Lo que el Gobierno consideraba el miércoles 12 de mayo un "buen plan de ajuste" que no había que acelerar, apenas servía el viernes 14 y ya es un pasado remoto el domingo."Fue una semana negra que nos sorprendió a todos", recuerda un colaborador del presidente.
"Desde el lunes sufrimos los ataques consistentes de los mercados financieros, y el miércoles, Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo, acabó de hundirnos con unas declaraciones contrarias a la compra de títulos de deuda pública que generó mucha inquietud. La Bolsa reaccionó muy mal. (...)
Elena Salgado libra una batalla capital con el resto de ministros de Economía. "Querían que recortáramos 30.000 millones de euros más entre 2010 y 2011. Pero Salgado", cuenta un compañero, "se defendió bien y al final el compromiso fue 5.000 millones este año y 10.000 el próximo".
A primera hora de la tarde del domingo, el recorte extra que acepta España para acelerar la reducción de su déficit ya circula como noticia, pero todavía siguen las negociaciones en el Ecofin, que concluyen de madrugada con un acuerdo para movilizar hasta 750.000 millones de euros en defensa de la Unión Monetaria y de las economías de la eurozona.
Tras horas de máxima tensión, los gobiernos de los países europeos acuerdan dotarse de un escudo colosal para ahuyentar a los tiburones que huelen la sangre de los países con números rojos en sus cuentas públicas." (El País, Domingo, 16/05/2010, p. 2)
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