"1. La guerra tiene múltiples frentes, pero en Vuhledar se avecina un cambio importante. Vuhledar es una ciudad de Volnovakha Raion, Donetsk Oblast, en el este de Ucrania. Era un importante centro logístico y de suministros para el ejército ucraniano. Las fuerzas rusas han rodeado la ciudad y han atrapado en su interior a la 72ª Brigada Mecanizada ucraniana. Los rusos han lanzado panfletos en los que dicen a los ucranianos que o se rinden o serán destruidos. Los panfletos proporcionan un medio para que los ucranianos se pongan en contacto con los rusos para organizar la rendición y se les ha prometido asistencia médica y otra asistencia necesaria. Un «gran número» de ucranianos ya se ha rendido.
Según el 72º, no han recibido órdenes de retirarse de la ciudad, pero en cualquier caso ya es demasiado tarde. Al parecer, Zelensky no quería perder Vuhledar (y otras batallas) durante su viaje a Estados Unidos. Hoy (27 de septiembre) se reúne con Donald Trump en Nueva York, en las torres Trump.
2. Hay importantes avances rusos en el campo de batalla en otros lugares, como Pokrovsk, Chasiv Yar y Kupyansk, aunque en el caso de Kupyansk los ucranianos dicen que detuvieron un fuerte ataque de blindados rusos. La afirmación ucraniana no ha sido confirmada y aún no hay ningún vídeo que demuestre que el ataque de los blindados rusos ha sido embotado.
3. En Kursk se ha producido un hecho muy significativo. El saliente de Kursk está en territorio ruso. La operación ucraniana en Kursk está dirigida por su poderosa 82ª Brigada de Asalto, fuertemente equipada con material de la OTAN, incluidos tanques y IFV. Está sufriendo un importante desgaste que se ha visto incrementado por los frecuentes, pero fallidos, esfuerzos por lanzar contraataques contra los rusos. Ahora se dice que la 82ª está siendo retirada de Kursk y sustituida por una brigada territorial sin nombre. Esta «rotación» significa que la 82ª está siendo preservada para ser lanzada a las batallas en Donetsk o, más probablemente, retenida para la protección de Kiev si los rusos logran un avance importante más allá de los límites de la región de Donetsk.
La 82ª Aerotransportada se fusionó con la 49ª Brigada de Artillería
De Kursk se pueden extraer dos conclusiones. La primera es que los ucranianos pronto serán expulsados de la región de Kursk y habrán pagado un precio muy alto por la operación. Ese precio va más allá de la gran pérdida de mano de obra de élite y de mucho equipamiento. También restó recursos críticos a las diversas batallas en la región de Donetsk.
La segunda conclusión es que Zelensky y Syrsky, su hasta cierto punto leal jefe del ejército, van a sufrir importantes críticas a medida que se reconozca que la operación de Kursk fue un error y un fracaso táctico y estratégico. Una derrota en las próximas semanas, que parece cada vez más probable, podría significar el fin del gobierno de Zelensky o, como mínimo, otra importante sacudida de liderazgo.
Zelensky
El viaje de Zelensky a Estados Unidos no se saldó con ninguna promesa de armas de largo alcance para atacar a Rusia, ni con ninguna promesa de apoyo aéreo o terrestre a las tropas ucranianas. El paquete de apoyo de 8.000 millones de dólares de Biden es un esfuerzo furtivo por hacer quedar bien a Zelensky, pero en realidad está divorciado de cualquier cambio concreto en las entregas de armas a Ucrania. Puede leerse como un intento de reforzar a Zelensky (algo de lo que Washington podría arrepentirse pronto) o de reforzar la imagen de Biden.
Hay informes de que la CIA y el Pentágono han comunicado a la Casa Blanca que temen una respuesta rusa en caso de que se autorice el suministro de armas de largo alcance a Ucrania para ataques profundos en Rusia. Los rusos han dejado perfectamente claro que las armas de largo alcance suministradas por los EE.UU. o los europeos (Reino Unido, Alemania, Francia) son operadas únicamente por personal de la OTAN y que los objetivos son proporcionados por los activos de inteligencia de la OTAN. Además, Washington entiende ahora que Rusia ha cambiado su doctrina nuclear para tener en cuenta cualquier ataque contra Rusia. Durante algún tiempo la OTAN/Ucrania han estado jugando a la gallina con los rusos intentando atacar las centrales nucleares rusas y los activos nucleares estratégicos rusos (incluidos los radares estratégicos de largo alcance que forman parte de las defensas rusas contra los ataques nucleares), como los bombarderos nucleares rusos de largo alcance en bases dentro de Rusia. Los rusos han trazado ahora una línea roja que la comunidad de inteligencia de Washington considera creíble. Existe el riesgo de que Zelensky intente lanzar tales ataques de todos modos, utilizando aviones no tripulados «pesados» propulsados por reactores que están bajo el control total de Ucrania. Esto convertiría a Zelensky en un actor deshonesto y extremadamente peligroso.
Como he señalado en otro lugar, Biden quiere que la guerra en Ucrania continúe hasta después de las elecciones de noviembre para que su reputación permanezca intacta, o eso creen sus partidarios. Si Harris gana, se enfrentará a una derrota segura en Ucrania en las condiciones actuales.
En términos de algún acuerdo diplomático, esto parece improbable para la administración Biden que, en cualquier caso, no será tomada en serio por los rusos. Sospecho, pero no puedo probarlo, que la administración probablemente ha estado intentando convencer a los rusos de un alto el fuego, pero no les ha ofrecido nada lo suficientemente atractivo como para provocar ningún cambio. Desde mi punto de vista, los rusos quieren una derrota de la OTAN incluso más de lo que quieren deshacerse del actual gobierno ucraniano."
(Stephen Bryen , ex-subsecretario estadounidense de Defensa, blog, 27/09/24)
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