"El pasado viernes se ejecutó el desahucio de Aroa y
Laura, una pareja de lesbianas que conviven con los hijos de la primera,
y con edades de 10, 8 y 5 años. Esta familia llevaba varios meses
obligada por sentencia judicial a abandonar la casa en la que entraron a
vivir como ocupas en el municipio madrileño de Móstoles.
El piso pertenece a la Diócesis de Getafe, esta institución se encarga
de la jurisdicción eclesiástica en la zona sur de la Comunidad de
Madrid. Según apuntó un portavoz de esta institución a eldiario.es,
el inmueble en el que residían estas jóvenes está destinado a
sacerdotes que trabajan por la zona o que están de visita, y no a la
asistencia social. Y remitía a Cáritas y al Ayuntamiento la
responsabilidad de buscar una alternativa habitacional a esta familia.
"Estuvimos intentando paralizarlo de todas las formas
posibles, pero no lo conseguimos. No se pudo hacer nada. Los de la
diócesis no nos plantearon nada, todo lo que querían era que nos
fuéramos a la calle, les daba igual, decían que ya llevábamos un año en
una vivienda que no era nuestra y que ya estaba bien", asegura Aroa.
Asimismo se queja de que este inmueble continúe vacío.
Sus hijos no estuvieron presentes en la ejecución del lanzamiento, se
quedaron en casa de su abuelo y ellas desde el viernes están viviendo de
"casa en casa". "El Ayuntamiento de Móstoles se ha comprometido a
darnos una alternativa, nos han dicho que la obtendremos en la semana
del 3 al 7. Estamos hoy a 3, así que esperamos conseguirla a partir de
ahora", indica.
Desde la diócesis de Getafe aseguran
que van a colaborar en esa asistencia aunque no especifican en qué
consiste la alternativa habitacional. "Les hemos ofrecido asistir a un
curso de formación para buscar trabajo como asistenta de hogar o
profesionales de hostelería", apunta un portavoz de la institución
religiosa. (...)
La pareja aseguró que la primera vez que les visitaron
los representantes de la diócesis les propusieron una alternativa. "Nos
dijeron que nos iban a dar un alquiler social en una casa que tenían en
Móstoles, añadieron que a ese piso le faltaban un par de arreglillos
pero que se pondrían en contacto con nosotras. Sin embargo, una vez que
se enteraron de que éramos pareja, fueron a saco. Ya ni había opción a
alquiler social, ni a nada", explicó Aroa a esta redacción.
Por su parte un portavoz de la diócesis, Francisco Armenteros, negó
esta acusación: "Es falso, nosotros no sabíamos que eran lesbianas.
Cuando acudieron los portavoces del obispado solo estaba una de las
mujeres, así que era imposible saberlo".
Esta no es la primera polémica
que salpica a esta institución, su obispo ha llegado a ser denunciado por el Observatorio contra la LGTBfobia por un posible delito de odio ante la Fiscalía al cargar contra la Ley de Transexualidad madrileña y asegurar que "retuerce la naturaleza humana". (...)
Laura y Aroa llegaron a este piso tras abandonar otra
vivienda que también habían ocupado y en la que consiguieron paralizar
su lanzamiento en noviembre del 2014. "Tras impedir el desahucio estuve
negociando un alquiler social con Bankia, el propietario del piso, pero
no lo hemos conseguido todavía. Al final, nos marchamos voluntariamente
porque las condiciones de la casa eran muy malas. Terminamos dejando a
los niños con unos amigos y durmiendo nosotras en la calle", apuntó a
esta redacción.
Según su relato, entraron en el piso
actual gracias a que "unos chavales les dejaron las llaves", sin tener
constancia de que perteneciese a la Iglesia. "Tenemos agua caliente, luz
y cuatro habitaciones. Cuando llegamos no notamos que antes estuviese
alguien viviendo aquí, estaba lleno de polvo y abandonado.
En el
contador de la luz había una pegatina que señalaba que no había
suministro desde el 2013", señaló. "No es verdad", respondieron desde la
diócesis ante esas afirmaciones y aseguraron que previamente había
residido en él párrocos." (eldiario.es, 03/07/17)
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