"(...) lo cierto es que habitualmente se asocia la potencial insostenibilidad
del sistema de pensiones público español únicamente al hecho de que es
de reparto. Lo revelador es que algunos sistemas
que en la práctica no son 100% de reparto también están arrojando
indicadores adelantados de potenciales riesgos de insostenibilidad.
Y sí, uno de ellos es la meca de nuestro sistema capitalista: el mismísimo Estados Unidos.
(...) hay otras socioeconomías como la estadounidense donde, aunque su sistema de pensiones oficialmente es de reparto, en la práctica no lo es.
El sistema estadounidense digo que no es un sistema
puro de reparto (aunque la prestación pública exista) porque la
cobertura estatal está diseñada para cubrir un mínimo que mayormente está por debajo del nivel de vida en general. Éste es el motivo por el que habitualmente los estadounidenses contratan deben acudir a fórmulas de cotización privada como el 401(k) o el IRA, al que empleado y/o empleador hacen importantes aportaciones a lo largo de su vida laboral.
El esfuerzo no es nada desdeñable para el sistema:
aporte quien aporte, lo cierto es que, en el momento de la jubilación,
los expertos especializados del sector estiman que un trabajador
estadounidense debe haber acumulado en fórmulas de pensión complementarias unas ocho veces su salario anual. Teniendo en cuenta la vida laboral media en el país, realmente ocho años de sueldo se hace casi una eternidad.
Ahorrar para el momento de la jubilación es algo casi cultural en
Estados Unidos, donde los trabajadores más jóvenes tradicionalmete han
empezado ya a ahorrar para su jubilación desde el mismo inicio de su
vida laboral. La primera vía de agua de este
modelo está viniendo del sobreendeudamiento que arrastran estos jóvenes
desde su época universitaria, contraído para sufragar sus caros estudios universitarios. (...)
Pero este sobreendeudamiento por los estudios universitarios no afecta
únicamente a los trabajadores más jóvenes, la progresiva dilatación del
periodo de repago ha hecho que salten todas las alarmas en el sector. El
motivo ha sido que se ha incrementado este tipo de deuda también entre los trabajadores senior, lo cual es un indicador indiscutible de que esta particular bola de deuda es mucho más grande y dañina de lo que algunos contemplaban. (...)
Y esta franja de edad senior de deuda universitaria supone una gravedad especial de la situación, puesto que los trabajadores es precisamente a los cincuenta y pico cuando deben hacer un esfuerzo extra para su ya cercana jubilación,
y que ya empieza a no poder ser hecho en muchos casos. Y aquí ya no
queda mucho margen para esa esperanza del "ya vendrán tiempos mejores".
El reloj nunca deja de correr, y en el caso de las generaciones más
senior, la esperanza ha sido sustituída por (hondo) desasosiego. (...)
Son hechos consumados. Y su resultado, en conjunción con otros factores que también pueden ser importantes, es que los estadounidenses empiezan a no tener apenas dinero acumulado para su prácticamente inmediata jubilación.
Los datos no sólo quitan el sueño, sino que hacen tener pesadillas incluso despiertos. La realidad es que ya hay a día de hoy un
42% de estadounidenses en riesgo cierto de jubilarse prácticamente sin
más respaldo que las totalmente insuficientes prestaciones públicas. Casi la mitad de los ciudadanos de Estados Unidos tienen a día de hoy menos de 10.000$ disponibles para su jubilación.
Y no crean que esto es debido sólo al hecho
estadístico de que los más jóvenes tienen menos dinero acumulado para
ello y rebajan la media, el indicador clave es que el pesimismo de los más senior acerca de su jubilación ha aumentado de forma importante
Por si esto no fuera poco, además empieza a haber
casos de planes de pensiones que apuntan a una cada vez más cercana
situación de insolvencia, porque el alargamiento de la esperanza de vida
ha hecho que cada vez tengan más jubilados y menos contribuyentes.
Los afectados pueden estar en torno al millón de personas, lo cual no puede parecer mucho en el contexto general de las cifras macroeconómicas estadounidenses, pero no olvidemos que son muchísismos casos cuando estamos hablando de quedar condenados a una exclusión social casi segura. (...)
Pero no se vayan todavía, que aún hay más. En
realidad este último problema anterior en concreto es ya exactamente el
mismo que aqueja a los sistemas de pensiones europeos, pero si les he
sacado ese ejemplo es porque hay un indicador muy significativo que
subyace bajo él. Para estos casos de insolvencia de un plan de pensiones
colectivo, el sistema estadounidense prevee que intervenga una agencia
gubernamental y acuda al rescate. Pues bien, ahí va otro revelador dato:
el "Pension Benefit Guaranty Corporation" calcula que su programa al respecto se va a quedar sin fondos en el plazo de diez años.
Este hecho en realidad es otra radiografía que
muestra también desde otra perspectiva el estado de salud del sistema de
pensiones estadounidense. Las cifras no engañan, y ya van demasiadas
cuentas que empiezan a no salir. Pero para los más reticentes a admitir
este extremo, he de decirles que lo que no engaña nunca es la realidad. Y
la realidad de los jubilados estadounidenses muestra también unos indicadores muy (pero que muy) preocupantes. (...)
. ¿Qué movimientos socioeconómicos están haciendo los jubilados estadounidenses?
Sin duda ésa es la realidad económica más realista (valga la pseudo-redundancia), y el hecho indiscutible e innegable es que el mercado laboral de los rangos más senior está que arde.
Como habrán podido leer, la tasa de desempleados en
este rango de edad, está cayendo sensiblemente por encima de lo que lo
hacen en otros tramos. El resultado es que el desempleo de los senior
(55 años o más) se sitúa actualmente en el entorno del 3%: un
indisimulable 30% por debajo de la media nacional de Estados Unidos, y casi un orden de magnitud por debajo de la tasa de desempleo entre las generaciones más jóvenes.
La conclusión podría ser que la esperanza de vida se
alarga, las condiciones socio-sanitarias mejoras, y las empresas están
contribuyendo a un alargamiento de la "esperanza de vida laboral". Sí,
todo eso está ocurriendo. Pero la lectura correcta para el tema de hoy
no debería pararse ahí. Hay que pasarse al otro lado, porque si
los seniors están manteniéndose (o reinsertándose) en el mercado
laboral es porque están buscando trabajo o, al menos, porque lo aceptan
cuando se lo ofrecen. (...)
¿Por qué pueden estar optando los estadounidenses en edad de jubilación por seguir trabajando? La respuesta no esconde muchos secretos. Les contesto con otra pregunta: ¿A cambio de qué trabajan los empleados? Por dinero. (...)
Así que, si tienen tiempo pero (ya) no tienen dinero,
aunque no tengan muchas ganas, los estadounidenses más senior deben
optar por seguir trabajando (o volver a ello). La ecuación es un poco
más compleja que la sabiduría popular, y debemos re-enunciar que, si los
estadounidenses en edad jubilable deciden seguir trabajando es, o bien
por la opción más evidente de que sus ingresos actualmente no les son
suficientes, o bien porque están bastante
preocupados por que con el dinero que les queda les llegue para vivir
sin penurias hasta el final de sus días (cuando probablemente ya no puedan trabajar ni aunque lo intenten).
Y los datos llaman poderosamente la atención, especialmente en determinados rangos de edad. Como pueden comprobar en este informe del Instituo Nacional del Envejecimiento de Estados Unidos (figura 2-1),
en torno a un 55% de los estadounidenses de 71 años están trabajando (a
jornada completa o a tiempo parcial), porcentaje que tan sólo baja a
algo menos del 40% para los hombres de 77 años y a ligeramente inferior
al 20% para las mujeres de 76 años. A los 84 años un chocante 20% de los hombres sigue trabajando.
Y no cometan el error de pensar que los seniors se
mantienen en el mercado laboral porque las empresas les tientan con
retribuciones acordes a su dilatada experiencia. Todo lo contrario. El
hecho es que, como publicaban en el New York Times, si un jubilado
vuelve a entrar o se mantiene en el mercado laboral, en el mismo momento
en que cumple la edad de jubilación, ve cómo, como mínimo, pasa a percibir un 25% menos de su último sueldo.
Lo adornen como lo adornen, y aunque lo camuflen de lagarterana, lo cierto es que estos datos muestran cómo el sistema estadounidense en su actual concepción tampoco es capaz de satisfacer las necesidades de los jubilados,
que sean cuales fueren no se alejarán mucho de lo esencial. Y no es que
un servidor vea nada malo en trabajar más allá de los 65 si las
capacidades acompañan, pero la clave está en ese "si".
El tema es que
son unas edades en las que de forma masiva muchos trabajadores pueden
empezar a no gozar de buena salud, y los que no tengan la suerte de
poder seguir en activo están en peligro de caer en la exclusión social.
(...) otra única solución sostenible que un servidor ya propuso es la de
incluir en el sistema nuevos cotizantes. Ya saben que esos cotizantes no
pueden ser humanos con una pirámide de población envejeciendo. Tendrán que ser robots.(...)" (DerBlaueMond , El blog salmón, 24/04/18)
No hay comentarios:
Publicar un comentario