21.11.18

La estrategia de los grandes capitales es convertir lo público en negocio, cuestionando y vaciando de recursos las políticas de signo redistributivo. Este es el sentido profundo de las denominadas políticas de austeridad presupuestaria y de las reformas de la arquitectura institucional promovidas desde Bruselas.... pero hay alternativas...

"(...) Hemos heredado, como consecuencia del fracaso de la construcción europea en materia de convergencia (por mucho que, contra toda evidencia empírica, el discurso oficial lo niegue) unas disparidades productivas, comerciales y sociales entre las regiones y los países comunitarios muy pronunciadas. 

Seguir las prescripciones de los que postulan las virtudes y la urgencia de las políticas austeritarias agrava las fracturas entre el centro y la periferia, condenando a una posición subalterna a las economías y a las regiones que han acumulado a lo largo de las décadas un rezago mayor.

Aunque, en teoría, la reducción del déficit público abre una página que puede escribirse con políticas de signo muy diferente, la correlación de fuerzas -un factor, sin duda decisivo, que oculta la economía convencional-, ampliamente favorable a los intereses de los privilegiados, impone las más regresiva para la población: reducción del gasto público social y productivo y aumento de la carga fiscal sobre las clases populares.

El relato dominante presenta los ajustes presupuestarios como la piedra angular de una “economía normalizada”. Al razonar de esta manera, saca este asunto del debate público y político, que queda confinado, en el mejor de los casos, a especificar los ritmos y los plazos en los que se acometerá este objetivo.

Esos ajustes ocultan lo que las fuerzas del cambio deben poner sobre la mesa, negro sobre blanco: la lucha de los poderosos por reforzar sus privilegios y expropiar a la ciudadanía. La reducción del déficit público forma parte de una agenda -cada vez más visible y explícita que oculta- de saqueo y derribo de los espacios sociales y productivos públicos, con el único propósito transferir renta y riqueza desde la esfera pública a la privada. 

La estrategia de los grandes capitales es, pues. convertir lo público en negocio, cuestionando y vaciando de recursos las políticas de signo redistributivo, debilitando de paso la resistencia social articulada alrededor de la defensa de las mismas. Este es el sentido profundo de las denominadas políticas de austeridad presupuestaria y de las reformas de la arquitectura institucional promovidas desde Bruselas.

 Por todo lo anterior, oponerse a esas políticas y al escenario que propician y ofrecer alternativas a las mismas es una cuestión crucial. La asociación disciplina presupuestaria/ Europa en oposición al desorden de las cuentas públicas/no Europa es una trampa en la que no debemos caer. 

La izquierda transformadora debe posicionarse con claridad en ese debate, alumbrando un relato que nos reconozca política y socialmente. Aquí está una de las claves para bloquear el avance de la extrema derecha y también para impedir que Europa quede secuestrada por las políticas y los intereses del neoliberalismo. (...)

El cuestionamiento de los muy restrictivos (sobre todo para las economías más débiles) objetivos presupuestarios abren un debate, un espacio político y una agenda pública muy necesarios para los que defendemos Otra Europa. 

En esas coordenadas más amplias, hay que plantearse la necesidad de que los gobiernos recuperen la soberanía presupuestaria y un profundo cambio en la política económica, donde la redistribución y la convergencia ocupen la centralidad que merecen. 

Avanzar en esa dirección exigiría, al menos, la derogación del Pacto por la Estabilidad y el Crecimiento, las desconstitucionalización de las políticas austeritarias, la introducción, en oposición a la condicionalidad macroeconómica actual, de una condicionalidad social y ecológica, una sustancial ampliación del presupuesto comunitario y la reformulación del tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza. (...)"               (Fernanado Luengo, blog, 12/11/18)

Como alternativa a la salida del euro y para conseguir la soberanía financiera:  europeseta electrónica

Existe una descripción con mucho humor, de economía-ficción, sobre los beneficiosos efectos que se producirían si en Italia, el gobierno impusiera una moneda digital (allá por el 2020), para salir de la quiebra económica y política a la que la permanencia en el euro habría llevado al país. El objetivo se conseguiría rápidamente.

Los únicos perjudicados, los especuladores de la deuda. Ver: J. D. Alt: Europa, 2020: una ucronía iluminadora’. http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5467  )
 
Los artículos de Juan José R. Calaza (Juan José Santamaría y Juan Güell) muestran con gran claridad las ventajas de una europeseta electrónica de circulación interna: 
 
Para entender la europeseta electrónica. Qué es y, sobre todo, qué no es. Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2012/12/02/entender-europeseta-electronica/720458.html
 
Para salir de la crisis sin salir del euro: España debe emitir europesetas (electrónicas). Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2011/11/27/salir-crisis-salir-euro-espana-debe-emitir-europesetas-electronicas/601154.html  
 
Las europesetas electrónicas, complementarias al euro, estimularán el crédito sin efectos colaterales perversos. Enlace:  http://www.rebelion.org/noticia.php?id=165815
 
Juan Torres insiste en que es necesario emitir una moneda complementaria al euro. Sus artículos:
 
 
Más información en: 'Si Grecia, España, o Andalucía emitiesen una moneda digital, respaldada por la energía solar instalada en sus tejados, alcanzarían la soberanía financiera. La de dar créditos a familias y empresas':    http://comentariosdebombero.blogspot.com.es/2014/06/si-una-autonomia-o-una-gran-ciudad.html

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