"Fue una noche electoral muy corta en California, poco antes de las diez de la noche con los resultados parciales de los primeros estados indecisos, antes incluso de tener los de los estados centrales, todos rojos, Trump ya había ganado la carrera hacia la Casa Blanca. Lo decían las matemáticas. Fue una noche corta, tranquila, sin sorpresas, sin momentos tensos ni tímidas esperanzas, la victoria MAGA fue aplastante.
Tampoco hubo desfiles nocturnos, no hacían falta. Al contrario, junto con la tensión acumulada durante las últimas semanas electorales, el triunfalismo descendió, sucedió tan rápido como el mercurio del termómetro cuando la fiebre finalmente se desata. Incluso la retórica de Donald Trump durante su discurso de victoria fue apagada en comparación con el tono de la campaña. Atrás queda la época de los enfrentamientos, los insultos, las amenazas, la edad de oro de la América moderna que espera The Donald será la era de la unidad, las grietas internas de la nación se arreglarán, el país sanará, volverá a estar unido. ¿Un sueño? ¿Otra mentira electoral?
Por supuesto, la prensa internacional, el frente político del establishment, el mundo 'burgués' está convencido de que es así. Trump encarna todo lo que la respetabilidad occidental detesta y por eso, como buen 'villano', villano, miente descaradamente. Por este frente durante los próximos cuatro años Estados Unidos se fracturará aún más, se polarizará, se volverá hostil y se perderá, y al final del segundo mandato de Trump nos quedará una nación vaciada de identidad.
Y sin embargo, y sin embargo, mirando el mapa electoral, el rojo casi tiñe todo el país. ¿Qué significa esto? Que los estadounidenses votaron masivamente a Trump, le eligieron y lo hicieron contra toda crítica, a pesar de que la prensa describiera su regreso en tono apocalíptico, a pesar de que rostros famosos, desde Taylor Swift a Robert De Niro, se pronunciaran abiertamente en su contra, incitando a sus seguidores a votar a Kamala Harris.
Trump consiguió triunfar, por tanto, incluso sobre grandes influencers, es decir, personas como Julia Roberts, políticos de su propio partido que se posicionaron en su contra, como Dick Cheney ex vicepresidente de Bush hijo. Ni siquiera el movimiento feminista por los derechos reproductivos le frenó, incluso las mujeres le votaron en masa y también los negros, los hispanos, la clase media baja, los pobres....
¿Locura? ¿Se han vuelto locos en masa los estadounidenses? Es difícil tener el valor de escribir que la noche más corta de las elecciones americanas nos ha dado una prueba de democracia, difícil porque en el imaginario colectivo fuera de Estados Unidos, el nuevo presidente, Donald Trump encarna a un mal político, versión 2.0 de Silvio Berlusconi. Pero por repugnante que parezca el personaje en el mundo occidental fuera de Estados Unidos, Estados Unidos le ha elegido sin dejarse influir, y eso es democracia.
Y la pregunta clave es ¿por qué? ¿Cómo ha conseguido Donald Trump ganar con todo el mundo en contra? ¿Cómo ha conseguido arrastrar, hacer soñar por segunda vez a la mayoría de los estadounidenses?
Dejemos a un lado la vulgaridad, el extremismo, todos los accesorios esenciales de la campaña, y centrémonos en por qué Trump gusta tanto a los estadounidenses. El elemento universal no es la inmigración o la economía, sí es cierto que muchos votan en función de cuestiones individuales, pero una victoria tan aplastante no puede explicarse sólo por las carteras o el racismo. Los estadounidenses eligieron a Trump porque es antisistema, está en contra del sistema que nos gobierna. Y en él han redescubierto el fuego interior de la rebelión que forjó la nación entera, este fuego puede ahora curar todas las fracturas.
La Inglaterra mercantilista veía con razón a los padres fundadores como una amenaza al statu quo; el mundo occidental ve a Trump como una amenaza al statu quo global. ¿Qué será de la OTAN? ¿Acabará una porción de Ucrania engullida por Rusia? E Israel, el Pacífico, China, Corea del Norte, la lista de posibles cambios futuros es larga y aterradora. Pero Estados Unidos tiene una visión diametralmente opuesta, Trump es el líder que puede conducirla hacia un futuro tan espectacular como el anunciado por los padres fundadores, un futuro de prosperidad, de supremacía recién descubierta: la edad de oro.
Nos guste o no, esta es la narrativa de los próximos cuatro años. Es una pena que el Partido Demócrata, la prensa y el mundo entero no se hayan dado cuenta antes."
(Loretta Napoleoni, L'Antidiplomatico, San Diego, 05/11/24, traducción DEEPL)
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