7.5.24

¿Por qué nos podemos tomar una infusión de hojas de té o de granos de café, y fumar hojas de tabaco... pero tenemos prohibidísimo tomarnos una infusión de HOJA de coca? Situación legal de la hoja de coca en la ONU y las actuaciones de Bolivia para protegerla

"(...) La prohibición durante décadas de la hoja de coca en los tratados de drogas de la ONU y la oportunidad de reforma que ofrece el reciente proceso de revisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ocuparon un lugar destacado en el 67º período de sesiones de la Comisión de Estupefacientes (CND) de la ONU, celebrado en Viena del 14 al 22 de marzo de 2024. El primer número de las Crónicas de la Coca trató sobre la actual clasificación de la hoja de coca en la Lista I de la Convención Única de 1961 de las Naciones Unidas sobre Estupefacientes (o su prohibición efectiva) y el inicio por parte de Bolivia del proceso de revisión crítica de la OMS. Este segundo episodio de las Crónicas de la coca destaca tres acontecimientos ocurridos durante la reciente sesión de la CND: (1) el apoyo a la revisión de la coca por parte del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos; (2) el llamamiento de Bolivia para proteger la hoja de coca como recurso genético; y (3) una actualización de los preparativos de la OMS para la revisión. (...)
1. Apoyo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Por primera vez, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, participó en persona en la CND. Türk, que se convirtió en Alto Comisionado en 2022, intervino durante la apertura del segmento de alto nivel de la CND el 14 de marzo, en la que pidió un «cambio transformador en la política mundial de drogas (enlace externo) » y llamó la atención sobre el informe 2023 de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACDH). 1 El innovador informe de la OACDH (enlace externo) hace referencia a la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, que establece que los pueblos indígenas tienen derecho a sus medicinas tradicionales y a mantener sus prácticas de salud. El informe de la OACDH también hace referencia a las Directrices Internacionales sobre Derechos Humanos y Política de Drogas (enlace externo ) que destacan «los derechos de los Pueblos Indígenas a ser consultados y al consentimiento libre, previo e informado en relación con los asuntos que les afectan, incluidas las medidas de control de drogas y los acuerdos que puedan afectar a sus tierras, recursos, culturas e identidades».

Ese mismo día, Türk también intervino en el acto paralelo de alto nivel (enlace externo) sobre «Los derechos humanos en la política mundial de drogas y el caso de la actual clasificación de la hoja de coca en la Convención Única de 1961»,2 organizado por Colombia y Bolivia con el apoyo de Canadá, Chequia, Malta, México, Suiza y la OACDH:

«Los pueblos indígenas han sufrido décadas de profunda discriminación y violaciones de sus derechos humanos: se les han robado sus tierras, territorios y recursos, y muchas de sus culturas han sido destruidas o siguen amenazadas. […] Los pueblos indígenas también han sido objeto de una vigilancia excesiva en prácticas como el cultivo de subsistencia de plantas narcógenas -cultivos que pueden utilizarse como medicinas tradicionales, que son esenciales para sus vidas y medios de subsistencia, y que tienen un profundo significado cultural y espiritual. Desde 1961, la hoja de coca -una planta sagrada para muchos pueblos indígenas- está clasificada como droga de la Lista I, lo que obliga a los países a penalizar su consumo y cultivo».

En ese contexto, el Alto Comisionado agradeció a Bolivia por encabezar el proceso de revisión de la clasificación de la hoja de coca, que señaló «podría marcar un importante punto de inflexión para los derechos humanos de los Pueblos Indígenas en muchos países».3 Esperaba con interés los resultados del Comité de Expertos de la OMS en Farmacodependencia ( enlace externo)(ECDD) que lleva a cabo la revisión, subrayando «la necesidad crítica de asegurar y apoyar la participación significativa de los Pueblos Indígenas en todas las etapas». Según Türk, «cualquier decisión que se tome sobre este asunto debe tener en cuenta las implicaciones en materia de derechos humanos para los pueblos indígenas afectados», animando a la OMS a «aprovechar la experiencia específica de los diversos mecanismos de la ONU para los pueblos indígenas, incluido el Foro Permanente de la ONU para las Cuestiones Indígenas».

Del mismo modo, el vicepresidente boliviano David Choquehuanca, hablando en el mismo evento paralelo (enlace externo), «instó a la OMS a incluir la perspectiva indígena y el conocimiento de la Medicina Tradicional durante el desarrollo del proceso de revisión crítica». En este sentido, señaló la recomendación del Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas de abril de 2023 (enlace externo ) para que la OMS «establezca un órgano consultivo de alto nivel con representantes de los pueblos indígenas para orientar su labor en materia de salud humana y planetaria» y «adopte una política y un mandato relativos a los pueblos indígenas».4 La revisión crítica de la hoja de coca que el Comité de Expertos de la OMS ha iniciado a partir de la notificación de Bolivia (enlace externo) representa «un paso importante para corregir el error histórico de la Convención de 1961 que destinó la hoja de coca al exterminio y un avance hacia la reconciliación del sistema de tratados de control de drogas con los derechos de los Pueblos Indígenas». La revisión, según Choquehuanca, «es una buena oportunidad para que la OMS entable un diálogo con los pueblos indígenas y cree puentes entre la medicina académica y la medicina natural».
2. Bolivia pide proteger la hoja de coca como recurso genético

El discurso de Choquehuanca se centró principalmente en la necesidad de una protección jurídica internacional de la hoja de coca como recurso genético y patrimonio de los pueblos indígenas andino-amazónicos. Señaló dos mecanismos que podrían explorarse con ese fin: el Protocolo de Nagoya del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) y el próximo instrumento jurídico sobre conocimientos tradicionales asociados a los recursos genéticos negociado bajo los auspicios de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).

El Protocolo de Nagoya sobre Acceso a los Recursos Genéticos y Participación Justa y Equitativa en los Beneficios ( enlace externo) contiene disposiciones sobre los derechos de los pueblos indígenas a utilizar de forma sostenible y beneficiarse de la utilización de sus recursos genéticos, incluidas las especies vegetales. Un ejemplo es el acuerdo Rooibos ( enlace externo) con el pueblo sudafricano KhoiSan en el que «la industria detrás del té de hierbas rooibos ha acordado pagar un porcentaje del dinero que se gane a los pueblos indígenas que utilizaban la planta antes de que se industrializara la producción». Gabón ha intentado aplicar las normas de Nagoya para proteger su planta psicodélica autóctona iboga (enlace externo); el acuerdo propuesto podría «poner fin al comercio ilegal de la «madera sagrada» de Gabón y permitir por fin que las comunidades tradicionales también se beneficien equitativamente de los beneficios económicos de este patrimonio nacional ancestral.»

En el caso de la hoja de coca, múltiples pueblos indígenas de la región andino-amazónica comparten usos y conocimientos tradicionales de larga data. En ese contexto, Choquehuanca llamó la atención sobre el artículo 10 del Protocolo, que prevé la opción de «un mecanismo mundial multilateral de participación en los beneficios para abordar la participación justa y equitativa en los beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales asociados a los recursos genéticos que se produzcan en situaciones transfronterizas», como es el caso de la hoja de coca. En la Conferencia de las Partes del CDB y su Protocolo de Nagoya prevista para octubre de 2024 en Colombia, según Choquehuanca, «podríamos discutir la utilidad de un mecanismo multilateral transfronterizo para proteger el sello de la información genética de la hoja de coca.» [SPA 2] El Acta de Ginebra del Arreglo de Lisboa relativo a las Denominaciones de Origen y a las Indicaciones Geográficas (enlace externo), que protege los productos que tienen un vínculo especialmente fuerte con su lugar de origen, también ofrece la posibilidad de una solicitud conjunta, en virtud del apartado 4 del artículo 5, en caso de zona geográfica de origen transfronteriza.

Mientras tanto, también bajo los auspicios de la OMPI, está prevista una Conferencia Diplomática sobre Recursos Genéticos y Conocimientos Tradicionales Asociados (enlace externo) que se celebrará los días 13 y 14 de mayo de 2024 en Ginebra. El objetivo de la conferencia será adoptar un nuevo instrumento jurídico para mejorar la protección de los derechos indígenas dentro del actual régimen de propiedad intelectual. La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas establece en su artículo 31 que los pueblos indígenas tienen derecho a controlar y proteger la propiedad intelectual sobre su patrimonio cultural, sus conocimientos tradicionales y sus expresiones culturales tradicionales. Sin embargo, el actual régimen de propiedad intelectual no reconoce esos derechos y, en la práctica, los pueblos indígenas se enfrentan a menudo a la explotación, el uso indebido, la apropiación indebida y el robo de sus recursos genéticos y conocimientos tradicionales. Un comité intergubernamental de la OMPI lleva más de dos décadas reuniéndose para abordar esas lagunas del régimen, y en dos ocasiones se ha convocado un taller de expertos indígenas (enlace externo) para contribuir al proceso. El último, en febrero de 2023, aporta comentarios detallados sobre el proyecto de texto y expresa su esperanza de que «este instrumento tenga la oportunidad de corregir la naturaleza discriminatoria del actual sistema de propiedad intelectual y establecer mecanismos para reconocer los derechos de los pueblos indígenas sobre su propiedad intelectual a nivel internacional».6 Los expertos indígenas también llamaron la atención sobre la necesidad de cooperar en asuntos transfronterizos, sugiriendo la creación de un organismo indígena regional para tratar eficazmente los recursos genéticos, los conocimientos tradicionales y las expresiones culturales que se extienden por más de un Estado.

Abordando los retos transfronterizos del Protocolo de Nagoya y las negociaciones de la OMPI, Choquehuanca ha propuesto convocar un taller de expertos de las comunidades indígenas que cultivan la hoja de coca en toda la región andino-amazónica. Un mecanismo para proteger la hoja de coca como recurso genético asociado a usos y conocimientos tradicionales tiene un doble objetivo, dijo Choquehuanca:

«El escenario esperado de que el proceso de revisión crítica llevado a cabo por la OMS resulte en la liberación de la hoja de coca de la Lista I, abriría la posibilidad de un mercado internacional legal para los productos de coca en su forma natural o industrializada. Queremos asegurarnos de que una posible apertura no pueda ser utilizada indebidamente por empresas comerciales extranjeras, impedir la aprobación de patentes relacionadas con la hoja de coca sin el consentimiento informado previo, y garantizar que una gran parte de los ingresos de un futuro mercado legal de productos naturales de la hoja de coca contribuya al desarrollo de los pueblos indígenas transfronterizos andino-amazónicos. Al mismo tiempo, contar con un mecanismo de protección a través de los instrumentos internacionales mencionados, reforzado por la legislación nacional y los acuerdos regionales, ayudaría a prevenir la proliferación del cultivo y la producción de productos de la hoja de coca sin un control adecuado en caso de apertura de los mercados internacionales». 7 [SPA 3]

A este respecto, pueden extraerse valiosas lecciones de los esfuerzos peruanos por proteger la planta de la maca contra la biopiratería y las patentes de empresas extranjeras. Las raíces de la maca también han sido utilizadas por los pueblos indígenas andinos durante miles de años con fines nutricionales y medicinales. El auge del mercado internacional de la maca como «superalimento» y medicina natural ha llevado a su cultivo en China y a que empresas estadounidenses adquieran patentes sobre determinados extractos de maca. Los grupos indígenas no han intentado reclamar la propiedad de la maca mediante patentes : «Evitan designar qué grupos tienen derecho sobre la planta manteniéndola en el ámbito de los conocimientos comunales y la propiedad cultural».8 En su lugar, Perú respondió reforzando la legislación nacional y apelando a los mecanismos de protección internacionales para revocar las patentes extranjeras.

En conclusión, Choquehuanca argumentó en Viena que «la verdad sobre la hoja de coca, como recurso natural y no como droga, está emergiendo gradualmente en la conciencia colectiva» y que la «plena legalización de la producción y el consumo de la hoja de coca en su estado natural proporcionaría grandes beneficios a la humanidad y grandes oportunidades de industrialización y comercialización para los Pueblos Indígenas transfronterizos de Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador». [SPA 4]

La globalización de los usos de las plantas psicoactivas desde sus nichos tradicionales originales a nuevos contextos culturales conlleva muchos retos, y se pueden extraer lecciones de las experiencias con la ayahuasca o el kratom, por ejemplo. En el caso de la coca, se ha producido un proceso de diversificación a lo largo de los siglos a medida que el uso de la planta se extendía fuera de las zonas indígenas originales hacia el norte de los Andes, la cuenca occidental del Amazonas y hacia el sur, hasta Chile y Argentina. Han seguido surgiendo nuevas formas de consumo en los entornos urbanos de la región, así como en el extranjero, siguiendo los patrones de migración andina y a través de la venta a pequeña escala por Internet. Como se menciona en el expediente de apoyo (enlace externo) Bolivia presentado con la notificación de revisión, hoy en día ya no es posible «considerar las costumbres ancestrales como el único punto de referencia debidamente válido, y en el proceso descalificar la amplia gama de desarrollos actuales como de alguna manera menos legítimos».9 [SPA 5] Aún así, para evitar la captura corporativa de los mercados internacionales de coca y garantizar que los beneficios apoyarán a los pueblos indígenas y a las comunidades locales de la región, será importante utilizar el Protocolo de Nagoya y los mecanismos de la OMPI para la protección del patrimonio cultural, los recursos genéticos, los conocimientos tradicionales y las indicaciones geográficas (enlace externo). (...)

Un representante de la Alianza Internacional Indígena sobre Políticas de Drogas, Diego Andrés Lugo-Vivas (enlace externo) de Cauca, Colombia, fue uno de los pocos oradores de la sociedad civil en el segmento de alto nivel. Habló sobre el dramático nivel de violencia contra los defensores de los derechos humanos en Colombia, donde desde 2016 más de 1.200 líderes sociales han sido asesinados, incluidos muchos líderes campesinos e indígenas. «La regulación de la coca», dijo, «debe perseguir la despenalización de los grupos más vulnerables (familias productoras, por un lado, y consumidores, por otro).» En un evento paralelo sobre Usos lícitos de la hoja de coca (enlace externo), Andrés López, ex director del Fondo Nacional de Estupefacientes del Ministerio de Salud de Colombia, explicó las exenciones legales de los tratados para los usos industriales de la coca; y Felipe Tascón, responsable del Programa de Desarrollo Alternativo de Colombia (PNIS), pidió la «necesaria eliminación de la coca del índice de prohibición». [SPA 6]

En general, el proceso de revisión crítica de la hoja de coca estuvo visiblemente presente en la CND de marzo de 2024 y recibió un importante apoyo de diversos actores del sistema de la ONU, así como de la sociedad civil. Sigue habiendo importantes interrogantes sobre cómo y si la revisión de la OMS que se está llevando a cabo puede abarcar las múltiples dimensiones del estatus de la hoja de coca dentro del sistema de tratados de drogas de la ONU. Pero el nivel de compromiso en la reciente sesión de la CND ofreció una señal prometedora para el futuro. (...)"                      (TNI, 24/04/24)

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