"Ya solo ir allí es un regalo, un paso muy grande. Vamos a ser muchos
los beneficiados". A Mercedes de la Mata se le quiebra un poco la voz
pensando en el lunes. Esta mujer, con un 71% de discapacidad permanente a
los 46 años, acudirá este 20 de febrero al Congreso de los Diputados a
un acto que miles de personas llevan años esperando: el primer paso
hacia la legalización del cannabis con fines medicinales. (...)
Hace unos días, un diputado cántabro del PP enfermo de cáncer apoyó la causa e hizo pública su condición de consumidor terapéutico.
Pese a que el cannabis es, según algunos
investigadores, el más potente antiinflamatorio que existe, pese a tener
efectos antidepresivos, analgésicos, ansiolíticos, antivomitivos y que
ayude a proteger el sistema nervioso, comprar marihuana o alguno de sus
derivados es ilegal en España. Lo consumen enfermos de cáncer,
esclerosis múltiple, Alzheimer, Parkinson o fribromialgia, entre otros.
Pero lo hacen a escondidas.
En España
consumir marihuana en casa está permitido, pero no se puede comprar ni
transportar por la vía pública. Siempre hubo un vacío legal respecto al
autocultivo, que la Ley Mordaza endureció. La norma prevé multas de hasta 30.000 euros para quien tenga plantas de marihuana en zonas de casa "visibles al público". (...)
Para Mercedes, con importantes dolores crónicos
tras una operación fallida en la columna, el uso del cannabis es una
opción. "No es la panacea, pero desde que lo consumo me ha cambiado la
vida", explica. Una consecuencia muy evidente de lo que dice: "Tomaba
entre 15 y 16 pastillas diarias y ahora he bajado a siete gracias a este
tratamiento".
Su caso, como el de muchos pacientes que se han juntado en torno a la asociación Dos Emociones, ha sido estudiado por doctores, que le recomendaron qué tomar y cuánto.
El problema que se encuentra es que, como no es legal, para conseguir
el cannabis tiene que desplazarse desde Villalba (Madrid), donde reside,
hasta una asociación de consumidores en otro municipio para conseguir
la marihuana que luego vaporiza.
"Pasas los nervios de echarte a la
carretera, retirarla y volver a casa con diez gramos de marihuana" (su
consumo semanal), explica. "Te puede parar la Guardia Civil y si me
hacen pruebas daría positivo en opiáceos y en cannabis, aunque tenga un
certificado médico que de alguna manera valida el tratamiento", cuenta.
También para Pilar Grande la marihuana es vida. Enferma de Parkinson
desde hace un par de años, diagnosticada el pasado septiembre, Grande
pasó un tiempo siguiendo el tratamiento ordinario que le aconsejaron los
médicos. Pero tenían muchos efectos secundarios. Hasta que empezó con
el cannabis medicinal.
Me abre un periodo
del día en el que estoy mucho mejor, algo muy importante en enfermedades
invalidantes. Hablamos de medio día en el que yo me siento bien. Me
quita las náuseas de los otros medicamentos, he recuperado parte del
peso que había perdido, el apetito y sobre todo me calma los temblores",
expone.
Y como para Mercedes, para
Pilar conseguir su aceite es una odisea. Primero acudió a una asociación
en Madrid que la policía intervino. Se tuvo que buscar otra, esta vez
en Cataluña. Volvió a pasar lo mismo.
Ahora ha encontrado una tercera
vía de la que prefiere no hablar por si acaso. "Te sientes muy
vulnerable. Si estás utilizando cannabis y te vas de viaje, se te acaba o
rompe el bote de aceite no puedes acudir a una farmacia a comprar", se
lamenta. "Y cuando no lo tienes a mano es una faena, genera mucha
ansiedad no tener", cuenta. (...)
Cada paciente es un mundo y el tratamiento no
es fácil. Entre los 60 cannabinoides que tiene el cannabis, el CBD
(cannabidiol) y el THC (tetrahidrocannabinol) son los principales
responsables de los efectos terapéuticos de la yerba.
Y cada enfermo
necesita la dosis apropiada de uno u otro en sus preparados o una
variedad específica de marihuana, para lo cual haría falta primero un
médico que estudiase cada caso y luego que hubiera un mercado al que
acudir. Actualmente existe un medicamento legal basado en el cannabis,
el Sativex, pero cuesta 510 euros cada dos semanas y tiene una
composición muy específica que a la mayoría de los pacientes no les
sirve.
Esta inseguridad es uno de los principales problemas que afrontan los consumidores de cannabis con fines terapéuticos,
según denuncia Manuel Guzmán, catedrático en Biología y Bioquímica
Molecular en la Universidad Complutense de Madrid y miembro del
Observatorio Español del Cannabis Medicinal (OECM), la asociación que ha
impulsado esta PNL que ahora Ciudadanos lleva al Congreso. "Es como si
te estás tomando un paracetamol de 1 gramo o de 500 miligramos",
ilustra. (...)
Y señala la gran contradicción española.
"Estamos asesorando a muchos países, tenemos la mejor sociedad del mundo
en investigación de cannabinoides junto a Canadá e Israel y estamos
así", dice en relación a la situación legal.
Pase lo que pase en el Congreso, Pérez tiene una cosa clara: "Yo voy a
seguir consumiendo. Me habría ahorrado diez operaciones de espalda si
hubiera sido legal. Con el cannabis puedo trabajar, soy útil para la
sociedad y además estoy feliz". Lo mismo le ocurre a Mercedes.
"Existiendo estos tratamientos no entiendo que ni den la opción de
elegir y que cada uno haga lo que considere oportuno. Además, a los
médicos les parece bien, lo que no les gusta es que se tomen tantas
pastillas", cierra." (Daniel Sánchez Caballero
, eldiario.es, 19/02/2017)
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