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22.3.24

La reducción de la economía sumergida permitió recaudar 6.282 millones más de IVA en 2022... tenía ganas de leer algo así

"La mejora del cumplimiento fiscal y la reducción de la economía sumergida observada desde la pandemia permitió recaudar 6.282 millones de euros adicionales de IVA en 2022 con respecto a 2019, según se desprende un informe publicado este jueves por EsadeEcPol.


El informe explica que la recaudación tributaria en España aumentó con fuerza a partir de 2021, un impulso que vino provocado por factores como la inflación, el empleo o subidas tributarias, así como, potencialmente, a una reducción de la economía sumergida.

Para intentar cuantificar el peso de esta reducción de la economía sumergida el director del foro de fiscalidad EsadeEcPol, Francisco de la Torre, centra su análisis en el IVA, cuya recaudación creció en 2021 y 2022 muy por encima del PIB, a pesar de que se bajó el tipo para la electricidad y la alimentación.

La mayor parte de este incremento estuvo concentrado en el consumo de los hogares, lo que descarta que esté relacionado con un incremento sustancial del consumo público o con una burbuja inmobiliaria.

De acuerdo a su análisis, las bases declaradas de IVA correspondientes al consumo de los hogares pasaron de equivaler al 63,9 % de su consumo (de acuerdo a estimaciones del INE) en 2019 al 70,8 % en 2022, lo que parece indicar un mejor cumplimiento fiscal "que hace que un mayor porcentaje de las ventas, y, en consecuencia, del consumo, se declaren".

Esto se tradujo en un aumento de las bases declaradas de IVA por consumo de los hogares de 70.924 millones, en parte por mayor consumo (29.782 millones) y el resto, por el mayor porcentaje de consumo gravado (41.142 millones).

Esto permite estimar que, si se aplica el tipo medio de IVA sobre los 41.142 millones adicionales de consumo gravado, la recaudación del impuesto se incrementó en 2022 en 6.282 millones debido a la reducción de la economía sumergida en comparación con 2019.

Detrás de este mejor cumplimiento tributario están ciertos "cambios sociales" derivados de la pandemia y de la normativa antifraude, que han supuesto un incremento de los pagos con tarjeta, según se desprende de las estadísticas del Banco de España."           (El Obrero, 21/03/24)

11.8.21

El turismo de bajo valor añadido no sólo no beneficia a una economía interna sino que a largo plazo la perjudica... Resulta que el turismo interno es suficiente en cantidad e ingresos porque gastan proporcionalmente mucho más que el internacional

Carlos Cagigal @CcagigalNeira

 Es razonable, vamos a empezar a pensar de otra manera: el turismo de bajo valor añadido no sólo no beneficia a una economía interna sino que a largo plazo la perjudica. Pero esto implica dejar de creer a la cantidad de ceporros económicos que llevan años diciendo lo contrario.

Desde Mayo avisé que la campaña de verano iba a ser una "catástrofe", no que la economía española y empleo fueran a ir mal, sino todo lo contrario. Resulta que el turismo interno es suficiente en cantidad e ingresos porque gastan proporcionalmente mucho más que el internacional.

 11:21 p. m. · 8 ago. 2021
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Carlos Cagigal @CcagigalNeira

 Año 2021, más del 90% del turismo es nacional, interno. Playas medio vacías comparadas a los años de 80 millones de turistas extranjeros PERO chiringuitos y restaurantes al 120%, que no te dan mesa si no tienes reserva. Eso para España no es turismo de calidad, es un lujo.
4:10 p. m. · 10 ago. 2021

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Carlos Cagigal @CcagigalNeira

 El turismo internacional que llega a España es de "tan alto valor añadido" que en los primeros 6 meses de 2021, con reducción del 85% en el número de turistas y con una caída de sus ingresos del 80%, España crece un 2,8% sólo en el 2°T. Que lo explique la cienciología economica.

La cienciología económica neoclasica debe andar a base de Almax y Paracetamol desde hace año y medio... Y son incapaces de explicar lo que está pasando con la economía española. Este es el nivel.

11:03 p. m. · 8 ago. 2021
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2.12.20

Niño-Becerra: España no es especialista en nada. En turismo que es el 28% del PIB, y en su momento en construcción. Nada más... yo no veo una posibilidad real de dar un giro a ese modelo productivo porque haría falta unas dosis inmensas de inversión, que el sector privado no está dispuesto a hacer y Bruselas no le dejaría que la acometiese el Estado

"(...) Igual tenemos que cambiar el modelo productivo del país, al menos eso dicen muchos economistas. ¿Es capaz de reinventarse la economía española dada su fragilidad?

Yo personalmente creo que España ha perdido el tren económico. Claramente. Le voy a dar un dato: el 28% del PIB de España lo generan el turismo, más la hostelería, más la restauración, más el ocio y más el transporte. Prácticamente un euro de cada tres. Todas estas actividades implican dependencia de los demás. 

Usted no puede ir a Suecia, coger a un sueco de una oreja y traérselo a España para que haga turismo; el sueco vendrá si quiere venir y si no quiere venir a España, pues se irá a otro sitio. La dependencia de España respecto a otros países es inmensa, con lo cual yo entiendo que cambiar el modelo productivo ya es imposible. El pescado ya está todo vendido.

¿La pandemia ha puesto al descubierto los costurones de la economía española?

Mire, voy a ser claro. ¿En qué es especialista España? España no es especialista en nada. En turismo, vale, en ese 28% que hemos dicho y en su momento en construcción. Nada más. Insisto, yo no veo una posibilidad real de dar un giro a ese modelo productivo porque para hacer eso, en primer lugar harían falta unas dosis inmensas de inversión, que desde luego el sector privado no está dispuesto a hacer. 

En cuanto al sector público, es tambien imposible porque hoy en dia un Estado necesita el permiso de Bruselas para hacer una gran inversión. Por otro lado, el tiempo está jugando totalmente en nuestra contra.

¿Que nos queda entonces? ¿Ser rescatados? En una reciente entrevista en 'Público' usted ya dijo que España iba a ser rescatada pero que no se le iba a llamar rescate.

Aquí hay dos niveles de rescate. En primer lugar, estos 140.000 millones de euros famosos que la Unión Europea nos va a prestar, aunque parte de ellos a cambio de unos proyectos que han de estar visados por Bruselas. Creo que esto no va a ser suficiente y creo que dentro de unos años, España va a tener que ser de alguna forma regulada. Usted piense, por ejemplo, que España se va a situar a finales de este año con un déficit público que va a oscilar entre el 9% y el 11%. Le recuerdo que el objetivo es llegar al 0% de déficit y no se me ocurre qué va a poder hacer España para remontar esto.

Bueno, España ya hizo eso una vez: en 2009 el déficit público superó el 11% y en 2019 estaba ya por debajo del 3%.

Llegamos a eso a base de todas las anfetaminas que el Banco Central Europeo inyectó a partir del año 2012 y sobre todo del año 2014. Eso dio una serie de aire a las empresas que redujeron su deuda y se hizo una reforma laboral que precarizó el empleo pero que dio una posibilidad a una serie de personas para que pudieran trabajar. Pero esa vía ya está agotada. Ojalá me equivoque, pero yo a España dentro de diez años la veo mucho más cerca de Grecia que de Países Bajos. 

 Le veo pesimista.

¿Cómo no serlo? ¿Qué tiene España? El nivel de dependencia de la economía española, y no hablo del turismo, es tremendo. Cuanto más dependes de otros, más problemas tienes. Fíjese en la industria del automóvil, y aquí España lo está haciendo muy bien, pero fíjese que todas las empresas de autómoviles son extranjeras. Si Vokswagen decidiera cerrar mañana la planta de Martorell sería una catástrofe. Y España se tiene que callar, porque no tiene ni voz no voto, no tiene ninguna capacidad de decisión.  

Los más tremendistas dicen que somos poco más que un país de camareros...

Hablemos de camareros. Usted se va al hotel Negresco de Niza y los barman saben hacer sesenta cócteles diferentes y hablan tres idiomas perfectamente. ¿Cuántos barmans en España hablan tres idiomas? Es que luego viene la segunda parte: la baja cualificación del empleo en España. Y sigue sumando. Las cosas no pasan porque sí. Eso es lo que hemos hecho en España. Hemos sido muy cortoplacistas desde el punto de vista económico."


(Entrevista a Santiago Niño-Becerra
, Jorge O. Maldonado, Público, 17/10/2020)

4.3.19

Encarna y Laatra: la cara del desempleo tras años de trabajar en la sombra

"Encarna y Laatra no han podido tener vidas más diferentes. La primera es murciana, madre de tres hijos desde muy joven, dedicada al transporte, la administración, contabilidad. La segunda, es una argelina muy asturiana, con más años vividos en Gijón que en su país, dedicada a la venta de arte, exposiciones, galerías. Ningún hijo. Hasta aquí el pasado de diferencias.

“Hago todos los cursos que me dicen que tengo que hacer", asegura Encarna Bernal
En el presente es donde comienzan las coincidencias. Encarna Bernal Román (58) y Laatra Benchikh Elfegoun (52) están desempleadas desde hace más de un año. Ambas se han deprimido, han llorado mucho -también lo hacen mientras hablamos con ellas-, han luchado más -“la vida entera”, dicen las dos- y no se rinden. 

“Hago tooodos los cursos que me dicen que tengo que hacer. No tengo miedo a trabajar de lo que sea”, nos dice Encarna, con un tono entusiasta. “Llevo ya tres cursos y me estoy formando en un cuarto que me recomendaron. Haré lo que haga falta para trabajar de nuevo”, nos dice Laatra más seria.

Como un hilo conductor entre el pasado y el presente de estas mujeres hay un relato que se repite: una vida laboral dedicada a sus maridos. No nos referimos al cuidado de la casa, de su pareja, de los hijos -en el caso de Encarna-, que también. Hablamos de un currículum vitae hecho a la medida de sus parejas. Encarna en lo que llama “empresa familiar” que consistía en ayudar a su marido -un transportista autónomo-, a llevar las cuentas, organizar los transportes, y más de una vez a subirse a la camioneta y ponerse a repartir. 

En el caso de Laatra, ser la sombra de su esposo, un pintor asturiano -“bohemio y maravillosa persona”, dice emocionada-, por el que aprendió a ser marchand de arte, secretaria, representante ante galerías nacionales e internacionales.

Ambas han trabajado más de treinta años “en negro”, sin cotizar a la Seguridad Social, sin rastro de su esfuerzo. Y ambas se quedaron sin nada cuando ellos no pudieron trabajar más. El marido de Encarna tuvo un accidente que lo apartó para siempre de la furgoneta. En el caso de Laatra, su marido falleció después de una larga enfermedad.

 “Gasté todos mis ahorros en él, en sus cuidados durante todo ese tiempo en el que ya no podía pintar”, nos lo cuenta una mujer que hoy también es una víctima de la pobreza energética. “No puedo encender la calefacción ni media hora al día. Una cuenta de 20 euros es muchísimo para mí”, dice esta viuda de corazón grande y resquebrajado en pleno invierno asturiano.

Si miramos las estadísticas, Encarna y Laatra, forman parte de los dos colectivos más maltratados por el desempleo en España: el de las mujeres, y el de los parados de larga duración. En España hay 1,5 millones de parados de larga duración, , lo que se traduce en que más de un 44% de esta población se encuentra en una situación de desempleo que se prolonga desde hace doce meses o más, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Aquí las mujeres también son mayoría. Sus números no hacen más que aumentar. Si miramos al segundo trimestre de 2013, los hombres representaban el 53,1% de los parados de más de un año, ahora son las mujeres las que alcanzan el 53% mientras que los hombres no superan el 47%. Y al fijarnos en la edad, las personas de entre 45 y 59 años son las que representan el 57% de los desempleados de larga duración.

“Hay un riesgo alto de que estas personas que entran en el paro a partir de los 45 años no vuelvan a conseguir un trabajo nunca”, señala un informe de Funcas realizado por los economistas Marcel Jansen, J. Ignacio García-Pérez y Samuel Bentolila. Estos expertos advierten que el 40% de los parados de larga duración, seguirán en la misma situación doce meses después, y una vez pasado este tiempo, la posibilidad de seguir en el paro a los 24 meses es del 80%.

 

La batalla de la autoestima


Como una ficha de dominó las vidas de Encarna y Laatra se desmoronaron. Sin trabajo, con menos dinero, llegaron las enfermedades. La primera pasó un cáncer, a la segunda le quitaron un fibroma “gigante” que le dejó 75 centímetros de cicatriz en el cuerpo. 

 Ambas batallaron y salieron adelante, pero el día a día del rechazo, el “no tienes experiencia suficiente”, el “con vuestra edad no ofrecéis productividad”, o el “no estáis al día de las nuevas tecnologías” fue calando como esa gota que deja herida en la piedra.

“Me sentí abandonada por todo el mundo, como si nadie reconociera mis años trabajados, mi conocimiento, mi experiencia. Me había quedado en ser “la mujer de…”. Con tres hijos y tres nietos he tenido que empezar de cero”, nos dice Encarna.

 Ella, que hasta entonces siempre había estado de acá para allá, creando asociaciones de mujeres en la concejalía de Cultura de su pueblo, haciendo bolos con la Compañía de teatro “Talía". De repente la soledad le cayó como una losa: “Viviendo con mi marido ha sido cuando más sola me he sentido, que quede claro. Menos mal que mis hijos siempre han estado a mi lado”.

No es el caso de la argelina que durante meses vagaba por las calles de Gijón buscando al pintor con el que lo había compartido todo. “Sin trabajo, sin poder pagar las cuentas, salía de casa esperando encontrármelo, le buscaba por todos lados. Su muerte me devastó”. Un día de esos desnortados se dio de bruces con una de las sedes de Cruz Roja en Gijón. (...)

La técnico de empleo de Cruz Roja, Belén Barbosa, trabaja en Sevilla y nos cuenta que la fotografía allí también es la misma: “En nuestros cursos la mayoría son mujeres, mayores de 45 años a las que les ha sucedido algún problema familiar, algún acontecimiento que hace que tengan que entrar en el mercado laboral después de muchos años trabajando en casa o sin cotizar”.

 Ls casos de divorcio también son habituales: “Hay historias muy diferentes pero he visto muchas mujeres que se han pasado la vida cuidando de la familia, de sus parejas, o trabajando para ellos, y un día deciden divorciarse y enfrentarse de nuevo al mercado laboral. Llegan con muchas ganas y necesitan mucha ayuda”, nos dice Barbosa.

Ni Encarna ni Laatra han recibido ayudas, ni subsidios de ningún tipo. Toda una vida trabajando en la sombra que las deja excluidas de cualquier protección. Ni por enfermedad las escuchan. Encarna, además de haber pasado un cáncer de mama -“del que por mucho que te curas, uno ya no es el mismo”, quiere subrayar- tiene espondolitesis degenerativa, una enfermedad que la deja con una discapacidad del 33%.

 Pero ni por ésas: “Me dijeron que aunque tuviera 58 años y una discapacidad no me correspondía nada porque no había cotizado”.

Encarna se saca 216 euros al mes por hora y media al día que dedica a limpiar la tercera planta del Juzgado de su pueblo. Un empleo que le salió gracias a Cruz Roja, donde ha hecho todo tipo de cursos: “Haría hasta el de carretillera, porque no le tengo miedo a nada. Las mujeres somos más valientes y podemos hacer lo que queramos”. 

Son palabras de esta murciana que pese a pasarlo mal y soltar alguna lágrima, las ganas de sonreír y salir adelante pesan más. Sus nuevas amigas son las que ha ido haciendo en los diversos cursos por los que ha pasado: “Allí somos todas mujeres, mayoría absoluta”, y ríe más fuerte.

Laatra ha hecho cursos de lavado y planchado, de gericultura y consiguió trabajar durante una semana como limpiadora en una residencia de ancianos: “Hice una sustitución y gané 200 euros”. Cada noche de sábado se saca 30 euros cuidando de una anciana. Nos dice que las personas mayores le encantan, que hay que mimarlas y protegerlas, que todos vamos a ser mayores y que deberíamos ser más cariñosos con ellos, y con todas esas palabras, más lágrimas se le escapan.

 Se las seca y sin pretenderlo, se anuncia: “Soy buena trabajadora, tengo mucho amor que dar a los viejitos porque al final con amor todo se consigue. Lo que me falta es trabajar y sentirme útil”. Laatra vive de alguna ayuda que le mandan sus padres y hermanos desde Francia, y de bonos sociales puntuales que le ofrecen Cruz Roja o Cáritas.

-¿No ha pensado en volverse a Francia con su familia?- le preguntamos. 

-No. Yo ya me siento asturiana."                   (Agnese Marra, Público, 21/02/19)

26.12.16

El 85% del dinero que circula en el país se mueve en billetes de 500 euros... el fraude fiscal tiene en España una tasa de impunidad cercana al 80%

"(...) según el Banco de España, el 85% del dinero que circula en el país --26.000 millones de 30.448-- se mueve en billetes de 500 euros, esos a los que el imaginario popular bautizó como Bin Laden por ser tan difíciles de localizar como en su día lo fue el fallecido jefe integrista.

Y, en tercer lugar, el dinero circulante se ha reducido a menos de la mitad en un sexenio: de los 76.558 millones de euros de diciembre de 2010 a los 30.448 del pasado mes de octubre. Entre otros motivos, porque en ese periodo, que incluye las fases de mayor dureza de la crisis, el estallido de la burbuja inmobiliaria y el desplome de las rentas como consecuencia de la precarización, han salido de la circulación 26.000 millones en billetes de 500, 1.800 de 200 y 7.700 de cien. 

Es decir, que de unas cuevas parecidas a las del cuento de Ali Babá –el fraude fiscal tiene en España una tasa de impunidad cercana al 80%, de la que se benefician principalmente las grandes fortunas-- han salido en seis años, como aquel que no quiere la cosa, 35.500 millones de euros en billetes grandes. (...)

¿Qué beneficios podría obtener la banca española de una limitación a la baja de las cantidades máximas que pueden moverse en efectivo? Parece obvio que la parte proporcional a la cuantía de las comisiones que cobre a sus clientes por cada una de esas operaciones y por disponer de los instrumentos necesarios para tramitarlas, como una tarjeta o una cuenta. (...)

Las comisiones, de hecho, se han convertido en uno de los principales puntales del negocio bancario español: el sector cerró el ejercicio de 2015 con unos beneficios de 10.389 millones de euros tras un margen bruto de 82.679, la tercera parte de los cuales --17.495, casi 850 más que un año antes-- aparecen anotados como “comisiones netas” en las cuentas de la AEB (Asociación Española de la Banca). 

Organizaciones de consumidores como Aicar-Adicae estiman que un tercio del negocio bancario procede de las comisiones, que le suponen al consumidor un gasto medio anual de entre 250 y 529 euros.  (...)"                   (Eduardo Bayona, CTXT, 07/12/16)

2.12.13

Soluciones para la economía sumergida: menos cash y más tarjetas

"No es ninguna novedad que el debate sobre la expansión de la economía sumergida y el volumen del fraude fiscal resurja siempre en tiempos de crisis económica buscando justificaciones a los números rojos que no cuadran.

 En el pasado Congreso de Inspectores de Hacienda celebrado en Málaga el 18 de octubre mi compañero Domingo Carbajo definía la economía sumergida como uno de los tanto “agujeros” del sistema: agujeros que promueven el fraude fiscal.

Sin embargo, a la hora de definir “economía sumergida” y el “fraude fiscal”, estos fenómenos carecen de consenso doctrinal, metodológico y estadístico, existiendo una enorme variedad de definiciones y modelos de medición. Fraude fiscal y economía sumergida son dos fenómenos diferentes y con causas distintas, aunque relacionados entre sí y ambos crecientes por la crisis sistémica.

Existen diferentes métodos para evaluar la economía sumergida, tanto cualitativos como cuantitativos, sin que ninguno de ellos pueda considerarse exento de deficiencias para una estimación rigurosa. La metodología más en boga para estimar el volumen de economía sumergida es el análisis de la circulación monetaria.

 Su idea central es que, en la economía sumergida, las transacciones se realizan mediante pagos en efectivo. En el cómputo de la economía sumergida que se estima con estos métodos, se incluye no solo lo que podríamos denominar producción legal no declarada, sino también actividades financieras de todo tipo y ocultas que por ello se realizan en “cash”.

A través el estudio del “Tax Gap” buscamos una definición y método adecuado repasando una treintena de estimaciones de economía sumergida y llegamos a la conclusión de que, como media en los países europeos, cada punto porcentual de economía sumergida, reduce la recaudación fiscal 0,35 puntos. Esta metodología proporciona evaluaciones en Europa que no parecen reflejar el impacto de la crisis económica sobre la misma y la sitúan en el entorno del 18% del PIB, aunque en los países del Sur de Europa se aproxime al 25%, siendo España el país que ha experimentado un mayor crecimiento: el 6,3% anual desde 2003, hasta superar el 28% del PIB en el 2013.

 En cuanto al fraude fiscal, las estimaciones para España se mueven entre el 3% y el 8% del PIB, lo que se traduce en una pérdida de entre el 10% y el 25% de la recaudación fiscal.

De ahí la necesidad de que España busque medidas que ganen la batalla al cash (difícilmente controlable) e incentiven el uso de tarjetas, ya que el uso de tarjetas y otros medios electrónicos de pago reduciría la economía sumergida, elevaría el PIB y el empleo, modernizaría la economía, e iría en favor de la nueva economía del conocimiento basada en las ideas y en la optimización de recursos, utilizando la innovación para mejorar la calidad de vida de todos.

Para evitar que este mal endémico se extienda a toda Europa se debería reducir el uso del efectivo mediante la supresión, simultánea en toda la Eurozona, de la circulación de billetes de 200 y 500 euros.

 Además los legisladores europeos deberían estudiar con mayor profundidad los últimos proyectos de regulación europea de los medios de pago; proyectos estos, con medidas que pueden crear más problemas de los que intentan resolver ya que la experiencia previa en España de medidas similares ha sido negativa; recordemos que desde el 2006 se redujeron las tasas de intercambio de las tarjetas pero aumentaron en mayor proporción las comisiones bancarias. 

 El resultado ha sido un menor uso relativo de tarjetas y el mayor recurso tanto al efectivo como a los billetes de 500 y 200 euros, cuya proporción se ha elevado a pesar de la crisis en las cifras antes señaladas

Si esos proyectos de regulación salieran adelante, se podría reproducir la experiencia previa en España, de resultado negativo: un menor uso relativo de tarjetas y el mayor recurso al efectivo. Medidas poco apropiadas para hacer frente a los agujeros de la crisis: la economía sumergida y el fraude fiscal."            (Roostergnn, 29/11/2013)

6.11.13

Economía sumergida: más de 250.000 millones de euros anuales

"El 25% del PIB, o lo que es lo mismo, más de 250.000 millones de euros anuales. Ésa es la escandalosa cifra a la que el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) eleva el volumen de la economía sumergida en España y que nos sitúa a la cabeza del fraude entre las grandes economías de la UE -sólo superados por Italia-, y con un 80,6% del fraude total fiscal y laboral que queda oculto y sin castigo cada año.

Esta cifra es la que figura en el informe que sobre la evasión fiscal en nuestro país está ultimando Gestha y en el que se muestra que, lejos de disminuir, la economía sumergida ha crecido casi dos puntos, desde el 23,3% del PIB, en los últimos años como consecuencia, en gran parte, de la crisis.

Pero no sólo es la crisis, porque los técnicos de Hacienda también responsabilizan al Gobierno, al que califican de "poco ambicioso" en la lucha contra el fraude, de esta situación.

 De hecho, apuntan que los resultados de las actuaciones de control en el último año y medio, que permitieron aflorar más de 22.500 millones de euros de fraude a Hacienda y la Seguridad Social, suponen sólo el 19,3% de toda la evasión anual.

Esto supone que la tasa de impunidad fiscal en nuestro país, se eleva hasta el 80,6% de la evasión total, y eso en lo que el propio Ejecutivo califica como el mejor año de la Agencia Tributaria en la lucha contra el fraude.

Por conceptos tributarios, los responsables de Gestha estiman que sólo el fraude en impuestos y cotizaciones sociales supera los 90.000 millones de euros, mientras que la defraudación en el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) produce una pérdida de recaudación de 17.176 millones anuales, el 1,6% del PIB nacional, y una cifra que es más del doble que la registrada al principio de la crisis económica, en que el agujero del IVA no llegaba a 7.000 millones de euros.

Esta alta evasión fiscal es una de las causas que explican el bajo rendimiento en la recaudación por IVA puesto que, aseguran, Hacienda sólo recauda 9,7 euros de cada cien que se gastan en consumo en España. Cifra muy por debajo de la media de la UE, que se sitúa en 12,3 euros y que nos coloca en el último lugar de los grandes de la Unión. 

 Los cálculos de Gestha coinciden en líneas generales con los del informe sobre la economía sumergida del Servicio de Estudios de La Caixa, en el que se afirma que la erradicación de la economía sumergida acarrearía un aumento de la recaudación fiscal de entre 60.000 y 80.000 millones de euros anuales.

 Un importe "notable, si se tiene en cuenta que, en 2012, el total de impuestos y contribuciones sociales pagados en España fue de 347.000 millones de euros. (...)

Estas cifras resultarían del objetivo casi utópico de la erradicación total de esta lacra de la economía sumergida. Pero el mismo informe de La Caixa apunta que "si partimos de una corrección más realista, por ejemplo de una reducción del peso de la economía sumergida hasta el equivalente alemán (del 18,6 al 13% del PIB), se afloraría una recaudación de entre 18.000 y 20.000 millones de euros. (...)

En el caso de España, y para determinar cuáles son los factores más relevantes que impulsan la actividad defraudadora, uno de los pocos estudios empíricos disponibles, el prestigioso de Schneider y Buehn, correspondiente al ejercicio de 2012, relaciona el relativamente abultado tamaño de la economía sumergida española con la excesiva e ineficiente regulación en un ámbito muy concreto: el mercado laboral.

A cierta distancia de esta sobrerregulación laboral, también identifican el nivel de imposición indirecta y la imposición personal como factores que incentivan la ocultación de actividades en España. Establecen, igualmente, que el grado de aceptación social de las prácticas fraudulentas es un factor relevante, aunque mucho menos que las variables laborales y fiscales.

Es por ello que los expertos coinciden en asegurar que una simplificación de los trámites administrativos y tributarios redundaría en un descenso del fraude y de la economía sumergida."                 (El Economista, 05/11/2013)

29.10.13

El dinero negro le cuesta cada año a Hacienda hasta 80.000 millones de euros



"¿Cuánto deja de ingresar cada año el sector público por la economía sumergida? La respuesta la acaban de ofrecer dos expertos en ‘dinero negro’. Y su conclusión es que hasta el 8% del PIB se esfuma por el respiradero de la economía informal. O lo que es lo mismo, unos 80.000 millones de euros.

 Para hacerse una idea de lo que significa esa cifra, hay que tener en cuenta que es equivalente a lo que recaudó el año pasado Hacienda por IRPF y Sociedades (83.607 millones), lo que pone de relieve su importancia en términos económicos.

El trabajo está firmado por los economistas Santos M. Ruesga, catedrático de Economía Aplicada, y Domingo Carbajo, inspector de Hacienda y con una larga trayectoria en la administración tributaria. (...)

Aquellas conclusiones cayeron en saco roto y 30 años después, como dice el informe, la economía que funciona al margen de la ley, representa ya alrededor del 28% del PIB, lo que convierte a España en el país de mayor crecimiento de la economía sumergida. Un dato lo certifica.

 Según su investigación, la economía informal representaba en 2006 el 19,6% del Producto Interior Bruto, pero en 2010 ya suponía el 24,7%, y en aumento. La causa tendría que ver con la crisis, que ha disparado la economía informal. Ahora se situaría en torno al 28%. Un volumen tan amplio tiene un evidente coste en términos de recaudación, y según sus estimaciones, se movería entre el 3% y el 8% del PIB.
 
Entre las causas que explican este aumento se encuentra la menor utilización de medios electrónicos  de pago. Muchas empresas han eliminado el cobro para no pagar comisiones y en otros casos se ha elevado el techo a partir del cual se puede pagar por medios electrónicos. Existen, además, otros factores.

Los ajustes (recortes) han podido afectar “de forma notable” a los comportamientos de los agentes económicos, ya que la mayor presión fiscal puede incentivar su participación en la economía sumergida “como una manera de mejorar su nivel de competitividad”. Sobre todo cuando en un contexto de crisis los márgenes empresariales tienden a estrecharse.

El resultado es un fuerte aumento de la economía sumergida. Y de hecho, según sus estimaciones,  por cada punto que aumenta la economía sumergida, los ingresos fiscales se reducen, aproximadamente, en 0,35 puntos porcentuales. Es decir, ligeramente por encima de la tercera parte del PIB.

 Los autores del informe achacan este enorme crecimiento de la economía sumergida a un enfoque “excesivamente nacional” de esta problema. Y apuntan directamente a los paraísos fiscales (centros off shore). “Estamos asistiendo, sostienen, a un desplazamiento de la evasión tributaria directa hacia la elusión fiscal más sofisticada”. Y de ahí que se reclame mayor colaboración internacional.

Los expertos aseguran que junto a la cooperación es necesario que las autoridades modulen su actividad represora, y en su lugar opten por una política planificadora que dé continuidad a la lucha contra el fraude fiscal a lo largo de los años. De la misma manera, se recomienda que, al mismo tiempo, se dé ejemplo desde el lado del gasto público con una “lucha decidida” para combatir la corrupción, que de alguna manera legitima determinados comportamientos.

 Los expertos consideran que una medida efectiva puede ser eliminar las unidades monetarias de mayor valor en circulación, los billetes de 200 y 500 euros, y que al empezar la crisis sumaban por sí solos el 71,2% del total circulado en España. Pero es que actualmente han subido al 76,72%, mientras que apenas alcanzan la mitad en la media de la eurozona y además bajaron en el mismo periodo.

 Tales planteamientos restrictivos deberían acompañarse de una incentivación de los medios de pago electrónicos, evitando regulaciones que los encarezcan en términos relativos para los consumidores y mediante incentivos fiscales como los aplicados contra la economía sumergida en Alemania y a favor de los pagos con tarjetas en Asia y América. (...)"              (El Confidencial, 29/10/2013)

14.6.13

Hay que reducir o eliminar el dinero en metálico como medio de pago, para atajar la economía sumergida

"El incremento de la economía sumergida lleva a una erosión considerable de la base fiscal con la consecuencia de una menor provisión de infraestructuras y de bienes básicos públicos que derivan en un menor crecimiento de la economía y, vuelta empezar, menor recaudación fiscal. 

Este gap fiscal, se produce no solo como resultado de lo que denominamos “economía sumergida”, sino que se alimenta también de transacciones financieras no declaradas (muchas de ellas con parada y fonda en los denominados paraísos fiscales), de actividades ilegales y, en mayor medida si cabe, de prácticas de la “elusión fiscal” muy usual en las transacciones internacionales que llevan a cabo de forma cotidiana las empresas transnacionales.

Las estimaciones disponibles hablan, para el caso español, de cifras que van desde el 19,2% del PIB, como volumen de la economía sumergida, hasta un 24%. Ese PIB irregular merma la recaudación fiscal con pérdidas impositivas que se sitúan entre 31.000 y 80.000 millones de euros al año, cifra esta próxima a todo el presupuesto de la sanidad española.  (...)

Un aspecto interesante para frenar la dinámica de esta lacra social e incluso lograr contraerla, surge al considerar el uso de medios de pago en efectivo como uno de los pilares que sustentan su desarrollo; si se reduce su utilización, secaríamos la fuente de financiación de la economía oculta. 

Así llegaríamos también a la necesidad de intervenir / controlar la actividad financiera de los paraísos fiscales, veredero lubricante del lado oscuro del capitalismo.

En esta perspectiva, medidas como el tope al pago en efectivo (en España, 2.500 euros), deberían complementarse con otras que hicieran su aplicación más eficaz en la lucha contra el fraude, como impedir la deducibilidad fiscal de los pagos que contravengan el citado límite, la reducción del circulante en billetes grandes (de 500 euros) o promover el uso alternativo de los medios electrónicos de pagos.

Hay muchas evidencias de que estos y en especial las tarjetas, resultan ser instrumentos eficientes para fiscalizar de modo más preciso, pues permiten transparentar mejor la trazabilidad de las transacciones, por el control y el fácil tracking financiero que conllevan. Una combinación de reducción del efectivo y de expansión del uso del dinero electrónico, problemas de implantación aparte, significaría menor espacio para el desarrollo de la economía sumergida. 

 El coste de sumergirse se vería incrementado, al facilitarse la detección de las irregularidades.

 En Europa las tarjetas de crédito/débito se usan menos que el efectivo: una media del 22% de las transacciones se pagan con las mismas frente al 78% en EE UU, donde las estimaciones disponibles concluyen que hay un menor desarrollo de la economía irregular. En España, asimismo, la presencia del efectivo es mucho mayor (83%) incluso que en Europa.  (...)

No se trata de llenar el BOE de normas y más normas, de contenido exclusivamente represor, sino de potenciar las propias fuerzas del dinamismo económico y eliminar, como está sucediendo en Suecia (una de las economías más avanzadas del mundo), el dinero metálico o fiduciario como medio de pago."          ( , El País, 14 JUN 2013  )

30.4.12

El tamaño de la economía sumergida es de 240.000 millones de euros, un 22,5% de su actividad total. La recaudación perdida ascendería hasta los 72.000 millones de euros

"Mientras en España cuestionamos la utilidad de la “amnistía fiscal” aprobada por el gobierno, el instituto Tax Research de Reino Unido ha elaborado un informe llamado Closing The European Tax Gap donde pone encima de la mesa las escalofriantes cifras que la economía sumergida mueve tanto en España como en el resto de la Unión Europea.

Según señalan la recaudación impositiva que la Unión Europea pierde por la economía sumergida asciende a 865.000 millones de euros al año, lo que equivale a un 17,6% del gasto publico. A esta cifra habría que añadirle los 150.000 millones correspondientes a la evasión fiscal de las empresas.

En el caso de España, el tamaño de la economía sumergida es de 240.000 millones de euros, un 22,5% de su actividad total. Esto supone que la recaudación perdida por estas operaciones que se escapan del control de Hacienda ascendería hasta los 72.000 millones de euros. Sin duda, una cantidad nada despreciable que serviría para paralizar los recortes que se avecinan en las áreas de Sanidad y Educación.

Resulta curioso que no exista a nivel europeo una preocupación real por este asunto y que no se pongan encima de la mesa un agresivo paquete de medidas encaminadas a solucionar de una vez por todas este problema fiscal. Las cifras son brutales y las medidas para acabar con ellas generarían confianza en la sociedad."            (El blog salmón, 18/04/2012)

7.6.11

"En sólo tres años, (2005-2008, el dinero negro) engordó casi cuatro puntos porcentuales y terminó el ciclo en los 200.000 millones de euros"

"La última constatación acaba de producirse. Entre 2005 y 2008, la cara B del dinero español creció a más de un punto porcentual por año y se situó, justo en el inicio de la recesión, en el 23,7% del Producto Interior Bruto.

En total, y en sólo tres años, engordó casi cuatro puntos porcentuales y terminó el ciclo en los 200.000 millones de euros (sobre un total del PIB nacional que ronda el billón).

Y es que, durante ese periodo virtuoso, el lado negro de las cuentas fue incrementándose a razón de más de 20.000 millones al año.

Por el contrario, ha sido explotar la burbuja de la construcción y entrar en crisis el país y ha empezado a bajar el impacto de las actividades ilegales. Lo mismo ocurrió a mediados de los noventa, cuando la España post-Juegos Olímpicos y Expo, entró en un profundo bache. Entonces, la economía sumergida también plegó velas.

La bajamar duró, precisamente, hasta 1997, cuando poco a poco la economía española fue saliendo del agujero. Desde entonces, y a la par del ritmo oficial de crecimiento, la actividad fuera de control fue subiendo hasta llegar a su expresión definitiva a finales de 2007." (La información.com, o2/06/2011)

1.6.11

El dinero que se escapa al control del Fisco se cuadruplicó durante el 'boom' inmobiliario

"La economía sumergida existe, pero no aparece en las estadísticas oficiales. Así, a la espera de que el INE, obligado por la UE, publique una aproximación del dinero B que se mueve en España a partir del próximo año, existen varios análisis que tratan de calcular cuál es su volumen.

Entre ellos, la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) recurre a indicadores sobre el consumo de energía, el uso de capitales y el conocido como MIMIC (Multiple Indicator and Multiple Causes) para llegar a la misma conclusión: la economía sumergida en España representa hasta el 23,7% del PIB entre 2005 y 2008 según las proyecciones más altas recogidas en el informe de Funcas. (...)

Independientemente de la cifra, el estudio constata el fuerte crecimiento de la economía sumergida, que ha pasado de un 12,5% del PIB hasta 1985 a superar el 20% a partir del 2000 al calor del fuerte crecimiento de la economía española vinculado al boom inmobiliario. Este análisis lleva a sus autores a afirmar que "economía sumergida y bonanza económica son perfectamente compatibles". (...)

Por su culpa, las arcas del Estado dejaron de ingresar en la pasada década hasta 32.000 millones de euros, lo que equivale al 5,6% del PIB oficial y, por aquello de comparar, casi el mismo porcentaje de déficit con el que el Gobierno espera cerrar este 2011. (...)

Junto al volumen, el estudio también afirma que hasta 1984 trabajaron en la economía sumergida 1,4 millones de personas. Entre 2006 y 2008, sin embargo, esta cifra se disparó a 4 millones de personas" (El País, 01/06/2011)

3.3.11

La economía sumergida representa el 17% del PIB, según Funcas

"La economía sumergida en España supone entorno al 17% del PIB, según un estudio de los profesores de la Universidad Rey Juan Carlos, María Arrazola, José de Hevia, Ignacio Mauleón y Raúl Sánchez publicado en el último Cuadernos de Información Económica de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).(...)

En términos de recaudación fiscal, el estudio pone de manifiesto que la economía sumergida genera una merma de ingresos fiscales, que estiman en el periodo 1989-2008 entre 30.845 y 32.735 millones de euros anuales de media al año, lo que supone entre el 5,4% y el 5,6% del PIB oficial.

Además, los autores indican que en el caso de que estuvieran todas las actividades económicas sometidas a fiscalidad y asumiendo que la recaudación fiscal observada no variara, la presión fiscal bajaría de media entre 4,5 y 4,8 puntos porcentuales.

En cuanto al efecto en el empleo, sea cual sea el procedimiento de estimación de la economía sumergida que se utilice, el empleo sumergido estimado ha crecido desde 1980, pasando de alrededor de 1,4 millones a más de 4 millones al final de la muestra." (El País, 03/03/2011)