"Entre 2008 y 2015, los Estados miembros de la UE han perdido 213.000
millones de euros en distintos tipos de paquetes y rescates bancarios. (...)
El negocio del rescate
es la última investigación del Transnational Institute (TNI) que se ha
publicado hoy y en la que se revelan detalles de cómo los rescates
bancarios en la UE se han convertido en negocios que benefician a un
pequeño grupo de empresas auditoras y asesoría financiera.
De acuerdo a
datos de la UE, los rescates bancarios han generado hasta 2017 una
pérdida de más de 200.000 millones de euros. Este es el estudio más
exhaustivo que se ha hecho a nivel europeo después de la crisis del 2008
sobre quiénes se han encargado de diseñar e implementar los programas
de rescate en la UE.
¿Quién se beneficia de los rescates bancarios?
Las Cuatro Grandes empresas de auditoría: EY,
Deloitte, KPMG y PWC han diseñado los paquetes de rescate más
importantes de la UE y, junto a un pequeño grupo de empresas de
consultoría financiera, operan como un oligopolio.
A estas empresas se
las ha recompensado con más contratos, a pesar del hecho que prestaron
un pobre asesoramiento a los bancos antes de la crisis y de que no
dieran la voz de alarma sobre la incoherencia de los modelos de negocio y
el riesgo de las prácticas que estaban desplegando.
Según Sol Trumbo Vila, co-autora y coordinadora de esta publicación, el fenómeno de las “puertas giratorias”, por el que antiguos altos ejecutivos de las finanzas pasan a ocupar cargos directivos en las instituciones de la UE y viceversa, podría encontrarse en el origen de esta situación.
Según Sol Trumbo Vila, co-autora y coordinadora de esta publicación, el fenómeno de las “puertas giratorias”, por el que antiguos altos ejecutivos de las finanzas pasan a ocupar cargos directivos en las instituciones de la UE y viceversa, podría encontrarse en el origen de esta situación.
“Otra posibilidad, es que la creciente complejidad de las finanzas en
las últimas décadas y la externalización de la gestión de los asuntos
financieros al sector privado ha dejado a los gobiernos y las
instituciones de la UE sin alternativas”, concluye. (...)
“Es necesario abordar la dependencia de un sector financiero dominado
por empresas e intereses privados, así como crear alternativas públicas y
democráticas que sustituyan al oligopolio privado de las empresas de
auditoría, o al menos que operen en paralelo” opina Susan George, y
recomienda que “la banca pública puede ser un primer paso para
fortalecer las instituciones públicas de forma que éstas puedan
administrar mejor los asuntos financieros y bancarios y responder ante
nuevas crisis”. (Jaque al neoliberalismo, 24/02/17)
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