"(...) Lo que está pasando en París es algo que en Francia
llevábamos esperando desde hace tiempo. Francia es un país acostumbrado a
luchas fuertes y potentes cuando se recorta lo esencial.
Sin embargo,
con la derrota de la reforma de la jubilación de 2010, cuando se retrasó
la edad de retiro, la gente se decepcionó y todo el mundo estaba
callado, cada uno por su lado.
Mientras, como en España, los recortes,
el paro, la violencia y los desahucios de estos cuatro años también iban
provocando rabia. Aunque la crisis sea menos dura que en España, al
formar parte de la Unión Europea Francia está siguiendo el mismo camino.
Ahora, con la reforma del trabajo del gobierno socialista, la gente ha
empezado a decir “basta”. Es demasiado y, además, es una traición por
parte de un gobierno que se dice de izquierdas. (...)
Nuit Debout funciona igual que el 15-M o que las
plazas de Túnez, Turquía y Egipto: la gente dice “basta” y se reúne para
hablar entre ellos y buscar soluciones para todos.
El voto de rabia,
que estos años ha ido al Frente Nacional, ahora con Nuit Debout se
está enfocando hacia un sector más progresista, que busca soluciones
para todos y todas: parados, mujeres, inmigrantes, discapacitados,
funcionarios, trabajadores de empresas... En el fondo, es el mismo grito
que lanzó el 15-M o el movimiento de Occupy Wall Street. (...)
Es muy llamativo que Nuit Debout
considere a los indignados españoles como un referente, cuando en
España siempre hemos visto a la izquierda francesa como un ejemplo de
movilización y de reivindicación...
Sí, lo
que ocurre es que en Francia hay ahora dos izquierdas. Para mí, por un
lado estaría el Gobierno actual, que es socialista y dice que es de
izquierdas; aunque muchos ya no encontramos diferencia entre esa
izquierda y lo que vivíamos con el gobierno de la derecha, incluso hemos
empeorado en muchos casos.
El propio Gobierno socialista francés
asegura que la reforma del trabajo que quiere aplicar ahora está
inspirada en la tradición de Rajoy y de Zapatero, porque dice que en
España hay recuperación económica. Hay otra izquierda que sería más
cercana al Podemos de España, pero que en Francia está muy dividida y
debilitada.
La izquierda socialista no está tan movilizada; en realidad,
quienes han salido algo a la calle en los últimos años han sido los
sindicatos. Incluso ellos estaban muy divididos porque tenían miedo de
que atacar a los socialistas sirviese para hacer el juego a la derecha.
Ahora la gente ha entendido que la política del Gobierno socialista es antisocial y que es necesario reclamar las mismas cosas justas que en España: empezamos con la reforma laboral, ahora reivindicamos también luchar contra la violencia machista, pedir sueldos iguales y en las mismas condiciones para mujeres e inmigrantes, ayuda para los refugiados sirios...
Han empezado a crearse grupos de Nuit Debout en
diferentes barrios de París; el movimiento está abierto, se amplifica,
es un movimiento muy igualitario porque está lleno de amor, de paz y de
no violencia. (...)
La Nuit Debout, entonces, como en España, ¿está intentando revitalizar la movilización de la ciudadanía?
(...) La imagen que tenemos en España es un poco idílica. Nuit Debout
ha revitalizado todo eso y les ha dado ánimos, aunque desde la
convicción de que es un movimiento separado de los sindicatos y los
partidos políticos porque ellos tienen un papel diferente al nuestro.
Estamos preparando ya acciones para mayo, que va a ser un mes caliente
en Francia; me entusiasma como militante y como persona. Ya no tengo 60
años, vuelvo a tener 20; es un orgullo ver a estos jóvenes implicarse.
¿Cree que en Francia Nuit Debout pueda
acabar provocando la creación de nuevas asociaciones, como pasó con
Stop Desahucios o las mareas, o incluso inspirando un nuevo partido
político?
La situación es diferente a España porque cuando nació Nuit Debout ya había organizaciones y asociaciones de este tipo con experiencia. Sus representantes incluso están participando en Nuit Debout, aunque
de forma individual. El movimiento es diferente al 15-M porque no
partimos de tan lejos. Y sobre la relación entre el 15-M y Podemos,
pienso que Podemos sin el 15-M no existiría, pero Podemos no es el 15-M. (...)" (Ana Sánchez Borroy, eldiario.es, 30/04/16)
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