Pueden comer 12.000 millones de personas, el doble de la población mundial. Pero cada cinco segundos, un niño menor de 10 años muere de hambre. ¡Es un asesinato!
¿De ahí viene el odio del que habla? ¿Por qué nos odian?
Hay que distinguir dos tipos de odio. Uno, primero, patológico, como el de Al Qaeda, que asesina a inocentes con bombas. Pero nada justifica esta violencia, ¡nada! Y de eso no trata mi libro. Me refiero a un odio meditado, que pide justicia y compensación, que llama a romper con el sistema estructural del mundo, dominado por el capitalismo.
¿De la crisis no hemos aprendido nada?
¿Lecciones? Es peor aún: esos bandidos de especuladores que provocaron la crisis y la quiebra del sistema occidental atacan ahora productos como el arroz y el trigo. Hay miles de víctimas más que antes. Hay que sentar a esos especuladores en el banquillo. ¡Hay que celebrar un Núremberg para ellos!" (Entrevista:Jean Ziegler. Público, 29/12/2010)
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