"Hace unos días, los mismos cien economistas (...) que hace unos meses absorbieron la atención de los medios con sus propuestas de abaratar el coste del despido en España, han hecho otra propuesta que, reflejando la misma sensibilidad neoliberal, afectará también de una manera muy notable –empeorándola- la calidad de vida de las clases populares y, muy en especial, de los pensionistas. (...)
¿Dónde está el problema?
Uno de los argumentos repetidos ad nauseum es que el número de trabajadores cotizantes por pensionista irá descendiendo haciendo inviable el sistema. Veamos dónde está el error de esta tesis. Y para ello, vayamos a una actividad económica, la agricultura, que ilustra donde se encuentra aquel error. Hace cincuenta años, el 30% de la población activa en España trabajaba en la agricultura alimentando a toda la población española.
Hoy sólo el 3% trabaja en la agricultura y, como consecuencia del enorme aumento de la productividad, los trabajadores agrícolas producen más alimentos que hace cincuenta años, de manera tal que el estado incluso les subvenciona para que no produzcan más.
En vista de esta situación, es fácil ver lo absurdo que hubiera sido si hace cincuenta años algunos economistas hubieran alarmado a la población, indicando que la predecible bajada del número de trabajadores en el campo significaría que dentro de cincuenta años no habría suficientes trabajadores agrícolas para alimentar a la población y, como resultado, la gente moriría de hambre.
El enorme fallo de aquellos argumentos alarmistas es que sus proponentes olvidaron el crecimiento de la productividad y el impacto que tal crecimiento tendría en la producción del alimento por trabajador. Hoy un trabajador agrícola hace lo que hacían diez trabajadores hace cincuenta años.
Y es probable que en cincuenta años, a partir de ahora, se produzca al menos diez veces más, pues el crecimiento de productividad históricamente ha sido muy acentuado.
Saque el lector ahora el nombre de alimentos y ponga pensiones. (...)
Se dice que, puesto que ahora se necesitan tres trabajadores por pensionista, al incrementar el número de pensionistas, dentro de cincuenta años tendremos sólo un trabajador por pensionista, lo cual es insostenible, ignorando que en 2060, consecuencia del incremento de la productividad, un trabajador podrá sostener a un pensionista (e incluso a más de uno).
Otro dato alarmista que utilizan los economistas neoliberales, que antes lo habían utilizado el Banco de España y la Comisión Europea, es el cálculo de que dentro de cincuenta años España se gastará en pensiones el 15% del PIB, casi el doble de lo que se gastó en 2007, el 8% del PIB. De estas cifras se concluye que el país no puede sostener tal crecimiento del gasto, pues reduciría considerablemente los recursos para los no pensionistas.
De nuevo, tal alarma es injustificada, pues también ignora el impacto del crecimiento de la productividad en el PIB. Veamos los datos. Suponga el lector que la productividad creciera un 1,5% por año, una cifra razonable. Es el promedio de crecimiento de la productividad en España de los últimos cincuenta años. Ello implica que si el PIB de España fuera 100 ahora, en el año 2060, el PIB habría crecido 2,25 veces, siendo 225 (valorado en moneda constante: en realidad el crecimiento en moneda real será incluso mucho mayor al incluir la inflación).
Pues bien, si en el año 2007 nos gastamos el 8% del PIB en pensiones (es decir, 8 de 100), según aquellas predicciones alarmistas en el año 2060 nos gastaremos el 15% del PIB en pensiones (sobre 225 unidades significa 33 unidades). Pero fíjense que ello quiere decir que en el 2007 nos quedaban 100-8= 92 unidades para los no pensionistas, mientras que en el 2060 quedarán para los no pensionistas una cifra incluso mucho mayor 225-33=192, y ello a pesar de que el porcentaje del PIB en pensiones sea entonces mucho más elevado (15%) que en el 2008 (8%).
De ahí que las alarmas que constantemente se dan al hecho de que el porcentaje del PIB en las pensiones se pueda doblar dentro de cincuenta años, no tiene ninguna base para preocuparnos. (...)
Lo que debería hacerse, además de asegurarse que la productividad continúe aumentando, es facilitar la integración de la mujer al mercado de trabajo y evitar la discriminación salarial en contra de las mujeres, pagándoles igual que a los hombres, asegurándose, por cierto, que ello no se consiga bajando los salarios de los hombres.
Si el porcentaje de mujeres que están en el mercado de trabajo fuera en España el mismo que en Suecia, habría 3 millones más de trabajadoras, creando riqueza, aumentando los impuestos y las cotizaciones sociales. Ello nos permitiría, no sólo mantener la Seguridad Social (cuya viabilidad, repito, no está amenazada), sino mejorar notablemente las pensiones.(...)
Pero además de estas medidas hacen falta varias reformas rápidas e inmediatas .Y una de ellas es eliminar el tope del salario, por encima del cual no se cotiza a la Seguridad Social. Es escandaloso que el Sr. Botín, el mayor banquero del país, cotice a la Seguridad Social una cantidad semejante a la de un trabajador cualificado en su banca, que ingresa 500 veces menos que él.
El sistema de cotizaciones debiera ser progresivo y no ser regresivo como ahora. Y la otra medida es cambiar 180º las políticas de austeridad (de gasto público y de crédito) que están llevando el país a la ruina.
El estado debiera seguir políticas expansivas de gasto público para crear empleo (pagando tal expansión del gasto público con la anulación de los recortes fiscales que produjeron el déficit estructural del estado) y obligando a la banca a que provea crédito, estableciendo a la vez un sistema público bancario mediante la conversión de las cajas en bancas públicas (de nuevo, unas intervenciones opuestas a las que está realizando el gobierno) que garanticen el crédito a las empresas y a los ciudadanos, tal como ha propuesto Attac. " ( Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario digital EL PLURAL, 11 de octubre de 2010, y tomado de www.vnavarro.org, 11/10/2010, 'Los errores del manifiesto neoliberal sobre las pensiones de los cien economistas)
No hay comentarios:
Publicar un comentario