25.10.18

Las seis burbujas inmobiliarias que están a punto de estallar... otra vez...

"El banco suizo UBS insta a los poderes públicos a frenar los precios inmobiliarios para contener las tensiones en el mercado que existen ya en seis grandes ciudades del mundo. (...)

Regulación. En su justa medida. Para ordenar el mercado y huir del capitalismo sin control. Esta es la receta que recomiendan desde el banco de inversión suizo UBS, que elabora cada año uno de los estudios más prestigiosos y reconocidos en el sector inmobiliario .

 En su última y reciente versión, la de 2018, enumera seis ciudades a cuyos mercados de vivienda cataloga de burbujas. Antesala de inestabilidades financieras y un fenómeno que -enfatizan los expertos del banco-, a menudo "no son identificadas como tales hasta que estallan".

Londres, Ámsterdam, Vancouver, Toronto, Múnich y Hong-Kong son las capitales que, a juicio de su Índice Global de Mercados de Vivienda 2018 , se encuentran ya en estado de ebullición. (...)

Para equilibrar la oferta y la demanda en los mercados de la vivienda , los analistas de UBS juzgan esencial que las autoridades políticas inicien medidas encaminadas a reducir las presiones sobre los precios. Porque los costes de viviendas están aumentando en casi todas las grandes capitales del mundo. 

“La mayoría de las personas, sean asalariados o profesionales liberales, no pueden hacer esfuerzos para adquirir una vivienda en los centros financieros, si no se benefician de una herencia o perciben alguna remuneración adicional del ámbito familiar”. Mientras los alquileres -aseguran- “continúan consumiendo gran parte de sus retribuciones salariales” .   (...)

Los gobiernos “son los únicos agentes que pueden intervenir en la contención de los precios” en la necesaria estrategia de evitar crisis inmobiliaria en sus ciudades  (...)

Los gobiernos “son los únicos agentes que pueden intervenir en la contención de los precios” en la necesaria estrategia de evitar crisis inmobiliaria en sus ciudades, dicen en UBS. Por ejemplo, “impulsando subsidios para el acceso a la primera vivienda o elevando la presión fiscal sobre las viviendas deshabitadas”. 

Hay “otras recetas” que puede ser también determinantes, alertan en el estudio. “Si bien, requieren de un equilibrio complejo de alcanzar” porque podría reducir los precios y deprimir el mercado. El informe se refiere a la imposición de una alta tributación sobre las propiedades de ciudades especialmente caras, lo que podría retraer la inversión en el sector de extranjeros. 

 “Contribuiría a rebajar rápidamente los precios, aunque a costa de dañar a los propietarios que quieran vender”, alerta.  (...)

La radiografía de UBS sobre las seis ciudades bajo los efectos de burbujas inmobiliarias no deja lugar a dudas sobre la importancia de que las distintas administraciones públicas tomen cartas en el sector inmobiliario .  (...)

Por orden ascendente, de menor a mayor peligro de estallido, el indicador anual de UBS realiza las siguientes radiografías de situación. Todas ellas, con una visión panorámica entre gastos de vivienda y capacidad adquisitiva de sus residentes, y anticipando posibles efectos perniciosos.
6.- Londres. Por segundo año consecutivo, la incluye en su lista. De media, la inflación ajustada a los precios de la vivienda en la capital británica supera con creces los valores de 2007, el año previo a la crisis financiera. En concreto, superan el 10% los precios de ese ejercicio. Mientras el alquiler ha permanecido estable y los ingresos se han reducido un 10%. En definitiva, la vivienda en Londres resulta inaccesible para la mayoría de sus residentes. Uno de los carburantes de esta subida es la elevada tributación sobre los inmuebles de lujo y sobre las propiedades en alquiler con derecho a compra. La inflación de la vivienda sigue erosionando la capacidad de compra de los habitantes de la capital.
5.- Ámsterdam. “En los últimos cuatro trimestres el precio de la vivienda se ha disparado un 12% en un mercado que es, ahora, un 60% más caro que en 2013”. El gran impulso inflacionista surge por el notable incremento de los ingresos personales desde ese ejercicio económico. En la práctica totalidad de las grandes del país. A nivel nacional, los precios medios se han más que duplicado en los últimos cinco años. Dado su calentamiento, cualquier endurecimiento de las condiciones crediticias, en los albores de una política de encarecimiento del precio del dinero en el BCE, podría precipitar el estallido de la burbuja “abruptamente”.
4.- Vancouver. Los desequilibrios entre los precios de las viviendas y los ingresos reales se han intensificado. El coste de la adquisición de inmuebles en esta ciudad canadiense se ha duplicado en doce años. Aunque en los últimos trimestres hayan repuntado entre un 5% y un 7% el salario medio de sus residentes. El Gobierno local intenta contener la especulación, a pesar de que las presiones fiscales sobre la compra de vivienda y sobre los adquirentes extranjeros sigan siendo especialmente elevadas. El encarecimiento de las hipotecas podría precipitar el final del boom.
3.- Toronto. “Desde que el precio de la vivienda se ralentizó, hasta casi congelarse, a mediados del pasado ejercicio, el mercado inmobiliario de esta ciudad se ha clamado. Aunque, en términos ajustados a la inflación, su censo de viviendas haya subido sus precios más de un 50% en cinco años”. El pasado ejercicio, las autoridades municipales aumentaron impuestos sobre la compra de inmuebles de extranjeros y sobre los apartamentos vacíos, además de poner en marcha estrictos controles sobre el mercado del alquiler. Todo ello ha contribuido a apaciguar el fervor inversor, si bien la debilidad reciente del dólar canadiense frente al billete verde estadounidense podría de nuevo ejercer de atracción al capital foráneo.
2.- Múnich. Los precios de la capital bávara se han duplicado en los últimos diez años y prosigue con su trayectoria alcista. El precio nominal de los alquileres creció un 9% el pasado ejercicio en un mercado que refleja un histórico censo de viviendas vacantes. La compra de un apartamento de 60 metros cuadrados demanda ocho años de ahorros salariales para afrontar la entrada y la participación casi imprescindible de una agencia de servicios inmobiliarios. La construcción de nuevas viviendas se ha intensificado. Pero a precios elevados. Por lo que las subidas de tipos en Europa podrían acelerar el estallido de la burbuja .
1.- Hong-Kong. El encarecimiento del mercado inmobiliario en este enclave bajo soberanía china es ya crónico. La demanda de compra se mantiene en estado boyante gracias a las peticiones de residencia de extranjeros que acuden por razones profesionales y los que tratan de colocar sus excedentes de capital. Incluso entre los altos directivos, la propiedad parece una quimera. Las presiones políticas han empezado a hacer mella, pero sólo inicialmente. Porque el mercado de Hong-Kong lo manejan los propios propietarios de inmuebles, que solicitan cifras astronómicas ante la demanda permanente de adquisición. La imposición adicional por viviendas vacías y las ventajas a la compraventa rápida de inmuebles para mejorar la entrega de llaves, son dos claves recientes que se han instalado en el mercado con mayor grado de ebullición del planeta.
La lista la completan ciudades estadounidenses, europeas y asiáticas. Aunque ninguna de ellas con la consideración de burbuja. En EEUU, el analista de UBS en el mercado inmobiliario estadounidense , citado por Bloomberg, incide en que “el sobrecalentamiento de los precios de la vivienda puede durar muchos años, más de lo que inversores y posibles clientes esperan para tomar sus decisiones de adquisición de propiedades”. Las mayores ciudades de EEUU han experimentado alzas de precios del 35% en los últimos cinco años, señala el informe.(...)

 Fuera del ámbito de las ciudades, hay otras latitudes donde el boom inmobiliario se ha asentado en los últimos años. Son los países nórdicos, donde un reciente estudio de Moody’s asegura que el precio de la vivienda se ha elevado más de un 70%. Aunque, por lo visto, sin que pueda aún catalogarse de burbuja. (...)"                (Diego Herranz, Público, 21/10/18)

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