19.6.20

Un trimestre, tres meses, 90 días. Eso es el tiempo que lleva la pandemia del COVID-19 asolando Europa. En todo este tiempo la UE ha dado muestra de su muerte cerebral, sin posibilidad alguna de cambio ni reforma. Tres meses de desesperación porque los países del norte han demostrado quién manda y bajo qué parámetros. Tres meses en los que el sueño de una “Europa solidaria” ha desaparecido del paisaje... la UE está muerta por más que aparente vida y tal vez la haya por partes; en la Europa mediterránea, por ejemplo

"Un trimestre, tres meses, 90 días. Eso es el tiempo que lleva la pandemia del COVID-19 asolando Europa. En todo este tiempo la UE ha dado muestra de su muerte cerebral, sin posibilidad alguna de cambio ni reforma.

 Tres meses de desesperación porque los países del norte han demostrado quién manda y bajo qué parámetros. Tres meses en los que el sueño de una “Europa solidaria” ha desaparecido del paisaje. Tres meses en los que se ha evidenciado que no hay una Unión Europea, sino tres (o cuatro). Y cuando todo parecía perdido, la UE ha hecho un movimiento equiparable al estertor del agónico y ofrece préstamos, que hay que devolver con sus respectivos intereses (principal pretensión de los países del norte), y subvenciones (principal pretensión de los países mediterráneos).

Y la euforia se desata por los de siempre: informes entusiastas por la gran cantidad de dinero, historias de redención de la UE. Pero no. De eso irá este artículo.


No fue hasta el 27 de mayo cuando la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, anunció una propuesta de “revitalización de las economías europeas” afectadas por la pandemia. Pero no es más que un programa “temporal y transitorio”, como ella misma dijo, y que todavía tiene que ser examinado por el Parlamento y el Consejo Europeo. Traducido: en el caso más optimista, eso son otros tres meses.


Por lo tanto, hablar de cantidades es incorrecto o, cuando menos, incierto porque el alcance final de ello está aún sujeto a negociaciones en las que todos los países, y sobre todo los del norte, tienen el cuchillo entre los dientes. En cualquier caso, en su formulación actual, que no va a ser la final, se permite a la Comisión Europea endeudarse en los mercados por un montante total de 750.000 millones de euros, de los que 500.000 deberían transferirse a los países en un fondo no reembolsable y los 250.000 restantes en forma de préstamos que hay que devolver. Pero tanto esos recursos, sea en la forma que sean aprobados, no estarán disponibles hasta abril de 2021 y solo por período de tres años aunque, eso sí, se otorga un plazo de 30 años para su devolución. Es decir, una generación quedará endeudada de por vida.


Frente a este plan, ha aparecido uno mucho más ambicioso del Banco Central Europeo ofreciendo 1’35 billones de euros.


En cualquier caso, entre lo que plantean unos y otros hay un trecho largo, muy largo, por recorrer y la crisis ya está aquí y todo este tiempo ya está dejando cadáveres en las cunetas, en sentido literal y figurado. Sobre todo, porque como consecuencia de la fractura de la UE, el enfrentamiento entre la Europa del norte y del sur se está agudizando hasta extremos que hacen dudar sobre su futuro, si es que ahora tenía alguno.

Tres Europas (o cuatro)


Estos tres meses hemos asistido no a una disputa ideológica entre gobiernos, sino una simple disputa monetaria entre aquellos que quieren mantener las viejas reglas para seguir teniendo una posición privilegiada que les ha permitido obtener ganancias a costa de los países del sur, y que han impuesto sus criterios, y quienes buscaban algo de comprensión y solidaridad. Y es aquí donde lo que se ha visto es que hay tres Europas: la nórdica o alemana, la mediterránea y la de Visegrado. O cuatro, si se tiene en cuenta el tratado franco-alemán.

1.- La Europa nórdica o, mejor, la Europa alemana (Alemania, Austria, Países Bajos, Dinamarca y Finlandia) insistiendo en el Mecanismo Europeo de Solidaridad para que ningún país se escape de la troika (de nuevo Grecia).  (...)

Los países con deuda alta (Italia, España, Portugal, Irlanda y Grecia, incluso Francia) van a tener dificultades porque tendrán que devolver grandes cantidades. Es decir, de nuevo «recortes», aunque no serán inmediatos como con Grecia sino espaciados en el tiempo porque los países de la Europa nórdica o alemana se niegan en redondo a compartir los beneficios de las emisiones comunes.
 
2.- La Europa mediterránea (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia, España, Bélgica, Chipre, Luxemburgo y Francia; es decir, los famosos y despectivamente llamados PIIGS). Es la más afectada y la que ha presionado más para una iniciativa financiera conjunta para abordar la pandemia, intentando la fórmula de los «coronabonos» y no la del Mecanismo Europeo de Solidaridad. Únicamente ha conseguido que las ayudas a la sanidad no estén bajo control de la troika.


3.- La Europa de Visegrado (Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Lituania, Estonia y Letonia), grupo visceralmente antirruso y la gran cuña de EEUU para debilitar la UE porque, al mismo tiempo, aisla a Alemania en sus pretensiones de suavizar la relación con Rusia (véase, por ejemplo, su postura con el gasoducto «Corriente del Norte 2»). Aunque han tenido una postura matizada en esta crisis, han permitido la relajación de las condiciones solo para molestar a Alemania y a los «nórdicos».


4.- El tratado franco-alemán. Francia es el eslabón débil de la Europa mediterránea porque siempre tiene aspiraciones de convertirse en pivote de casi todo. Por un lado apuesta y mantiene las mismas reivindicaciones y peticiones que la Europa mediterránea pero, por otro, no pierde su intento de convertirse en el otro polo de Europa junto a Alemania. De hecho, el enero de 2019 firmó un tratado con Alemania para «revitalizar la UE» y que sea capaz de competir con EEUU y China. 

Por esa razón los dos países llegaron a un acuerdo que pretendía sacar a la UE del atasco proponiendo 500.000 millones de euros que si algún mérito ha tenido ha sido la de abrir la posibilidad de superar el pacato montante que inicialmente había propuesto la Comisión Europea (350.000 millones), superarlo ahora con la cantidad ofrecida de 750.000 millones y dando pie a la propuesta que a principios de junio hizo el BCE, y que parecía, sobre el papel, una deuda conjunta para gastar más donde fuese necesario según las necesidades de cada país y consiguiendo así que la Europa nórdica o alemana cediese algo en sus pretensiones.


Es decir, que de los 27 países que forman la UE un total de 21 están alineados ya con una u otra vertiente y el resto se decanta coyunturalmente por unos u otros en función de las circunstancias. Luego lo de Unión Europea es muy cuestionable porque es solo de forma y ya no de fondo.


Si algo ha dejado claro en este tiempo la UE es que no existe ninguna «unión» solidaria, que todo es condicionado y que todo es en función de determinados intereses. La derrota de la Europa mediterránea es clara, pese a los matices, porque quienes llevan décadas beneficiándose del diseño europeo no van a renunciar a él voluntariamente y lo han vuelto a dejar muy claro. Y que nadie da dinero gratis, por lo que bajo la apariencia de “solidaridad” se oculta un nuevo paquete de “reformas” porque al mismo tiempo que se ofrece el chocolate del loro se está señalando que hay que volver a lo de siempre, aunque con otras formas: “se necesita un proceso repentino de reducción de la deuda, cambiando las prioridades de gasto de manera tal que haya espacio para inversiones adicionales». Traduciendo el lenguaje tecnocrático, cambiar las prioridades del gasto se refiere al gasto social y como nadie se va a atrever a tocar la sanidad de forma abierta, se está abriendo en camino, y diciéndolo de forma encubierta, para atacar el sistema de pensiones, por ejemplo, que ya estaba bajo ataque antes de la pandemia.  (...)

Alemania manda


En medio de toda esta vorágine de digo, dices, vuelvo a decir, propongo yo, propone otro, hay dos cosas que hay que tener en cuenta: la primera, que es Alemania quien hace y deshace en Europa. Es quien manda, ordena, decide y mata; la segunda, que o hay rebelión o la sumisión será total.
El 6 de mayo el Tribunal Supremo de Alemania lo volvió a dejar muy claro: es él quien decide qué es legal y qué no.  (...)

¿Qué hay detrás? Pues ni más ni menos que la constatación de que el «dinero alemán» no tiene que ir a los países más débiles si estos no «ajustan» sus instrumentos fiscales. Es decir, si no aumentan sus políticas destructoras de lo público y «ajustan» sus presupuestos para hacerlos más austeros. Todavía más.


En la práctica, lo que ha hecho el TS alemán es dar un ultimátum: o juegas como yo digo o se acaba la historia. Alemania ya se negó a los coronabonos, impuso el Mecanismo Europeo de Solidaridad (que son préstamos que hay que devolver) y ahora lo refuerza con este claro chantaje demostrando que es el único y verdadero poder «comunitario».


Porque al rapapolvo al BCE hay que añadir el que le da al Tribunal de Justicia de la UE, que había avalado la postura del BCE. Y se supone que el TJUE es la máxima autoridad judicial de la UE. Pues no, ni mucho menos.

El TS alemán aha anulado la jerarquía de poderes, tanto judicial como económica, en los que supuestamente se basa la UE. (...)

Es en este turbio contexto en el que aparece Francia intentando llegar a un acuerdo con Alemania y el BCE ofreciendo el triple de lo que proponía la Comisión Europea. Lo que hay el juego es, ni más ni menos, que el futuro de la UE y aunque se salga de esta está tan tocada que difícilmente aguantará una nueva embestida. 

Pese a las apariencias, la UE está mucho más debilitada de lo que parce y se ha llegado a una situación en la que solo puede mantenerse, y con ella su moneda, de dos formas: reforzar aún más la subordinación a Alemania (asumiendo lo que dice su TS) o asumir algún acuerdo salomónico como los que ahora aparecen que, de todas formas, solo supondrá una tregua temporal sin la menor duda.


La alternativa


¿Hay alguna alternativa a todo esto? Podría haberla, condicional. Seis países de la Europa Mediterránea (Francia, Italia, España, Portugal, Grecia y Chipre) pidieron formalmente a mediados de mayo un fondo de recuperación de 1’5 billones de euros, que es casi la cantidad que acaba de ofrecer el Banco Central Europeo. No se atrevieron a replantear el tema de los coronabonos, pero sí pedían una rapidez mayor a la hora de tomar las decisiones y con ello presionaban al resto de países, sobre todo a la Europa nórdica o alemana para ver si a finales de ese mes o a principios de junio había algo.


Ha sido a primeros de junio cuando ha respondido el BCE con su oferta, lo que sin duda ha reforzado algo la postura de estos países dentro de la UE. Si el paso dado por la Europa Mediterranea no se quedase ahí, sería una fórmula intermedia perfecta para plantear una alternativa al desastre que vemos en la UE. Porque la UE está muerta por más que aparente vida y tal vez la haya por partes; en la Europa mediterránea, por ejemplo."               (Alberto Cruz es periodista, politólogo y escritor. Rebelión, 18/06/20)


  Para luchar contra las epidemias y como alternativa a la salida del euro de los países del Sur, o como salida de emergencia ante la (más probable) ruptura de la UE por parte de los países del Norte... hay que conseguir la soberanía financiera... implantando una moneda digital paralela de circulación interna, en paridad 1:1 con el euro (¿europeseta electrónica?), en España: 

La propuesta de Garzón, basada en el Trabajo Garantizado:

Cómo aplicar el Trabajo Garantizado en ayuntamientos y autonomías... financiándolo con créditos fiscales municipales

Para Ecuador:

Hacia una "moneda electrónica paralela" para afrontar la crisis... en Ecuador (o en España) ¿Por qué y cómo hacerlo?

Para conseguir un monopolio financiero mundial, Facebook propone su propia moneda digital... LIBRA

Otras propuestas: 


Susana Martín Belmonte propone una 'coronamoneda' digital para potenciar la renta de cuarentena... una renta vehiculada a través de una moneda ciudadana digital descargable de una app y con respaldo del Banco de España.
Enlace: http://ojeandoelestadodelpais.blogspot.com/2020/04/coronamoneda-digital-para-potenciar-la.html

El prometedor dinero fiscal

Emitir 'GREUROS'. Entre la salida del Euro, y la aceptación de la austeridad de la Troika, existe una tercera vía que se basa en la recuperación parcial de la soberanía monetaria

Existe una descripción con mucho humor, de economía-ficción, sobre los beneficiosos efectos que se producirían si en Italia, el gobierno impusiera una moneda digital (allá por el 2020), para salir de la quiebra económica y política a la que la permanencia en el euro habría llevado al país. El objetivo se conseguiría rápidamente.


Los únicos perjudicados, los especuladores de la deuda. Ver: J. D. Alt: ‘Europa, 2020: una ucronía iluminadora’. http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5467 )

Los artículos de Juan José R. Calaza, Juan José Santamaría y Juan Güell muestran con gran claridad las ventajas de una europeseta electrónica de circulación interna:

- Para entender la europeseta electrónica. Qué es y, sobre todo, qué no es. Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2012/12/02/entender-europeseta-electronica/720458.html


- Para salir de la crisis sin salir del euro: España debe emitir europesetas (electrónicas). Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2011/11/27/salir-crisis-salir-euro-espana-debe-emitir-europesetas-electronicas/601154.html

- Las europesetas electrónicas, complementarias al euro, estimularán el crédito sin efectos colaterales perversos. Enlace: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=165815

Juan Torres insiste en que es necesario emitir una moneda complementaria al euro. Sus artículos:

- Marear la perdiz. Enlace: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/02/08/andalucia/1360327224_588117.html

- Hay alternativas, incluso dentro del euro. Enlace: http://juantorreslopez.com/publicaciones/hay-alternativas-incluso-dentro-del-euro/ mmmm

Más información en: 'Si Grecia, España, o Andalucía emitiesen una moneda digital, respaldada por la energía solar instalada en sus tejados, alcanzarían la soberanía financiera. La de dar créditos a familias y empresas': http://comentariosdebombero.blogspot.com.es/2014/06/si-una-autonomia-o-una-gran-ciudad.html

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