26.3.24

Otra decisión abominable más hoy del poder judicial británico, violando el principio del debido proceso, en el continuo juicio político farsa de Julian Assange. A pesar de reconocer que Estados Unidos está comprometido a negarle a Assange el derecho más básico a la libertad de expresión; que lo está discriminando por su nacionalidad, como ciudadano no estadounidense; y que corre una amenaza real de pena de muerte en el sistema penal estadounidense, el tribunal de apelaciones del Reino Unido todavía no está preparado para liberarlo (Jonathan Cook)

Jonathan Cook @Jonathan_K_Cook

ÚLTIMA HORA: Otra decisión abominable más hoy del poder judicial británico, violando el principio del debido proceso, en el continuo juicio político farsa de Julian Assange. A pesar de reconocer que Estados Unidos está comprometido a negarle a Assange el derecho más básico a la libertad de expresión; que lo está discriminando por su nacionalidad, como ciudadano no estadounidense; y que corre una amenaza real de pena de muerte en el sistema penal estadounidense, el tribunal de apelaciones del Reino Unido todavía no está preparado para liberarlo. 

En lugar de ello, busca aún más garantías de Estados Unidos sobre el trato que recibirá Assange en caso de que sea extraditado. Mientras tanto, permanecerá enjaulado en la prisión de alta seguridad de Belmarsh (ha estado allí durante cinco años) bajo un régimen que el ex experto de la ONU Nils Melzer ha descrito como tortura psicológica sostenida. Este caso nunca ha sido sobre hechos legales. 

Siempre se ha tratado de ganar tiempo. Desaparecer a Assange de la vista pública. Para vilipendiarlo. 

Destruir la principal plataforma editorial para que los denunciantes expongan los crímenes de Estado. Y muy posiblemente para proporcionar una solución final al problema que Assange planteó a la impunidad del Estado al matarlo por el estrés sostenido de un encarcelamiento y un juicio interminables.

(BREAKING: Yet another abhorrent decision today by the British judiciary, violating the principle of due process, in the continuing political show trial of Julian Assange. Despite recognising that the US is committed to denying Assange the most basic of free speech rights; that it is discriminating against him on the basis of his nationality, as a non-US citizen; and that he is under real threat of the death penalty in the US penal system, the UK appeal court is still not prepared to free him. Instead it is seeking yet more assurances from the US about Assange's treatment should he be extradited. In the meantime, he will stay caged in the high-security Belmarsh prison – he's been there for five years now – under a regime the former UN expert Nils Melzer has described as sustained psychological torture. This case has never been about the legal facts. It has always been about buying time. To disappear Assange from public view. To vilify him. To smash the main publishing platform for whistleblowers to expose state crimes. And very possibly to provide a final solution to the problem Assange posed to state impunity by killing him from the sustained stress of endless incarceration and trial.)

Última edición12:31 p. m. · 26 mar. 2024 135,4 mil Reproducciones

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