"El periodista Andros Lozano, autor de ‘Costo’, una investigación
sobre el narcotráfico en el estrecho de Gibraltar, advierte de los
riesgos futuros de un negocio cada vez más próspero de tráfico de hachís
y cocaína. Dice saber que ya hay más de un centenar de organizaciones
criminales asentadas.
No es griego ni tiene ascendencia remota helénica, aclara Andros
Lozano cuando se le pregunta por su nombre. Simplemente a su madre le
gustó llamarlo así, pero es un valenciano más, aunque ahora vive en
«algún pueblo» de la provincia de Sevilla. Por motivos de seguridad
prefiere no decir cuál. Su tercer hijo nació tras la publicación de
‘Costo’ (Ed. Libros del K.O., 2023), que ya va por su segunda edición y
es probable que venga una tercera por el éxito que tuvo. «Una de las
cosas que quiero hacer es actualizar el libro, habrá alguna historia
pendiente de sentencia o diligencias y quiero agregar detalles»,
explica.
En el libro menciona el riesgo creciente que ve de un empeoramiento
de la situación de violencia por el narcotráfico en el sur del Estado
español, especialmente en la comarca Campo de Gibraltar. La cocaína está
cobrando protagonismo en una ruta que solía monopolizar el hachís y el
rol de Marruecos. De todo eso y mucho más ha conversado con GARA.
Es de los pocos periodistas que lleva muchos años
investigando el negocio narco en el Estado español para grandes medios.
¿Unos 15, no?
Sí. Estando en Barbate (Cádiz) descubro ese mundo en 2011 y ya antes
llevaba un par de años investigando el asunto. Allí descubrí un mundo en
el que había mil historias por contar y no se estaban contando bien.
En el libro comenta que al enorme negocio del hachís en
Marruecos se viene añadiendo el ingreso de cocaína a España. ¿Cuándo
empieza eso y qué relevancia tiene?
Sí, cocaína que viene de Sudamérica. El punto de inflexión es cuando
en 2018 la Guardia Civil incauta una lancha con 1.600 kilos de cocaína.
Es la primera vez que se constata que el rumor era cierto, que se
introducían grandes cargamentos de cocaína a través de las rutas
tradicionales del hachís. Ya en 2010 se sabe que los narcos marroquíes
no le hacían asco a la cocaína precisamente porque los cárteles
latinoamericanos dejan de usar las rutas tradicionales de cocaína, que
eran Barcelona, Valencia o Galicia, y también la empiezan a mandar hacia
la costa occidental de Africa a través de buques cargueros, de allí al
norte de Africa y luego como si fuera hachís.
De hecho hace unos meses se encontró en Barbate una lancha abandonada
con 670 kilos de cocaína. Los traficantes huyeron tras una persecución.
Esta ruta está en auge y se la conoce ahora como la ruta africana de la
cocaína. Pasa por más manos pero una vez que entra en territorio
marroquí allí los narcos tienen totalmente controlada la distribución y
usan a los que operan en Cádiz para que pongan la mercancía en el
territorio, son intermediarios.
¿Y por el sur de Portugal?
Sí, por Portugal también entra y cuando hay mucha presión policial
los narcos amplían el foco, o hacia Huelva o Portugal o hacia las costas
de Granada. El rio Guadiana fue un lugar de paso de mucha mercancía
pero al final es más gasto, se usa si hay mucha presión policial en la
comarca de Campo de Gibraltar. Se mudan según la fortaleza que tengan
los clanes.
En una entrevista ha dicho que en Francia, Países Bajos y
Bélgica el narco es más agresivo y que eso puede venir al Estado español
en el futuro.
Sí, no sé si será en cinco años o diez, pero cuando hablas con las
fuerzas policiales españolas te explican que es probable que ocurra aquí
lo de allí, esos tipos de delitos, como en Bélgica, donde ponen bombas,
y en Países Bajos, donde tienen amenazada a la princesa, que tiene que
ir escoltada. Esas mismas bandas tienen células activas en España y en
la Costa del Sol, ahí pueden pasar desapercibidas, es un lugar rico y
cosmopolita y no despiertan tantas sospechas.
Tienen presencia ahí, envían gente y ya ha habido sicariato entre
ellos, aunque todavía no han atentado contra jueces y fiscales. Sé que
en el sur algunos jueces y fiscales llevan seguridad porque existe el
temor. Creo que se ha logrado contener hasta ahora precisamente por la
experiencia en la lucha contra el terrorismo, hay experiencia contra el
crimen organizado y somos un país mucho más grande que Bélgica y Países
Bajos con grupos policiales más especializados. Allí cuando se dieron
cuenta lo que entraba no pudieron abordar el fenómeno. También está la
experiencia que dejó Galicia.
O sea que el pronóstico no es optimista...
El Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado del Ministerio
de Defensa ha dicho que la Costa del Sol se ha convertido en epicentro
mundial del narcotráfico, con más de 100 células de decenas de países.
Las bandas luchan entre sí por el control, se pelean por deudas, y eso
hace pensar que en un tiempo, a medio plazo probablemente, veamos
situaciones como que puedan poner una bomba. En Marbella han puesto
bombas en gimnasios ya y se han matado a plena luz del día, pero se ha
sabido contener. Se teme que esto ya no se pueda contener en algún
momento.
¿Cuál es el país europeo en que más consolidado está el poder narco y su violencia?
Seguramente Bélgica. Tiene los puertos por los que más mercancías con
buques mueven y mas contenedores al año reciben. Allí lo que entra
principalmente es cocaína, el hachís suele entrar por carretera. Allí es
un tema político, hay partidos que lo mencionan, pero todavía no hay
respuesta social como la que se vivió en Galicia o Irlanda en su
momento. No existe la sensación entre los medios de que esto sea un
problema serio.
Marruecos es el principal productor mundial de hachís, ¿colabora para combatir el narcotráfico?
Nada, la colaboración de Marruecos es ninguna. Es evidente que existe
connivencia entre las autoridades marroquíes, no sé a la altura de los
dirigentes que llega, pero es evidente la colaboración en el entramado.
Se sabe perfectamente dónde se cultivan las plantas de marihuana, las
zonas de playa más propicias para cargar el hachís en las playas, y de
vez en cuando hay operaciones pequeñas pero es más paripé que una
voluntad clara. Los cultivos además están en la zona del Rif, la que más
dejada está en cuanto a inversiones y desarrollo. Deben pensar que les
conviene dejar el narco allí y no cortarlo para evitar revueltas y
protestas.
¿La Guardia Civil ha sido penetrada por los narcos? ¿Qué nivel de infiltración y colaboracionismo?
Creo que hay más corrupción de la que sale a través de causas
judiciales pero también sé que es una mínima parte de lo que es el
grueso del cuerpo policial o de los equipos que luchan contra el narco.
¿Que la corrupción está muy extendida? Yo creo que no, pero sí más de lo
que aflora en las causas.
El caso que cuenta en el libro de Didí, nacido en Tetuán, me
parece icónico (cayó dos veces preso y sigue «piloteando» las lanchas y
dice que es adicto a esa adrenalina). ¿Hay algo psicológico y
sociológico además de interés material en esta gente?
Probablemente. La mayor parte de los grandes narcos, los grandes
líderes, tienen esto como un estilo de vida, no saben hacer otra cosa,
se enganchan a vivir en la clandestinidad, a estar sorteando la justicia
y la presión policial, y a la riqueza, porque es un elemento adictivo.
Mientras yo estoy a mitad de mañana tomándome un café preparando una
entrevista ellos están pensando como introducir una tonelada de hachís y
por cual ruta. Los narcos españoles tienen asumido que alguna parte de
su vida la van a pasar en prisión, te lo dicen así. Una vez entrar en
prisión lo que intentan es que se vaya acercando a su punto de
residencia para recibir visitas y para estar con su gente. Su paso por
prisión les afecta, por supuesto, pero lo tienen asumido porque a la
larga el beneficio económico les compensa.
El contexto social del que vienen también influye, muchos son de
barrios complejos, no es lo mismo nacer en La Tunara de la Línea de la
Concepción que en el barrio de los Remedios en Sevilla. Antes se decía
que existía respeto entre narcos y policías. pero entre 2015 hasta 2018
ese respeto se quebró, hubo muchas embestidas y tiroteos, que dejaron de
suceder cuando hubo un fuerte despliegue de Interior en el sur.
¿Y el caso de ‘El Nene’ de Ceuta, Mohammed Taieb, que en el
libro recuerda que está desaparecido? Historias como éstas parecen
salidas de una serie de Pablo Escobar y sin embargo no aparecen casi
nunca en las cabeceras mediáticas.
El de Taieb, manteniendo las distancias porque periodísticamente es
interesantísimo y aclarando que me repugna la parte criminal, es el
paradigma del gran narco. Llegó a tener mucha confianza con los señores
de la droga de Marruecos, con 70 grandes mercaderes, a los 20 años. Él
se ocupaba del traslado al otro lado del Estrecho. Empezó de la nada.
Por saber el idioma, por poder cruzar al otro lado (tenía pasaporte
español), fue haciendo mucho dinero y allí vino su revolución: utilizaba
gomas cebo el día de la descarga y solo una o dos llenas de hachís, y
eso provocaba que las fuerzas no sabían a qué lancha seguir. Este método
lo inventó él cuando fue jefe de su propia organización.
Sigue desaparecido, no se sabe qué ha sucedido. La tesis mas
probable, la que maneja su propia familia y las fuerzas policiales, es
que esté muerto. Pero surgieron las leyendas al no aparecer el cuerpo,
algunos dicen que modificó su rostro, o que ordenó simular un tiroteo
ficticio para desaparecer. Pero lo más probable es que unos sicarios
marselleses lo mataron y que lo ordenó su propio cuñado.
¿Por qué no aparecen estas historias en los medios?
Es algo que yo siempre me pregunto, desde el lado periodístico. A lo
mejor en los años 90 se puso un poco más el foco en lo que sucedía con
las muertes de los chavales con la cocaína. Es cierto que sobre lo que
ocurría en el sur de España yo no he encontrado apenas hemeroteca a la
hora de ponerme a escribir. He tenido que citar reportajes de medios, no
había un grueso literario en el que poder basarte. Yo lo que propongo
[en ‘Costo’] es un ensayo sobre el negocio. No sé por qué no hay más
interés mediático y social, quizás porque no ha habido un exceso de
violencia. Creo que es también porque se matan entre ellos. Y porque no
interesa por el turismo y desarrollo económico…
Creo que también si todo esto sucediera en Madrid o Barcelona, nos
echaríamos las manos a la cabeza, no se permitiría como sociedad que en
una ciudad europea moderna sucediera esto. Pero como existe en pueblos
que no se conocen, no tiene la misma consecuencia.
Por lo que ha visto en el sur, ¿ya se puede hablar de cárteles?
Aquí son clanes. Cárteles son en México, por ejemplo. Aquí no tienen
ese nivel de injerencia en la policía y los jueces. Un cártel es el que
controla un territorio y todo el aparato del Estado que existe en ese
territorio, con jueces y policías corrompidos o comprados. Un clan no
tiene ese poder, no llega a tanto. El clan de los Castaña es lo mas
cercano que estuvo a convertirse en cártel. Me lo ha dicho el fiscal
jefe de Algeciras. Llegaron a tener tanto poder dentro del negocio que
cobraron impuestos a otras organizaciones que querían alijar en las
playas que controlaban. La Justicia lo logró frenar.
En el momento en que el dinero de la cocaína se empiece a destinar a
sicarios que amenacen a jueces, a comprar equipos enteros de cuerpos
policiales, puede pasar que se consoliden cárteles, ese es el riesgo.
Existe un riesgo latente porque el negocio es cada vez más próspero en
el sur de España, con implantación de grandes organizaciones
internacionales en la Costa del Sol… Se están poniendo todos los
ingredientes para que a medio plazo puedan vivirse situaciones de mayor
violencia y mayor corrupción y complicación para las instituciones del
Estado. El estrecho y Algeciras están tomando el relevo a Galicia." (Daniel Galvalizi , Rebelión, 27/12/23)