El mejor termómetro para ver cómo va la fiebre de los mercados es la prima de riesgo ofrecida a los inversores por los bonos españoles a 10 años. La diferencia de este producto con respecto al bono alemán alcanzó los 2,03 puntos porcentuales, lo que representa su mayor diferencia desde la introducción del euro. (...)
Por otro lado, el Banco Central Europeo (BCE) dijo ayer que frenaba sus compras de deuda soberana, que suman ya 40.500 millones, con un incremento semanal de 5.500 millones y una marcada desaceleración del programa de compras de bonos.
Esta noticia no trajo tranquilidad. "Los mercados han sobrerreaccionado. Estamos en una situación de tensión similar a la que se produjo tras la quiebra de Lehman Brothers y eso no tiene ningún sentido", comentó José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. En su opinión, la situación ha llegado a tal tensión que no se presta a los grandes bancos españoles, que tienen una buena parte del riesgo fuera de España, y sí a bancos alemanes con graves problemas de solvencia. Díez cree que la actitud del BCE de no dar liquidez a los mercados de corto plazo, conocidos como repos, es un error.
"No funcionan los mercados ni siquiera a un día. Si no estuviera el BCE, no habría financiación para casi nadie porque las entidades no pueden emitir ni siquiera con el aval del Estado. Vivimos una crisis sobre el sistema financiero europeo, pero el epicentro está en España", comenta el responsable de tesorería de un banco que pide mantener el anonimato. La mejor muestra de esta aversión al riesgo es que los bancos comerciales de la eurozona depositaron el pasado viernes en el BCE, 350.903 millones a un día, al 0,25%. Es decir, prefieren esa escasa remuneración (el precio oficial del dinero es del 1%) antes que prestarlo a otro banco." (El País, ed. Galicia, 08/06/2010, p. 22)
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