14.6.18

Walesa: Yo veo dos escenarios para la Unión Europea: o remodelamos esa estructura, o dejamos que caiga para volver a construir de inmediato una nueva sobre unas nuevas reglas. Alemania, Francia e Italia deben tener ya soluciones para este segundo escenario

"(...)Bruselas activó en diciembre la aplicación del artículo 7 a Polonia por la deriva autoritaria de Varsovia... ¿Cómo ha llegado el país a este punto?
Después de la caída del comunismo, a la que yo colaboré, el mundo cambió. Terminamos con las divisiones que impedían el desarrollo del mundo, mi revolución eliminó esos obstáculos. Pero las épocas han cambiado, la antigua Polonia cayó y apareció una nueva que todavía no está formada, pero se la ve en el horizonte.
 A cada paso que damos hacia la construcción de estructuras más globales nos damos más cuenta de que cada uno tiene cimientos distintos, nos fundamos sobre reglas diferentes... Lo que están haciendo las naciones es buscar soluciones para unificarnos y, puesto que tardamos en dar con las soluciones, se despiertan demonios del pasado que explican la elección de Donald Trump o lo que está pasando en Italia.
 Eso quiere decir que todo el mundo se encuentra en una situación muy parecida a la de Polonia. Lo que está pasando en mi país y en otros estados ilustra la manera en la que el mundo está buscando una solución. Tanto en Polonia como en EEUU la gente tiene un diagnóstico de la situación correcto, hay cosas que mejorar y saben cuáles son, sin embargo su propuesta para cambiarlas es mala.
 La manera de mejorar de Trump es mala. La de Polonia tampoco es buena, por lo que habrá que proponer una solución mejor. 
¿Hacia dónde está conduciendo al país el Gobierno de Ley y Justicia? 
 
Me parece que tenemos que redefinir de nuevo algunas cosas, darnos cuenta de que la gente no se compromete con la política y no participa de las elecciones. Si entendemos eso, veo muy claramente que no tenemos una buena organización política. 
Los partidos políticos funcionaban en el siglo XX, pero hoy no reflejan la realidad social. Hace tiempo que tenemos que repensar qué quiere decir la izquierda y qué quiere decir la derecha. Todo lo que está pasando en el mundo responde a esa época de transición en la que nos encontramos, de búsqueda de la solución que nos hace falta. Yo me refiero a este periodo de transitorio como 'la época de la palabra'. 
Para tener la palabra, el verbo, tenemos que discutir y debatir entre nosotros. Lo que está pasando en el mundo de hoy es precisamente eso, se está discutiendo la palabra. Tengo confianza en que sacaremos buenas conclusiones y rechazaremos de una manera natural todas las malas soluciones del mundo de hoy.
Eslovenia es el último país donde ha calado el discurso euroescéptico y anti inmigración. ¿Cree que las reformas de Macron para refundar Europa van a controlar esta corriente ideológica?
 
La construcción de la UE se produjo en circunstancias muy distintas a las que tenemos hoy, la estructura que tenemos ya no es la ideal. Yo veo dos escenarios: o remodelamos esa estructura, o dejamos que caiga para volver a construir de inmediato una nueva sobre unas nuevas reglas
Alemania, Francia e Italia deben tener ya soluciones para este segundo escenario, y cinco minutos después de la caída de la UE presentar un proyecto nuevo bajo la condición de que se cumpla con los derechos que tendrá cada miembro, pero también con unas responsabilidades claras y transparentes. 
Una actitud de este tipo no va a permitir desarrollos como el de Hungría, Polonia, Eslovenia... Así de simple es la solución. Hemos dejado la escena para los enemigos de los pueblos y están haciéndolo mal. Los antiglobalización lanzan sus reproches contra el mundo globalizado y después cogen sus móviles para comunicarse. 
Si se oponen a la globalización deberían comunicarse con paloma mensajera. Los que estamos a favor del desarrollo prevalecemos pero no lo defendemos lo suficiente, por eso el populismo gana terreno.(...)"

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