No le estoy llamando miserable. Su aportación, la de Podemos, ha impedido que este pais fuera a parar al Tercer Mundo tras la pandemia. Las medidas tomadas son históricas, y empiezan a marcar un camino de salida a la sociedad española, tras las destrucciones del rescate de Rajoy... aumentadas por la pandemia.
Por eso sorprende esa comparación. Sorprende equiparar el sufrimiento de las personas que lo perdieron todo por defender la democracia, la escuela, el pan y la libertad con las armas en la mano... y contra el mundo.
La vida de Puigdemont no peligra, nadie le va a robar su casa o sus bienes... su mujer no será rapada, violada y paseada por Girona, entre insultos de los fascistas.
Es indignante sepultar de esta manera desgraciada nuestra memoria histórica.
Sorprende la comparación de Puigdemont, por ejemplo, con Azaña... no se le habría ocurrido a ningún demócrata... y usted lo es, sin duda... por eso sorprende...
Puigdemont está en la cárcel por intentar convertir a los charnegos en ciudadanos de segunda clase.
Después del asalto al Capitolio instigado por Trump, todo está más claro... el asalto de Puigdemont, y compañía, a las instituciones democráticas responde al mismo estilo, el del fascismo.
Por eso sorprende...
Armando Frdz Steinko @asteinko
yo también tengo parientes exiliados, querido Pablo, y me revuelve las tripas tu declaración: he perdido toda confianza en tu capacidad política después de oírte decir eso y creo que simplemente no sabes lo que estás hablando: ¿síndrome de estocolmo frente a los indepes?
11:04 a. m. · 21 ene. 2021
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Armando Frdz Steinko @asteinko
Me avergüenzo de la comparación entre Puigdemont y los exiliados republicanos. El que más se parece es Franco si hubiera perdido la guerra
10:56 a. m. · 21 ene. 2021·Twitter Web App
No @PabloIglesias. Comparar a Puigdemont con los exiliados republicanos es injusto y falaz. Mis padres huyeron del franquismo. Mi padre murió sin poder regresar y sus 7 hijos nacimos en Francia. Una dictadura nada tiene que ver con la democracia por muy imperfecta que sea.
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No les voy a cansar. Pero confieso que el cabreo no me baja. “No comparto su propuesta, pero me parece muy noble y valiente que se complicaran su vida por esas ideas”. Ahora imaginen al señor Iglesias diciendo eso de Alfonso Armada, Antonio Tejero... o los asaltantes al Capitolio
1:29 p. m. · 18 ene. 2021
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Enric Juliana Ricart @EnricJuliana
Pablo Iglesias sale en auxilio de Carles Puigdemont en el momento más patético de la política catalana. Quizás Palmiro Togliatti, conocido por su astucia, sabría interpretarlo. ¿Tendrá reciprocidad esa ayuda? Desde el más allá, Togliatti lo pone en duda.
1:23 p. m. · 18 ene. 2021
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“Pablo Iglesias tiene que pedir perdón al republicanismo español”. Asociaciones de memoria e historiadores censuran al vicepresidente del Gobierno por comparar a Puigdemont con los exiliados del franquismo.
Casi medio millón de españoles cruzaron la frontera a Francia en los tres primeros meses de 1939, durante la Guerra Civil. Así comenzaba un largo éxodo para decenas de miles de personas que huían de Franco, esto es, de los consejos sumarísimos, la cárcel, los fusilamientos y las fosas comunes. Muchos de ellos acabaron en campos de concentración nazis.
Tras proclamar de forma unilateral la República catalana, Carles Puigdemont huyó a Bruselas en 2017. Fugitivo de la justicia española, que ha condenado y encarcelado a otros líderes del procés, vive en una mansión en Waterloo. El pasado domingo, el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, comparó en el programa Salvados, de La Sexta, ambas situaciones. Puigdemont, respondió, es como los exiliados del franquismo, un hombre que “se ha jodido la vida por sus ideas”. La comparación ha indignado a familias de exiliados y colectivos de memoria.
“Me quedé impresionada al oírlo. Sin entrar a juzgar a Puigdemont, que por otro lado viene de la burguesía catalana, ¿cómo es posible que un vicepresidente del Gobierno equipare el sufrimiento del republicanismo español, que sufrió un atentado contra un Gobierno legítimo, y todo lo que provocó ese éxodo masivo, los campos de concentración y exterminio, el dolor de tantas familias, con ese señor? ¿Cómo puede un vicepresidente comparar la Guerra Civil y la dictadura con la democracia?”, pregunta, enfadada, Dolores Cabra, historiadora y secretaria general de la Asociación Guerra y Exilio.
“Lo mejor de la intelectualidad española, del arte, de la medicina, de la ciencia, de la poesía... se tuvo que ir de su propio país. Comparar la situación de Puigdemont con el exilio republicano es un insulto. Tiene que pedir perdón”. Sus grupos de WhatsApp echaban humo este domingo. “La gente está muy enfadada y el asunto se va a tratar en las reuniones periódicas que tenemos los diferentes colectivos memorialistas”, anuncia. (...)
Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), censura también las declaraciones de Iglesias: “Cualquier comparación entre el Estado del que se fue Puigdemont y la España de la que huyeron los republicanos es desafortunada. La violencia del franquismo no se debe relativizar porque asesinó física y civilmente a millones de personas”.
Julián Casanova, catedrático de historia contemporánea, pide al vicepresidente “seriedad y perspectiva histórica”. “450.000 personas, de ellas, 170.000 ancianos, mujeres y niños, tuvieron que pasar a Francia en el primer trimestre de 1939 y muchos terminaron en campos de concentración. Ese era el resultado de la victoria incondicional de Franco. Hay que tener un respeto hacia eso”, afirma.
“El exilio español es un gran éxodo, un desplazamiento forzoso
que tiene como origen las políticas de exclusión y violencia del
franquismo. Esa gente huye porque si se queda le espera la tortura, la
cárcel o la muerte. El exilio es la memoria del dolor, del desasosiego,
de la pérdida de sus casas de muchas personas de este país y no se puede
comparar con alguien que vive cómodamente en la Unión Europea. Cuando
se utiliza la historia para adaptarla a la política del presente, o la
conoces o estás manipulándola. Esa comparación es una falta de
sensibilidad hacia un legado que debería conocer especialmente viniendo
de la izquierda”." (Natalia Junquera, El País, 18/01/21)
"Iglesias se queda solo al comparar a Puigdemont con el exilio republicano.
(...) Tres asuntos con los que Pablo Iglesias se siente cómodo hablando —Carles Puigdemont, el rey emérito y el exilio republicano— le han puesto esta vez en un aprieto. El vicepresidente segundo estaba tratando de diferenciar la fuga del expresident de la Generalitat “por sus ideas políticas” de la salida de Juan Carlos I de España “por supuestamente haber robado dinero” en una entrevista en La Sexta este domingo cuando saltó la polémica.
—¿Considera realmente a Puigdemont un exiliado, como se exiliaron muchos republicanos durante la dictadura del franquismo? ¿Los puede comparar?
—Pues lo digo claramente, creo que sí. Y eso no quiere decir que yo comparta lo que hiciera.
Uno de los primeros en afear este lunes al vicepresidente su comparación fue el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page (PSOE), al considerar sus palabras “absolutamente inadecuadas”. Más dura se mostró la viceprimera secretaria del PSC, Eva Granados, que a través de Twitter aseguró: “¿Huir de la justicia de un Estado de Derecho después de quebrar la ley (y la sociedad) es igual que los republicanos huyendo del horror del franquismo? ¿Pero de qué va Podemos?”.
En la misma línea se manifestó el teniente de alcalde Barcelona, Jaume Collboni (PSC): “Puigdemont huyó de la Justicia tras quebrar el Estado de Derecho contra la voluntad de la mayoría de ciudadanos. Los exiliados republicanos escaparon de una dictadura impuesta tras un golpe militar. Los populismos siempre tratan de reescribir la historia. No lo permitamos”.
Las palabras de Iglesias no sentaron bien en el PSOE, su socio de Gobierno. Aunque no habrá una protestas formal, la comparación entre Puigdemont y el exilio republicano quedará subrayado con trazo grueso en la lista de agravios entre el PSOE y Unidas Podemos.
Los dirigentes y parlamentarios socialistas con los que ha hablado este periódico se dividen entre quienes ponen el énfasis en “el insulto” al exilio republicano y quienes consideran descabellado dar al político catalán la condición de exiliado y colocar, por tanto, a España entre los países cuyos ciudadanos tiene que huir por ausencia de libertades. (...)" (Inés Santaeulalia , Anabel Díez , El País, 18/01/21)
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