20.5.24

Antiokupa Tarraco: así actuaban los ‘desokupadores del terror’ Palizas, robos, coacciones... con la complicidad de la Policía Local... llegaron a robar un perro, arrancar a una niña de los brazos de su madre y apartarla varios metros, destrozar el interior de varias viviendas, quemar un vehículo y esperar a una víctima a la salida del trabajo para romperle dos costillas y un tímpano. Todo ello "tiene un coste de 3.500 euros más IVA"

 "Los Mossos d'Esquadra han desarticulado el grupo criminal oculto tras la empresa Antiokupa Tarraco SL y dos de sus miembros se encuentran en prisión provisional sin fianza, acusados de hasta doce delitos distintos, entre los que se encuentran los de lesiones, coacciones, amenazas o el delito contra la integridad moral en el ejercicio de los derechos fundamentales y libertades públicas.

La compañía tenía por objeto social la "vigilancia y protección de bienes, establecimientos, espectáculos, certámenes o convenciones", así como de personas y dinero o "valores", pero, en realidad, sus actividades estaban enfocadas al desalojo de viviendas okupadas mediante prácticas coactivas y violentas, y sin la orden de un juez. "Los miembros de Antiokupa Tarraco operan bajo la falsa apariencia conforme a la ley, pero realmente se dedican a cometer numerosas actividades delictivas", detalla el auto del juez, al que ha tenido acceso Crónica Global.

Su página web les describe como "especialistas en desokupar y recuperar inmuebles, de okupas e inquilinos morosos, mediante la mediación con departamento jurídico propio". En reiteradas ocasiones aseguran trabajar "dentro de la legalidad", algo que ahora la justicia ha puesto en duda.

Andrei, el cabecilla

El principal investigado, Andrei-Gabriel Samoca, es también el administrador único de esta empresa constituida en noviembre de 2020 en Mont-roig del Camp (Tarragona), según consta en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME). El hombre, que mantiene un perfil discreto en Internet, se describe con la frase "combat teroarea prin teroare" (en rumano, "yo lucho contra el terror con terror") en su biografía de Instagram.

Samoca es el principal actor de la trama criminal. Según consta en el auto del juez instructor, con él contactaban los clientes y también era él el encargado de amenazar y coaccionar a las víctimas. Como líder de la organización, "se ha constatado su dirección a la hora de escoger los objetivos, las estrategias criminales o los miembros del grupo que tendrán que realizar las acciones".

La Policía Local, involucrada

El juez instructor ha remarcado el "tono amistoso" entre los miembros de Antiokupa Tarraco y algunos agentes de la Policía Local de Mont-roig del Camp. Asimismo, ha podido constatar que a la hora de visitar domicilios en esta localidad, Samoca se pone en contacto con la centralita con el objetivo de que "si alguna víctima llama a la
Policía Local, ésta no vaya".

 En una de las llamadas, de hecho, Samoca se identifica y le dice al agente que "me ha dicho el otro día el cabo que avise cuando trabajamos en Miami Playa, así lo sabes". En otra comunicación, el investigado informa de que "estamos en la calle Pamplona vigilando, por si avisan los vecinos".

Modus operandi

La organización empleaba siempre la misma estrategia: ir subiendo el nivel de acoso y violencia hacia las víctimas hasta que lograban que estas se marcharan de la vivienda tras "firmar el abandono voluntario", hito del que se jactan en sus redes sociales.

En 2023 el Sindicat d'Habitatge de Gràcia denunció el acoso que estaba recibiendo una familia por parte de Antiokupa Tarraco y sacó a la luz los mensajes con que intimidaban a la víctima: "Peruano de mierda", "te vamos a joder la vida", "hijo de puta", "no tienes miedo por tu hija, ¿verdad".

Violencia física

La intimidación verbal es sólo la primera fase. De no abandonar la vivienda, los criminales aumentan su violencia con diferentes estrategias como romper los cristales y petar las ruedas de los coches de las víctimas, cortar los suministros de luz y agua y coaccionar con la amenaza de publicar contenidos privados en redes sociales.

Algunas víctimas que resistieron a este tipo de situaciones, han denunciado que la situación empeoró. Según consta en el auto, los miembros de Antiokupa Tarraco llegaron a robar un perro, arrancar a una niña de los brazos de su madre y apartarla varios metros, destrozar el interior de varias viviendas, quemar un vehículo y esperar a una víctima a la salida del trabajo para romperle dos costillas y un tímpano.

Todo ello "tiene un coste de 3.500 euros más IVA", según han desvelado las escuchas telefónicas, en los casos más sencillos de resolver, en los que el grupo criminal trabajaba menos de un mes. Pero también disponían de una tarifa de emergencias con la que aseguraban que la vivienda quedaba desalojada "en 48 horas", por el precio de 4.500 euros.

Servicios fuera de carta

Además de los servicios que Antiokupa Tarraco ofrece en su página web, la investigación policial ha destapado otros trabajos como las "palizas por encargo" que ofrecían a "36 euros la hora" por vía telefónica.

En esta misma línea, también habrían realizado tareas como "recuperar unos objetos robados por 700 euros", todo ello empleando las mismas vías violentas que en los desalojos."                        (

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