo que está proponiendo ahora
la Comisión Europea”.
El primer impuesto sería sobre las
ganancias empresariales. La propuesta sería un gravamen del 3% a los
beneficios superiores a cinco millones de euros obtenidas en el conjunto
de Estados miembro por la facturación y actividad económica realizadas
en los mismos.
Una segunda tasa se aplicaría a la riqueza. En concreto, proponen un
impuesto del 3% a los patrimonios superiores a un millón de euros, un
punto mayor que la propuesta realizada por Unidas Podemos. La tasa se
incrementaría hasta el 5% para los patrimonios que superen los cinco
millones de euros. Para cuantificar el patrimonio de las personas
gravadas, se tomarían los valores de mercado a cierre de 2019.
La
tercera propuesta apunta a los fondos de inversión y sociedades
patrimoniales, como el caso de las Sicav. Se aplicaría un impuesto
directo del 3% del patrimonio total de dicho fondos. El cuarto impuesto
gravaría con un 3% el valor de mercado de todos los importes
patrimoniales transferidos por las personas jurídicas y de un 2% sobre
el valor de mercado los importes patrimoniales transferidos por las
personas físicas partir de un millón de euros.
Las reivindicaciones de la campaña y de las personas firmantes no se
quedan en lo fiscal. En su web, también exigen decir “no al chantaje de
la deuda”. Para ello, piden que el “Banco Central Europeo (BCE) cancele
todas las deudas de los Estados miembros destinadas a luchar contra las
causas y los efectos de la pandemia o en su defecto su transformación en
‘deuda permanente’ desvinculada de los presupuestos actuales”. Mientras
tanto, como una forma de presión para esta medida se lleve a cabo,
proponen “el impago unilateral por parte de los Estados, así como una
auditoría ciudadana del conjunto de la deuda con vistas al repudio de la
parte ilegítima”.
Esa supuesta independencia del BCE y el Tratado
de Maastricht que impide que el organismo pueda financiar directamente a
los Estados, junto a otras políticas como el techo de déficit, son
“camisas de fuerza de las políticas neoliberales” parte de una “política
neoliberal constitucionalizada” incapaz de afrontar la pandemia y “un
impedimento para darle la vuelta a Europa”. (...)" (Yago Álvarez, El Salto, 11/06/20)
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