13.6.24

Varoufakis: La Unión Europea se está convirtiendo en una unión para la guerra... una política militarista se está apoderando de la UE... Las empresas occidentales de combustibles fósiles ven a Israel como el socio más fiable en Oriente Próximo... Este neocolonialismo energético alimenta y refuerza las estructuras dominantes de opresión... En décadas pasadas, permitimos que la energía se privatizara, que se convirtiera en un monopolio de propiedad privada... La respuesta es sencilla pero exige una gran lucha: la energía debe volver a ser un bien público... ¿Cómo podemos conseguir una agenda contrahegemónica en Europa diferente a la de la clase dominante? Nuestra revolución debe utilizar la tecnología que Big Tech está desarrollando ahora. Puede proporcionarnos los medios para comunicarnos, cooperar y asestar golpes al imperio del capital a lo largo y ancho... legislando para que las empresas pertenezcan a quienes trabajan en ellas sobre la base de un empleado, una acción, un voto; y negando a los bancos el monopolio sobre las transacciones de las personas... El fin del poder del capital sobre la sociedad permitirá a las comunidades decidir colectivamente sobre la sanidad, la educación y la inversión para salvar el medio ambiente de nuestro crecimiento virulento... Esta doble democratización, del capital y del dinero, parece un sueño imposible. Pero no es más imposible de lo que sonaban en el pasado las ideas de una persona, un voto

 "En los últimos meses, las movilizaciones en solidaridad con el pueblo palestino han crecido en todo el mundo. Pero no en todas partes son bien recibidas -o incluso toleradas- por los poderes fácticos. En abril, el ex ministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis tenía previsto comparecer, a través de videoconferencia, en un congreso por Palestina celebrado en Berlín. En lugar de ello, la reunión fue disuelta por la policía y se le prohibió la entrada en el país.

En vísperas de las elecciones al Parlamento Europeo del próximo fin de semana, la guerra de Israel en Gaza es, para muchos de los principales partidos, un tema del que prefieren no hablar. Pero el partido paneuropeo de Varoufakis, DiEM25, es sin duda una excepción, al adoptar una postura firme a favor de Gaza. En una entrevista con Ferdinando Pezzopane, habló de la complicidad de Occidente en la guerra, de las protestas contra ella y de la perspectiva de construir una Europa diferente.
Ferdinando Pezzopane

Los Estados miembros de la Unión Europea están reprimiendo la disidencia popular ante la guerra de Israel y el apoyo de sus dirigentes a la misma. El gobierno alemán, supuestamente de centro-izquierda, ha disuelto todo tipo de manifestaciones a favor de Palestina. Incluso detienen a activistas judíos antisionistas como los miembros de Jewish Voice for Peace, un grupo al que se le congeló la cuenta bancaria.

 En abril, tanto usted como el rector de la Universidad de Glasgow fueron expulsados de Alemania, tras acusaciones infundadas de propagar el antisemitismo. Tales acusaciones también se han dirigido contra cualquiera que exprese críticas contra Israel y su régimen de apartheid y pida el fin del genocidio, incluso cuando la islamofobia del establishment no deja de aumentar. ¿Qué está ocurriendo realmente aquí?

Yanis Varoufakis

Hace un par de meses, no creía probable que el Estado alemán me prohibiera la entrada en el país, y especialmente por mi participación en un acto por la paz y la detención de un genocidio. El hecho de que esa prohibición se extendiera incluso a mi participación digital en actos en Alemania no hace más que añadir lo absurdo de los extremos a los que están dispuestos a llegar para prohibir las voces propalestinas a favor de la paz.

Ahora es evidente que no hay límites a las medidas que esta Europa tomará para silenciar cualquier voz que no le siga el juego. La razón de ello es la transformación de la Unión Europea en una Unión de Guerra, la transformación de la UE en una marioneta de la OTAN.

 Josep Borrell, responsable de Asuntos Exteriores de la UE, nos dio una idea del cambio del cosmopolitismo al etnorregionalismo cuando describió la UE como un hermoso «jardín» amenazado por la «jungla» no europea que acecha fuera de sus fronteras. Más recientemente, el presidente francés, Emmanuel Macron, y Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, pidieron a los europeos no solo que se prepararan para la guerra, sino también, y de manera crucial, que confiaran en su industria armamentística para el crecimiento económico y el avance tecnológico de la UE.

Tras fracasar en su intento de convencer a Alemania, y a los llamados Estados nacionales frugales, de la necesidad de una unión fiscal adecuada, su desesperada posición de repliegue es ahora defender una Unión de Guerra. Nuestros partidos MeRA25 en Italia, Alemania y Grecia, y nuestros aliados Clare Daly y Mick Wallace, que se presentan a estas elecciones europeas, consideran que nuestra oposición a estos planes es una de nuestras principales luchas políticas en el próximo Parlamento Europeo.

 Ferdinando Pezzopane

Sus estudios más recientes se centraron en la relación entre tecnología y sistema económico, acuñando también el concepto «tecnofeudalismo». Israel, en su ocupación militar de los territorios palestinos, está utilizando tecnología militar, software complejo e incluso inteligencia artificial a gran escala. Todo esto es producido principalmente por las universidades israelíes, que han sido fundadas sobre la expropiación y ocupación de tierras palestinas, y tienen el mandato de apoyar acríticamente el constante expansionismo de Israel. De este modo, los conocimientos, desde la ingeniería a la arqueología, pero también las ciencias duras, legitiman y alimentan a las IDF [Fuerzas de Defensa de Israel] y el genocidio. ¿Qué tiene que decir su análisis sobre estas tecnologías y la producción de conocimiento en Israel?

Yanis Varoufakis

Siento discrepar de su premisa: Israel no ha desarrollado sus armas de alta tecnología de forma independiente, como tampoco ha desarrollado sus bombas, cazas, tanques y misiles de forma independiente. Toda la tecnología importante que Israel ha desplegado para reprimir y matar palestinos ha procedido de Estados Unidos.

Sí, Israel ha desarrollado sus propias e impresionantes capacidades de I+D que permiten a las FDI y a otros organismos estatales modificar, desarrollar y evolucionar las tecnologías de origen estadounidense. Y sí, Israel se ha especializado en la vigilancia algorítmica, o basada en la nube. Sin embargo, no hay duda de que Washington, DC, podría apagar los [sistemas] de alta tecnología de Israel con sólo pulsar un interruptor, exactamente igual que Elon Musk, si lo desea, puede apagar su reluciente Tesla.

Por eso en Tecnofeudalismo, mi último libro, me detengo poco en Israel: no es un actor en el enfrentamiento de los dos países que duopolizan el capital de la nube: Estados Unidos y China.

Ferdinando Pezzopane

El sector del conocimiento no es el único vinculado a Israel. Las empresas occidentales de combustibles fósiles ven a Israel como el socio más fiable en Oriente Próximo. Siguen manteniendo acuerdos comerciales para la investigación y extracción de combustibles fósiles, incluso en las aguas territoriales de Palestina. La Unión Europea, con su plan RePower EU, considera a Israel un socio estratégico crucial para el sector energético. Este neocolonialismo energético alimenta y refuerza las estructuras dominantes de opresión. Usted siempre dice que Europa o se democratiza o implosiona. Sin duda, la UE no puede ser un «jardín», como afirma el jefe de Asuntos Exteriores Borrell, mientras estamos quemando el futuro de comunidades enteras.

Yanis Varoufakis

Sin paz y justicia medioambiental, no hay futuro. En décadas pasadas, permitimos que la energía se privatizara, que se convirtiera en un monopolio de propiedad privada. La energía es un bien esencial, no podemos vivir sin ella. Esto a su vez significa que las entidades privadas propietarias del sector energético amasan un gran poder y son capaces de imponer a los gobiernos acuerdos para perforar nuestros mares en busca de combustibles fósiles y acuerdos con Estados genocidas como Israel.

La respuesta es sencilla pero exige una gran lucha: la energía debe volver a ser un bien público, propiedad en su totalidad del sector público, que opere para el bien común, no para obtener beneficios. A los capitalistas no les importa el medio ambiente. Sólo les importa el beneficio. Debemos recuperar el sector energético.
Ferdinando Pezzopane

El genocidio en Palestina parece encapsular toda una serie de crisis. En todo el mundo estamos viendo movilizaciones de apoyo al pueblo palestino y llamando al boicot académico y económico de Israel. Usted también es profesor universitario: ¿Cuál cree que es la importancia de estas protestas en los campus universitarios?

Yanis Varoufakis

Me llenan de esperanza y optimismo. Me traen a la memoria recuerdos del histórico movimiento antibelicista en Estados Unidos contra la guerra de Vietnam y, por supuesto, la rebelión de mayo del 68. La ola de persecución y censura desatada por Estados Unidos, pero también por los gobiernos de la UE que apoyan la maquinaria bélica de Israel a costa de intelectuales, manifestantes y toda voz que hable en favor de la paz, no va a doblegar al movimiento de solidaridad con Palestina. Al contrario, los movimientos estudiantiles están ganando impulso en todo el mundo y el elemento clave para la necesaria escalada reside en la participación, junto con los estudiantes, de los sindicatos y los movimientos de base por la paz.

En cuanto al boicot a Israel, es fundamental. DiEM25 y yo personalmente, mantenemos estrechos vínculos con el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones [BDS]. Defiende el sencillo principio de que los palestinos tienen los mismos derechos que el resto de la humanidad. Para demostrar este principio, el BDS llama al boicot de bienes, servicios, etc. israelíes por parte de todos nosotros, como ciudadanos, consumidores, académicos, para presionar a Israel para que cumpla con el derecho internacional. Sólo tenemos a nuestra clase para confiar: nuestros gobiernos son totalmente complacientes con los intereses de los oligarcas, el establishment de la UE y la OTAN.

Ferdinando Pezzopane

En Italia, los estibadores del CALP [Colectivo Autónomo de Trabajadores Portuarios] han adoptado un enfoque antimilitarista, negándose a cargar armas en los barcos. Otro sindicato de base, SiCobas, boicotea a grandes minoristas como Carrefour y otras empresas vinculadas a Israel. El Collettivo [di Fabbrica] GKN -un grupo de trabajadores del automóvil despedidos cerca de Florencia, que reclama una estrategia de reindustrialización ecológica dirigida por los trabajadores- está creando movilizaciones con la comunidad palestina y los movimientos por el clima. ¿Cómo podemos alimentar estas diferentes llamas de resistencia y tratar de conseguir una agenda contrahegemónica en Europa diferente a la de la clase dominante?

Yanis Varoufakis

Estando codo con codo con los movimientos de base que están surgiendo ahora mismo en Europa en demanda de paz y justicia medioambiental, y por supuesto con los sindicatos. La clase dominante está utilizando el miedo para controlar a las masas. Nosotros, como verdadera izquierda radical, debemos romper este miedo con una visión de una utopía tangible.

Nuestra revolución debe utilizar la tecnología que Big Tech está desarrollando ahora. Puede proporcionarnos los medios para comunicarnos, cooperar y asestar golpes al imperio del capital a lo largo y ancho. Todo lo que tenemos que hacer es utilizarla para unirnos y convertir el sueño imposible en un plan evidente.

Pero, ¿qué significa en la práctica derribar el imperio del capital? ¿Cómo puede la humanidad reclamar sus bienes comunes saqueados, en la tierra, en los océanos, en el aire, y pronto en el espacio exterior?

De dos maneras: legislando para que las empresas pertenezcan a quienes trabajan en ellas sobre la base de un empleado, una acción, un voto; y negando a los bancos el monopolio sobre las transacciones de las personas.

Entonces, los bancos y los beneficios se marchitarán como fuerzas motrices de nuestras economías, porque los bancos quedarán desfigurados y la distinción entre beneficios y salarios dejará de tener sentido: todo el mundo sería accionista por igual de las empresas para las que trabaja.

La muerte simultánea del mercado de acciones y del mercado de trabajo, junto con el desmantelamiento de los bancos, redistribuirá automáticamente la riqueza, permitirá ofrecer una renta básica a todo el mundo y, como magnífico subproducto, eliminará los incentivos para hacer la guerra.

El fin del poder del capital sobre la sociedad permitirá a las comunidades decidir colectivamente sobre la sanidad, la educación y la inversión para salvar el medio ambiente de nuestro crecimiento virulento.

Por fin será posible una auténtica democracia, que se practicará en las asambleas de ciudadanos y trabajadores; no a puerta cerrada donde se reúnen oligarcas herméticos.

Esta doble democratización, del capital y del dinero, parece un sueño imposible. Pero no es más imposible de lo que sonaban en el pasado las ideas de una persona, un voto, o de acabar con los derechos divinos de los reyes."

(Yanis Varoufakis fue ministro de Finanzas griego durante los primeros meses del gobierno liderado por Syriza en 2015... Ferdinando Pezzopane estudia ciencias de la cooperación y el desarrollo internacional en la Universidad de Turín. JACOBIN, 04/06/24, traducción DEEPL)

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