26.3.24

Tenía ganas de leer algo así... España, Irlanda, Malta y Eslovenia se comprometen a reconocer el Estado palestino Una declaración impulsada por Pedro Sánchez exige un alto el fuego en Gaza en un tono más duro que el adoptado por la Unión Europea... y también que cuando "La cumbre de la Unión Europea llegó precedida de un ambiente belicista como no se recordaba en Bruselas en muchos años", Pedro Sánchez lanzó en la cumbre un mensaje claro a sus colegas, para que se rebajen los tambores de guerra y el tono belicista. No se puede hablar de que la UE está ante un potencial escenario de guerra

 "España, Irlanda, Malta y Eslovenia se comprometen a reconocer el Estado palestino.

 España, Irlanda, Malta y Eslovenia han exigido este viernes de manera conjunta un “alto el fuego inmediato” en Gaza y se han comprometido a trabajar para reconocer el Estado palestino. En una declaración impulsada por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, los cuatro líderes aseguran que darán el paso del reconocimiento “cuando las circunstancias sean las adecuadas y sea una contribución positiva”. Su tono es mucho más exigente con Israel que el adoptado el jueves por la UE en su conjunto, que —aunque es el mensaje más contundente hasta el momento en esta crisis— se limitó a reclamar este jueves una “pausa humanitaria inmediata que conduzca a un alto el fuego sostenible”.

El reconocimiento del Estado palestino es una de las palancas de presión para presionar a Israel. Sánchez, que ya prometió que lo haría si llegaba a la presidencia, lleva semanas tratando de impulsar que ese reconocimiento se haga a nivel europeo o en grupo para potenciar la señal.

Ocho países de la UE reconocen ya el Estado palestino: Chipre, República Checa, Hungría, Eslovaquia, Suecia, Rumania, Bulgaria y Polonia. La mayoría son países del Este que lo hicieron en la década de 1980, antes de la caída del telón de acero. Solo Suecia rubricó ese reconocimiento tras su entrada en la UE. Pese a esa realidad, algunos de esos Gobiernos, como el húngaro y el checo, son muy cercanos al Gobierno de Benjamin Netanyahu, que no acepta la largamente aprobada solución de los dos Estados. Por ejemplo, el primer ministro checo, Petr Fiala, ha sido uno de los que más resistencia ha mostrado en este Consejo Europeo a que apareciera la expresión “alto el fuego” en las conclusiones finales de la reunión.

El líder español ha explicado en la rueda de prensa posterior a la cumbre que él no está incómodo con el texto final de la UE, pero defiende que da pie para avanzar algo más: “Después de las conclusiones que hemos acordado en el consejo, es un buen momento para que algunos países demos ese paso. Es importante que países de distintas zonas y de distintas familias políticas demos ese paso decisivo para resolver esta crisis. Como bien señala el comunicado, será conforme vaya actualizándose alguno de los elementos clave, entre ellos cuestiones sobre la gobernabilidad de la autonomía palestina”.

España quiere reconocer a Palestina antes del verano y está acelerando su ofensiva diplomática para no ir sola. En las discusiones de las últimas semanas han estado también otros países, como Bélgica, Portugal y Luxemburgo. Pero la situación crítica en Gaza, donde se contabilizan más de 30.000 muertos y el riesgo de hambruna es tangible, ha acelerado el proceso. Sánchez se ha reunido este viernes por la mañana con el irlandés Leo Varadkar, el maltés Robert Abela y el esloveno Robert Golo, los líderes de los otros tres países firmantes que tenían clara su postura para sacar adelante ya una declaración contundente solo horas después de la común alcanzada por los Veintisiete. (...)"              (María R. Sahuquillo , Manuel V. Gómez , El País, 22/03/24) 


"Sánchez y otros líderes rebajan el relato belicista en la UE: “Ni economía de guerra ni tercera guerra mundial”.

 La cumbre de la Unión Europea llegó precedida de un ambiente belicista como no se recordaba en Bruselas en muchos años. El club comunitario prepara su primera estrategia de industria de defensa, se habla de cómo emprender y financiar un rearme. El tono es duro. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha planteado incluso la posibilidad de que haya soldados europeos sobre el terreno en Ucrania, aunque no sea para tareas de combate. El presidente del Consejo, Charles Michel, reclama que la Unión debería prepararse para pasar “a un régimen de economía de guerra”. La jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, lanzó que la guerra “no es imposible”. Antes de entrar al consejo, el propio Pedro Sánchez habló de “fortalecer la capacidad de disuasión” frente al régimen de Vladímir Putin. Pero el líder español, según diversas fuentes europeas, lanzó en la cumbre un mensaje claro a sus colegas, especialmente a los más cercanos geográficamente a Rusia, los más belicosos, pero también a Macron, para que se rebajen los tambores de guerra y el tono belicista. Hay alerta, compartieron otros líderes del sur y oeste de Europa, pero no hay que alarmar a la población, la retórica debe ser moderada. No se puede hablar de que la UE está ante un potencial escenario de guerra.

No hay una gran división en la UE sobre la ayuda militar a Ucrania, que todos apoyan. Y España siempre lo ha respaldado de forma nítida, y de hecho en las conclusiones no ha habido gran discusión, al contrario de lo que sucede por ejemplo cuando se habla de la guerra en Gaza, pero sí hay inquietud en Sánchez y otros presidentes del sur o el oeste de Europa —como Portugal o Irlanda— en el tono belicista y la idea de que la guerra no solo en Ucrania, sino en la propia UE es inminente.

Sánchez fue rotundo en este sentido en la rueda de prensa, en la que admitió que había planteado esta cuestión en la cumbre. “La contención es muy importante. No se puede hablar alegremente de terceras guerras mundiales ni trasladar mensajes que preocupan a la ciudadanía”, dijo el presidente en clara referencia a las palabras de su homóloga estonia. “Los ciudadanos quieren que sigamos apoyando a Ucrania, pero tenemos que utilizar otro lenguaje. No me siento reconocido cuando se habla de convertir a Europa en una economía de guerra ni con expresiones como tercera guerra mundial”, remató. De hecho, en la pregunta estaba incluida la mención de la propia ministra de Defensa, Margarita Robles, que llegó a decir que “un misil balístico puede llegar perfectamente desde Rusia a España”, por lo que esa llamada a la contención podía entenderse como una desautorización de la propia ministra.

Sánchez insistió en que España apoya no solo la ayuda militar a Ucrania, sino la idea de reforzar la industria de defensa europea y también la posibilidad de emitir eurobonos para financiar este esfuerzo común de aumentar la potencia militar. Pero una cosa es eso, y otra admitir que se hable ya de guerra dentro de la UE, como ha llegado a lanzar el primer ministro polaco, Donald Tusk, que señaló que estamos en un momento de preguerra. “La seguridad es un bien público, tenemos que financiarla con presupuestos europeos. España piensa que si vamos a una mayor industria de defensa tendremos que valorar la mutualización de la deuda para financiarla. Pero en la escalada verbal no está España y no está el Gobierno y eso lo he trasladado a los demás miembros del consejo”, señaló Sánchez.

En línea similar, Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, fue también muy claro en Bruselas. “La guerra no es inminente. Vivimos en paz. Apoyamos a Ucrania. No somos parte de esta guerra, simplemente apoyamos a Ucrania. Y tenemos que prepararnos para el futuro, aumentar nuestras capacidades de defensa, aumentando las capacidades de defensa de nuestra industria”, dijo. Y reclamó: “No asustemos a la gente innecesariamente. La guerra no es inminente. No se trata de morir por Donbás, se trata de apoyar a Ucrania, [ayudarles] a que no los maten en Donbás. O no ser asesinado en Kiev, cuando hay bombardeos”. (...)"            (Carlos E. Cué , María R. Sahuquillo , El País, 22/03/24)

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