"El mercado laboral español cerró noviembre con señales positivas en varios frentes. El paro registrado cayó en 16.036 personas respecto al mes anterior, un descenso moderado pero significativo si se considera la estacionalidad de este periodo, marcado por el final de la temporada turística. Con un total de 2.586.018 desempleados, se trata de la cifra más baja en este mes desde 2007, antes de la Gran Recesión.
En paralelo, la ocupación alcanzó máximos históricos, situándose en niveles nunca vistos para un mes de noviembre. La cifra de contratos indefinidos también reflejó una tendencia alentadora: en el mes se firmaron 1,30 millones de contratos, el 42% de ellos con carácter indefinido, consolidando la estabilidad del empleo tras los cambios derivados de la reforma laboral.
Aunque los datos generales son positivos, persisten algunos retos. La pérdida de 120.000 afiliaciones en el sector de la hostelería, ligada al cierre de la temporada turística, fue el principal factor de caída del empleo este mes. Sin embargo, este impacto fue parcialmente compensado por incrementos en la educación y el comercio, reflejando una leve diversificación sectorial.
El descenso del paro benefició especialmente a las mujeres, con una reducción de 10.811 desempleadas, aunque siguen representando 6 de cada 10 personas en situación de desempleo. Entre los jóvenes, el paro bajó en 3.796 personas, situándose por debajo de los 200.000, un dato que refuerza la importancia de las políticas orientadas a la inserción juvenil.
La calidad del empleo sigue mejorando: los contratos indefinidos permanentes aumentaron en 450.075 personas respecto al año anterior, mientras que la afiliación con contratos fijos discontinuos y temporales descendió en 71.940 y 26.062, respectivamente. Este cambio estructural apunta a una menor rotación y mayor estabilidad para los trabajadores.
Por otro lado, la tasa de cobertura del sistema de protección por desempleo alcanzó el 72,2% en octubre, lo que evidencia una mejora en la protección social de los desempleados.
Pese a los avances, expertos y sindicatos coinciden en que la estacionalidad sigue siendo un desafío. Para reducir su impacto y avanzar hacia un modelo más resiliente, es clave seguir impulsando la diversificación económica y mejorar la especialización sectorial. Además, propuestas como la reducción de la jornada laboral máxima de 40 a 37,5 horas podrían contribuir a consolidar el empleo y aumentar la productividad.
El mercado laboral español ha mostrado signos de fortaleza
estructural en noviembre. Sin embargo, consolidar esta tendencia será
esencial para que los beneficios lleguen a todas las familias
trabajadoras del país." (Mundo Obrero, 03/12/24)
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