16.6.24

Enric Juliana: El regreso del Frente Popular... Es la primera vez que en Francia vuelve a utilizarse ese nombre para definir una alianza de partidos de izquierda... Después de varios años de ostracismo, los socialistas franceses le dan su apoyo... La rapidez de este acuerdo ha cogido por sorpresa a Macron, que esperaba poder formar un gran bloque electoral de centro con parte de la izquierda. En paralelo, la Agrupación Nacional (antiguo Frente Nacional) ha efectuado una veloz maniobra de aproximación al viejo movimiento gaullista (Los Republicanos) que ha supuesto la ruptura del mismo... Si el general De Gaulle levantase la cabeza… Frente Nacional versus Frente Popular. Este choque podría laminar a la plataforma liberal-centrista de Macron... lo que ocurra en Francia, como ha pasado casi siempre, tendrá influencia en España

 "En Francia regresa el Frente Popular. Este es el nombre que ha adoptado la coalición electoral formada a toda prisa por el Partido Socialista, el movimiento Francia Insumisa (con ecos de Podemos), el Partido Comunista y los ecologistas, con el apoyo de diversas agrupaciones de izquierda de carácter menor. 'Le nouveau Front Populaire'.

El nuevo Frente Popular dice el cartel de la coalición, rememorando la unión de comunistas y socialistas en noviembre de 1935 ante el auge del fascismo y el nazismo en Europa. Esa coalición ganó las elecciones parlamentarias francesas de mayo de 1936 y gobernó el país hasta 1938, bajo la presidencia del socialista Léon Blum, que fue objeto de una salvaje campaña de calumnias por su ascendencia judía. La fórmula del Frente Popular, aplaudida por la Internacional Comunista después de haber calificado insensatamente de “traidores” a los socialdemócratas europeos, se repitió en España, dando lugar a la coalición que ganó las elecciones legislativas de febrero de 1936, tres meses antes que en Francia, bajo la batuta de Manuel Azaña (Izquierda Republicana) y del Partido Socialista Obrero Español, con una presencia muy minoritaria de los comunistas hasta bien iniciada la Guerra Civil. En Catalunya esa alianza adoptó el nombre de Front d’Esquerres, liderada por Esquerra Republicana. La fórmula del Frente Popular trataba de establecer una alianza entre las fuerzas obreras y los sectores de la pequeña burguesía opuestos al fascismo.

Es la primera vez que en Francia vuelve a utilizarse ese nombre para definir una alianza de partidos de izquierda. En los años setenta surgió la Unión de las Izquierdas basado en un ‘programa común’ entre socialistas y comunistas, con clara preeminencia de los primeros. Con el apoyo de esta alianza, François Mitterrand conquistó la presidencia de la República en 1981. Hubo ministros comunistas en el primer gobierno nombrado por Mitterrand, que tuvo como primer ministro al socialista Pierre Mauroy. Esa alianza se rompió en 1984 y fue retomada por Lionel Jospin en 1997 con el nombre de ‘izquierda plural’.

Después de varios años de ostracismo, los socialistas franceses  dan apoyo al nuevo Frente Popular, después de ‘resucitar’ en las recientes elecciones europeas con un 13,8% de los votos en coalición con un grupo denominado Place Publique (Plaza Pública). En esas elecciones el PS aceptó como jefe de lista a Raphaël Gluksmann, hijo del filósofo André Gluksmann, compañero de Bernard-Henri Lévy y Pascal Brukner, entre otros, en la generación de los Nuevos Filósofos que en los años setenta rompieron con el marxismo. Al igual que su padre, André Gluksmann (Boulogne-Villancourt, 1979), periodista y activista político, defendió en su día la invasión de Irak, apoyó públicamente a Nicolas Sarkozy en su primera fase presidencial y se implicó en favor de las manifestaciones ucranianas del Maidán (la revuelta anti-rusa en Kyiv en 2013), evolucionando del liberalismo a posiciones más de izquierda, hasta fundar el movimiento Place Publique con el que se ha incorporado a las listas del PS con un notable éxito en las elecciones del pasado domingo. Todo muy francés. Todo muy parisino.

Tras la vertiginosa decisión adoptada el pasado domingo por el presidente Emmanuel Macron de disolver el Parlamento y convocar elecciones legislativas para los próximos días 30 de juno y 7 de julio, Raphaël Gluksmann ha acabado dando apoyo al Frente Popular, pese a sus reticencias iniciales. El nombre evoca los años treinta, pero en esta ocasión nadie les podrá acusar de complicidad con Rusia. Uno de los puntos del programa común dice lo siguiente: “Hay que defender a Ucrania y la paz en el continente europeo. Defenderemos de manera indefectible la soberanía y la libertad del pueblo ucraniano, así como la integridad de sus fronteras, mediante la entrega de las armas necesarias”.

Sobre Israel y Gaza el programa del nuevo Frente Popular francés dice: “Reconoceremos de manera inmediata al estado palestino y romperemos de manera inmediata con el apoyo culpable del gobierno francés a los gobiernos supremacistas de extrema derecha de Beniamin Netanyahu, para imponer un alto el fuego inmediato y hacer respetar el dictamen de la Corte Penal Internacional que habla sin ambigüedades del riesgo de un genocidio. Trabajaremos para la liberación de los rehenes capturados después de la masacre terrorista de Hamas…”

Firman estos puntos el Partido Socialista, la Francia Insumisa de Jean-Luc Melenchon, el Partido Comunista y los ecologistas. Cerraron el pacto programático en cuatro días, llegando también a un rápido acuerdo sobre el reparto de los candidatos para cada circunscripción. El punto sobre Ucrania era una de las líneas rojas planteadas por Gluksmann inicialmente refractario a alcanzar un pacto con el movimiento de Jean-Luc Melenchon. No se ha señalado el nombre de un posible primer ministro en caso de victoria electoral. Gluksmann ha dicho que no debería ser Melenchon, 

La rapidez de este acuerdo ha cogido por sorpresa a Macron, que esperaba poder formar un gran bloque electoral de centro con parte de la izquierda. En paralelo, la Agrupación Nacional (antiguo Frente Nacional) ha efectuado una veloz maniobra de aproximación al viejo movimiento gaullista (Los Republicanos) que ha supuesto la ruptura del mismo. El presidente de los Republicanos, Eric Ciotti, firmó en secreto un acuerdo de coalición con el partido de Marine Le Pen, que fue rechazado el miércoles por la dirección gaullista. Al verse expulsado, Ciotti se encerró en la sede nacional de Los Republicanos, formación adherida al Partido Popular Europeo. Si el general De Gaulle levantase la cabeza…

Frente Nacional versus Frente Popular. Este choque podría laminar a la plataforma liberal-centrista de Macron, que toma el nombre de Renaissence (antes En Marche y la Repúblique en Marche) que se halla en sus horas más bajas. Hemos de recordar que las elecciones legislativas se llevan a cabo en Francia con el procedimiento de dos vueltas. Vienen unas semanas políticas muy interesantes en Francia.

Italia adelanta muchos acontecimientos, por eso hablamos del Laboratorio Italia, título de un reciente y espléndido libro de la corresponsal de La Vanguardia en Roma, Anna Buj. Italia nos está mostrando en estos momentos como la extrema derecha de origen fascista puede convertirse en mainstream, influyendo en la derecha tradicional. Es fascinante ver cómo la prensa conservadora de Madrid está beatificando estos días a Giorgia Meloni, equiparándola con Isabel Díaz Ayuso. Italia experimenta y Francia marca tendencias. De Francia puede salir un gobierno de extrema derecha que cohabite con el liberal Macron durante los dos últimos años de su presidencia, y puede surgir también una súbita reacción electoral en favor del nuevo Frente Popular. En ambos casos, lo que ocurra en Francia, como ha pasado casi siempre, tendrá influencia en España.

En España no sería fácil reflotar el nombre del Frente Popular, por los ecos de la Guerra Civil. Tampoco sería fácil que se diese un acuerdo de ese tipo en sólo cuatro días y aún sería más difícil un pronunciamiento sobre Ucrania tan claro como el de la izquierda francesa. La última experiencia unitaria de la izquierda española lleva el sedoso nombre de Sumar, con decepcionantes resultados en las recientes elecciones. No es probable que veamos un nuevo Frente Popular en España, pero sí podríamos ver nuevas fórmulas de acuerdo en el ámbito de la izquierda, según como vayan las cosas en Francia. Una futura alianza electoral entre el PSOE y Sumar, o con una parte de Sumar, por ejemplo. Para ello aún falta tiempo. Quizá mucho tiempo. Primero habrá que digerir los resultados de las recientes elecciones europeas con sus múltiples variables y repercusiones. No perdamos de vista que en estos momentos están en crisis los dos principales gobiernos de la Unión Europea, los gobiernos de Alemania y Francia."                (Enric Juliana , La Vanguardia, 15/06/24)

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