15.7.24

Asturias va bien: ¡Quién nos lo iba a decir! Este buen momento de la economía asturiana pueda tener algunas razones estructurales más sólidas y de más largo aliento: el tirón del metal aplicado a las estructuras para energías renovables, paneles y torres de eólica, las empresas tecnológicas, con un notable peso en el PIB de la economía autonómica, o la agroindustria, asociada a una “marca Asturias” eco y de calidad... “El ciclo largo de la crisis de la economía asturiana puede que haya llegado a su final”... Asturias recoge ahora mismo el fruto de decisiones que fueron acertadas como el parque científico y tecnológico de Cabueñes, e incluso de otras que no lo fueron tanto como la ampliación de El Musel... la reforma laboral ha jugado un papel importante a la hora de favorecer la demanda interna y el consumo

 "Asturias va bien. Al menos desde el punto de vista macroeconómico así lo es. El paro baja, incluso más que en otras comunidades autónomas, y la economía podría crecer este año casi al mismo nivel de la media española, rompiendo de ese modo la histórica tendencia del Principado a ir muy detrás del resto del país incluso en los momentos de mayor bonanza. El informe ‘Situación Asturias 2024’ elaborado por BBVA Research prevé un crecimiento del Producto Interior Bruto de Asturias (PIB) del 2,3% en 2024 y del 2% en 2025. 

Con un crecimiento del PIB que llegó al 4,1 en 2022, los años postpandémicos han sido buenos para la economía asturiana, como en general para la economía española, en parte por un efecto rebote tras el confinamiento, en parte por la llegada de fondos europeos, y claro está, el boom del turismo, que también se ha sentido en una Asturias convertida en destino de moda. Sin embargo, más allá de coyunturas, también parece que este buen momento de la economía asturiana pueda tener algunas razones estructurales más sólidas y de más largo aliento: el tirón del metal aplicado a las estructuras para energías renovables, paneles y torres de eólica, las empresas tecnológicas, con un notable peso en el PIB de la economía autonómica, o la agroindustria, asociada a una “marca Asturias” eco y de calidad. Más inquietante, pero no por ello despreciable desde el punto de vista económico, está el desarrollo de la industria armamentística, que tiene en Asturias empresas tan importantes como Expal o General Dynamics, que se están beneficiando de los tambores de guerra que suenan en Europa y en el mundo.

Sectores tecnológicos y desarrollo de la industria de las renovables

“El ciclo largo de la crisis de la economía asturiana puede que haya llegado a su final” avanza optimista David Rivas, catedrático jubilado de estructura económica, que se muestra muy interesado por el despegue de “sectores muy tecnológicos” como la construcción naval, que vive un renacer tras haber sido dada por muerta a principios del siglo XXI.

Para el economista gijonés, Asturias recoge ahora mismo el fruto de decisiones que fueron acertadas como el parque científico y tecnológico de Cabueñes, e incluso de otras que no lo fueron tanto como la ampliación de El Musel: “Siempre fui muy crítico, pero ahora está sirviendo para acoger proyectos industriales muy interesantes, así que me alegro de que finalmente vaya a servir para algo”.

Para Rivas el momento dulce de la economía asturiana es inseparable del buen momento de la economía española, en el que cree que la reforma laboral ha jugado un papel importante a la hora de favorecer la demanda interna y el consumo: “En España hay un contraste muy fuerte entre la confrontación política y la estabilidad que luego tiene el país a la hora de la verdad. Seguimos teniendo sindicatos fuertes y una patronal relativamente razonable”.

Desde el lado sindical José Manuel Zapico también cree que a pesar de la inflación medidas como la reforma laboral, la subida del SMI y las pensiones, la creación de empleo público o los convenios laborales firmados en algunos sectores están permitiendo una buena capacidad de consumo de los hogares. El informe de BBVA Research sobre Asturias así lo constata y señala que está subiendo el gasto en transporte, alojamiento y restauración. Este ascenso del gasto también lo ha reseñado el INE a través de la “Encuesta de Presupuestos Familiares”, que estima un incremento del 14% en los hogares asturianos.

Con todo, el líder de CCOO considera que la prosperidad “va por barrios” y apunta que “ahí sigue la brecha de desigualdad que dejó la crisis de 2008”. Corregirla pasa por subir los salarios, pero no sólo. El precio de la vivienda se ha convertido en la actualidad en uno de los principales factores de empobrecimiento de la clase trabajadora. Para Zapico el Gobierno asturiano debería ser más ambicioso a la hora de redistribuir los beneficios del buen momento económico. ¿Cómo? El sindicalista apunta la necesidad de más progresividad fiscal en los tributos autonómicos para así recaudar más y mejorar la financiación de los servicios públicos: educación, sanidad, cuidados, vivienda… También para crear un fondo público de inversión que permita la participación del Principado en las empresas estratégicas de la economía asturiana y así blindar el sector industrial.

Otra desigualdad es la territorial. BBVA apunta a un dinamismo económico muy concentrado en el área central asturiana, y más en concreto en las dos principales ciudades asturianas. Noticias como la concesión de ayudas del Estado para la apertura de una fábrica de paneles solares en la antigua Vesuvius del Nalón, o la reconversión de la DANONE de Salas en una nueva planta de producción de queso mozzarella son positivas, pero insuficientes para los territorios más castigados por la transición energética a unas energías renovables cuyo despliegue genera al mismo tiempo conflictos en el medio rural y centenares de empleos en la comarca de Avilés y otras zonas industriales del área central.

Debilidades del nuevo ciclo económico

En el capítulo de sombras tanto Rivas como Zapico apuntan a la excesiva dependencia del turismo, un sector que está generando mucho empleo, pero de mala calidad, y muy frágil en caso de crisis. “Una economía basada en el turismo es una economía insegura, muy débil y vulnerable”, explica Rivas, que como parte positiva señala que Asturias esté recibiendo una gran cantidad de turismo europeo, un tipo de visitante con mayor poder adquisitivo y que de media deja más dinero que el turista español. “Asturias no está masificada todavía como destino turístico. El Gobierno debería ser inteligente y hacer las cosas bien ahora que está a tiempo” explica el economista, que señala el encarecimiento de la vivienda como uno de los principales problemas del turismo masivo.

Otras amenazas a tener en cuenta son el envejecimiento de la población y la falta de mano de obra cualificada, sobre todo en la industria. Con respecto a la primera Rivas apunta que la llamada “economía plateada” también ofrece oportunidades para Asturias, y no sólo en el sector de los cuidados: “Tenemos mucha población envejecida, pero con buena salud, buenas pensiones, la vivienda pagada y mucha capacidad de consumo”. Con respecto a lo segundo, Zapico apuesta por acelerar el desarrollo de la FP dual y aumentar el atractivo profesional de los oficios relacionados con la industria para que haya relevo generacional en los talleres.

Para el líder de CCOO la rebaja del precio de la energía y el éxito o no de la transición energética, y más en concreto de la descarbonización de ArcelorMittal, pendiente de la decisión de los magnates del acero, decidirán la suerte de la economía asturiana, razón por la que considera urgente aumentar la capacidad pública de control en los sectores estratégicos de la economía asturiana.

También BBVA considera que el futuro económico de Asturias se jugará el año que viene en la industria. Si la economía europea mejora y el precio de la energía desciende esto se notará en las fábricas asturianas. Un mantenimiento del turismo y una mejora de las exportaciones industriales podría llevar a una caída del paro al 11,6%, porcentajes insólitos en una comunidad en la que hace una década el desempleo llegó a superar el 22,8%. De la consolidación o no de estas tendencias dependerá que Asturias vaya superando cierto pesimismo adherido a menudo a la piel de sus habitantes casi como una segunda piel."                (Diego Díaz, Nortes, 05/07/24)

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