"El presidente francés, Emmanuel Macron, está luchando por orientarse desde que su nuevo Gobierno tomó posesión a principios de este mes, según varias personas familiarizadas con el asunto.
Macron, que llegó al cargo hace siete años con la visión de un enfoque «jupiteriano» verticalista de la presidencia francesa, ha visto cómo su control del poder se desvanecía desde que el primer ministro Michel Barnier presentó a su nuevo equipo. El nuevo Gobierno está formado por conservadores acérrimos, además de por miembros de la coalición centrista de Macron.
«Mecánicamente, las decisiones no suben tanto por la cadena de mando como antes, los datos no son tan precisos y las conversaciones con los ministros no son tan nítidas», dijo un histórico aliado del presidente, a quien, como a otros citados aquí, se le concedió el anonimato para hablar con franqueza.
El aliado dijo que hay un «efecto vacío» en la cúpula.
Un asesor parlamentario centrista dijo que los asesores de Macron también están sintiendo los efectos del nuevo régimen de Barnier. «[Ellos] han perdido el 50 por ciento de su trabajo y han sido apartados de las reuniones interministeriales», dijo el asesor.
Macron nombró a Barnier, antiguo negociador jefe de la Unión Europea para el Brexit, como primer ministro a principios de septiembre para desbloquear la situación política tras las elecciones anticipadas del verano. Las elecciones dieron grandes victorias a la izquierda y a la extrema derecha, pero ninguna fuerza política se acercó a la mayoría absoluta y el Parlamento quedó fracturado.
La elección por parte de Macron de un veterano primer ministro conservador significa que ahora se encuentra en la extraña posición de compartir el poder con la derecha, aunque el Gobierno de Barnier incluya a algunos de los aliados centristas del presidente.
Como informó POLITICO la semana pasada, el presidente francés descalificó al recién nombrado Gabinete como «no [su] gobierno».
En el pasado, Macron ha luchado por dejar de lado su estilo de gestión verticalista, a menudo dejando de lado a sus primeros ministros e implicándose mucho en la resolución de crisis sobre cuestiones internas. La nueva división de poderes ha puesto nervioso al presidente, según un asesor del Gobierno. «Cuando cambias de hábitos, eso te altera, te inquieta, te puede dar vértigo», dijo el asesor.
Para navegar por la nueva relación con un primer ministro más independiente, Macron se queda «buscando el manual de instrucciones», dijo un funcionario perteneciente al partido Renacimiento de Macron.
El primer aliado histórico citado fue más duro. «El presidente no puede actuar y sabe que no recuperará el mando en los próximos tres años», dijo, refiriéndose a las elecciones presidenciales de 2027.
Durante una visita oficial a Canadá la semana pasada, el presidente francés dejó traslucir parte de su frustración tras un acalorado intercambio con manifestantes propalestinos. «Si supieran lo mucho que luchamos por mejorar las cosas... No puedo evitar una sensación de injusticia cuando me desafían así», dijo a los periodistas. «En Francia también se da la misma situación»." (
Clea Caulcutt and
Pauline de Saint Remy , POLITICO, 30/09/24)
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