17.4.24

La UE señala el fin del dinero gratis para los países más pobres... La Comisión Europea está presionando para que no se repita el fondo de recuperación pospandemia, así como para que se establezcan condiciones de financiación para las regiones más pobres (POLITICO)

 "La Comisión Europea se pone del lado de un grupo de gobiernos fiscalmente conservadores encabezados por Alemania al resistirse a las exigencias de financiar el gasto mediante un mayor endeudamiento, además de presionar para que se añadan condiciones a los cientos de miles de millones de euros que concede a las naciones más pobres de la Unión Europea.

De hecho, marca el final de una era de dinero gratis, cuando el enorme fondo de recuperación post-pandémica del bloque se componía de deuda compartida en lugar de contribuciones nacionales, y cuando los fondos de la UE para cosas como nuevas carreteras, hospitales y proyectos de energía renovable se prodigaban sobre todo en los países del este y el sur de Europa sin que tuvieran que hacer nada a cambio.

La Comisión, encargada de gestionar el presupuesto septenal de la UE, de 1,2 billones de euros, financiado en su mayor parte por sus miembros, está empezando a pensar en la versión que comenzará en 2028. Las cuestiones llegarán a su punto álgido cuando los países negocien cuánto dinero asignar a los distintos programas. La Comisión presentará una propuesta formal en el verano de 2025, que deberá ser aprobada por unanimidad por los gobiernos antes de finales de 2027.

La complicación añadida en esta ocasión es que, desde el inicio del último ciclo de siete años, la UE creó su fondo de emergencia para la recuperación tras la pandemia, dotado con 723.000 millones de euros, que, por primera vez en la historia del bloque, se basó en la puesta en común de préstamos en nombre de las 27 naciones y no en las contribuciones de los gobiernos.

 Mientras que varios países de la UE -principalmente los más endeudados- quieren que este Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (FRR) se reproduzca tras su expiración en 2026 para crear un "fondo de inversión", la Comisión se opone, según dijeron a POLÍTICO dos altos funcionarios de la Comisión a los que se concedió el anonimato para hablar de deliberaciones privadas.

Para empeorar las cosas para algunos países más pobres, la Comisión quiere extender el modelo de "dinero por reformas" del fondo de recuperación a su actual "política de cohesión", cuyo objetivo es reducir la brecha entre las regiones más ricas y las más pobres y que representa aproximadamente una cuarta parte de todo el presupuesto.

Eso no va a gustar demasiado.

"Algunos países intentarán debilitar la condicionalidad de la reforma... probablemente será uno de los puntos difíciles de las negociaciones", dijo Eulalia Rubio, investigadora del think tank Instituto Jacques Delors.
Políticamente sensible

El ejecutivo de la UE rehúye la idea de crear un fondo de inversión de este tipo -para financiar la defensa y el gasto ecológico en los próximos años- por la oposición de países fiscalmente conservadores como Alemania y Holanda.

Pero las capitales más endeudadas temen que la supresión del FRR las deje con un enorme déficit de gasto en proyectos a largo plazo.

 Aunque la Comisión no tiene la última palabra sobre cómo será el próximo presupuesto de la UE, su propuesta servirá de base para las negociaciones entre las capitales. Las decisiones políticas más delicadas -como la creación de un nuevo fondo de inversión- dependerán en última instancia del resultado de las elecciones europeas de junio y de la composición del nuevo ejecutivo.

Instrumentos de emergencia

La Comisión cree que el Fondo de Cohesión puede utilizarse como instrumento para obligar a los gobiernos a llevar a cabo reformas en una serie de cuestiones - entre ellas las pensiones y las normas democráticas - que llevan años en un segundo plano.

Los fondos de la UE para nuevas carreteras, hospitales y proyectos de energías renovables se han destinado sobre todo a los países del este y el sur de Europa sin que éstos tuvieran que hacer nada a cambio.Esto supondría un cambio respecto al modelo actual, en el que la financiación se paga en función de criterios acordados y no como una zanahoria por cumplir objetivos concretos.

Esto permitiría a la Comisión seguir aplicando sus reformas en todo el bloque sin contraer nuevas deudas ni aumentar drásticamente el tamaño de su presupuesto.

Existe un importante solapamiento entre los proyectos financiados por el FRR y el Fondo de Cohesión. Ambas cajas asignan una parte importante del dinero a los países más pobres, como Portugal en el oeste o Bulgaria en el este.

Pero los funcionarios señalan que hay diferencias entre ambos.

 "[La financiación de la cohesión] tiene que ser un tipo de enfoque de desarrollo a largo plazo; tiene que implicar a los socios locales y regionales", dijo la Comisaria de Cohesión de la UE, Elisa Ferreira, en respuesta a una pregunta de POLITICO. "Todos estos elementos no se encuentran necesariamente en instrumentos de emergencia" como el FRR.

Venta difícil

Los funcionarios de la Comisión admiten que les costará vender el nuevo modelo de cohesión a los países miembros más pobres.

Según un funcionario, los países que actualmente tienen dificultades para utilizar los fondos de cohesión difícilmente acogerán con agrado unas normas más estrictas y un vínculo más estrecho con las reformas.

Los Estados miembros se quejan de que una montaña de trámites burocráticos les impide obtener su parte del dinero del FRR.

Margarida Marques, eurodiputada socialista portuguesa, declaró en un acto celebrado esta semana: "Cuando pregunto a los actores, cuando pregunto a los ayuntamientos, me dicen que es más difícil [conseguir dinero del FRR que del presupuesto de la UE]".

Pero Rubio, del Instituto Jacques Delors, sugiere que, en última instancia, las capitales más pobres podrían tener poca influencia para oponerse a las nuevas normas.

La necesidad de aportar dinero fresco para impulsar el crecimiento en países que esperan su adhesión -como Ucrania y los países de los Balcanes Occidentales- y pagar la deuda post-pandémica podría socavar los llamamientos en favor de un presupuesto mayor.

"Si [los países miembros] temen perder dinero, puede que se enfrenten a una situación en la que no tengan mucha capacidad para pedir el mismo dinero sin condiciones", afirmó."      

( Gregorio Sorgi  , POLITICO, 15/04/24, traducción DEEPL)

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