2.2.25

Los avances científicos con las sustancias psicodélicas están revolucionando la investigación farmacológica y la terapia psicológica... La pandemia global de la salud mental ha llevado al gobierno australiano a regularizar el uso de MDMA y psilocibina como tratamientos de salud mental... han considerado que existen suficientes pruebas para abrir la puerta a su uso por parte de médicos y psiquiatras... En Estados Unidos, varios fármacos están cerca de ser aprobados y las clínicas que usan algunas de estas drogas se extienden cada vez más. Pero como suele ocurrir, en Europa las cosas van más despacio y el uso de este tipo de sustancias sigue encontrándose en un limbo regulatorio... Es por ello que un grupo de 32 asociaciones lideradas por un colectivo multidisciplinar de científicos, médicos, terapeutas y defensores de los derechos humanos de 18 países ha lanzado una campaña ciudadana de recogida de firmas bajo el nombre PsychedeliCare con el objetivo promover el acceso seguro y legal a terapias asistidas por sustancias psicodélicas, integrándolas de forma regulada en los sistemas de salud pública de Europa (Yago Álvarez Barba)

 "Los avances científicos con las sustancias psicodélicas están revolucionando la investigación farmacológica y la terapia psicológica. Pero la pandemia de problemas de salud mental va más rápido que las aprobaciones por parte de las autoridades farmacológicas y que los ensayos clínicos. En Australia, por ejemplo, han decidido no esperar más. La pandemia global de la salud mental ha llevado al gobierno australiano a regularizar el uso de MDMA y psilocibina como tratamientos de salud mental. Muchos de los ensayos con esas sustancias todavía no han pasado todas las fases hasta su aprobación, pero han considerado que existen suficientes pruebas para abrir la puerta a su uso por parte de médicos y psiquiatras.

En Estados Unidos, varios fármacos están cerca de ser aprobados y las clínicas que usan algunas de estas drogas se extienden cada vez más. Pero como suele ocurrir, en Europa las cosas van más despacio y el uso de este tipo de sustancias sigue encontrándose en un limbo regulatorio. Lo que va igual de rápido o más en el viejo continente son los graves problemas de salud mental como la depresión, estrés postraumático o los desórdenes por consumo de sustancias.

Según datos del último barómetro de salud de la Unión Europea (UE), una de cada seis personas en el continente sufre algún tipo de problema de salud mental. La ansiedad y la depresión eran los más frecuentes en la UE antes de la pandemia, seguidos de los trastornos relacionados con el consumo de alcohol y drogas, el trastorno bipolar y la esquizofrenia.

Es por ello que un grupo de 32 asociaciones lideradas por un colectivo multidisciplinar de científicos, médicos, terapeutas y defensores de los derechos humanos de 18 países ha lanzado una campaña ciudadana de recogida de firmas bajo el nombre PsychedeliCare con el objetivo promover el acceso seguro y legal a terapias asistidas por sustancias psicodélicas, integrándolas de forma regulada en los sistemas de salud pública de Europa. 

La campaña arrancó el pasado 14 de enero y tiene un año para recoger un millón de firmas en un año. De conseguirlo, la Comisión Europea tiene tres meses para pronunciarse y plantearse su implementación, lo que podría dar forma a una iniciativa legislativa que se debería votar y debatir en el Parlamento Europeo.

El primero objetivo de la campaña es “apoyar el establecimiento de un consenso de expertos con psicodélicos y promover una postura unificada que facilite su regulación”, explica a El Salto Elizabet Domínguez, psicóloga y doctora en farmacología, coordinadora del equipo español de PsychedeliCare y vocal de la Sociedad Española de Medicina Psicodélica (Sempsi).

Por el momento, son solo algunas empresas farmacéuticas las que firman acuerdos con hospitales para avanzar en la investigación y en los ensayos clínicos. Es por ello que la campaña también exige que  se fomente la inversión pública europea de las terapias asistidas con psicodélicos. “Se necesita que, tanto los profesionales como los pacientes, tengan más seguridad regulatoria y que este tipo de terapias lleguen a más gente”, dice Domínguez, que señala que actualmente este tipo de tratamientos en Europa se hacen en clínicas privadas que no todo el mundo se pueden permitir: “La inversión pública y su fomento en la sanidad pública favorecerá que estas terapias lleguen a más gente”.

Ese mismo enfoque lo comparte la fundación International Center for Ethnobotanical Education, Research and Service (ICEERS), que apuntan en un comunicado en apoyo a la campaña que “este tipo de regulaciones no sólo beneficiarán a los pacientes, sino que también contribuirán al desarrollo de un modelo de salud pública más inclusivo e innovador”. Desde esta organización que también forma parte de la campaña, defienden que “estas prácticas, respaldadas por investigaciones científicas, ofrecen soluciones prometedoras para trastornos mentales que los tratamientos convencionales no han logrado resolver de manera efectiva”, en palabras de su director científico José Carlos Bouso, el cual trabaja actualmente en un prometedor ensayo clínico para tratar las adicciones a drogas usando la ibogaina, una sustancia extraída de un arbusto original de África llamado iboga.

El arranque de la recogida de firmas también tendrá su presentación en las instituciones europeas el próximo 6 de febrero en el que expertos en la materia y componentes de la campaña la presentarán en el Parlamento Europeo. El evento unirá a legisladores, sociedad civil, médicos, investigadores y representantes de pacientes y manifestará “una llamada a la acción hacia la innovación en Europa, para la inclusión de estas terapias tan prometedoras en respuesta a las limitadas opciones de tratamiento existentes y las muchas necesidades por cubrir”.                   (Yago Álvarez Barba , El Salto, 02/02/25)

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