18.1.12

Valencia no tiene 7.770 euros para continuar una investigación sobre la diabetes. ¡Páguenme mi linea de investigación contra la diabetes, señorito! ¡Por caridad! Dios se lo pagará...

 Silvia Sanz, ayer tras volver a su puesto en el Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia

"Una colecta particular permite contratar a una investigadora despedida.

Cristina Ponce es la madre de una adolescente de 14 años con diabetes. El pasado mes de abril inició por su cuenta una campaña de recogida de fondos para apoyar la investigación contra esta enfermedad. “Es lo único que puedo hacer por curar a mi hija”, explica con naturalidad para justificar la iniciativa.

Gracias a los 7.700 euros obtenidos de meriendas y huchas solidarias o de la venta de camisetas y lotería, el Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia (CIPF), que a finales de noviembre sufrió un severo Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que dejó en la calle a 113 de sus 224 empleados, contratará a Silvia Sanz, como adelantó este miércoles el diario Levante-EMV.

Esta investigadora especializada en diabetes, que podrá seguir con el trabajo que dejó a medias, se vio afectada por los despidos. De momento, hay fondos hasta el mes de mayo, aunque la idea es seguir recogiendo dinero para mantener a Silvia en su laboratorio “y si podemos, incluso contratar a dos investigadores más”, apunta la impulsora de esta particular colecta."             (El País, 11/01/2012)

"El centro Príncipe Felipe de Valencia, asfixiado por la Generalitat, echa a la mitad de su plantilla.

 El cartel con la frase Se vende. Salas blancas a estrenar recibe desde hace semanas a las personas que acceden al Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) de Valencia, abierto hace seis años, que afronta un futuro incierto tras despedir el viernes casi a la mitad de su plantilla.(...)

 Tras reducir a la mitad el dinero que el Gobierno valenciano destinaba a la institución (de 9,8 millones de euros en 2009 a 4,6 millones en 2011) y recortar más las ayudas para 2012 (4,4 millones), el ERE al que se ha visto abocado el centro no solo ha supuesto el despido de 113 de los 244 empleados, sino una rebaja media salarial del 12% y la desaparición de 14 de los 26 laboratorios existentes.

El centro también ha perdido 1,7 millones de ayudas del Ministerio de Ciencia, al rebasar la Generalitat su límite de déficit. En todo este tiempo, los ingresos a cuenta de los fondos conseguidos por los investigadores se han mantenido entre los cinco y los siete millones de euros anuales.(...)

 El proceso de despidos se ha llevado a cabo con el centro de investigación descabezado. Con la comisión científica dimitida, el gerente llevó las riendas, tutelado por la Generalitat.

El gerente, Rubén Moreno, dimitió hace un mes. Muy próximo a él, el presidente de la Generalitat le ha dado un puesto en la candidatura del PP por Valencia y será diputado en el Congreso durante la próxima legislatura.

Moreno ha sido blanco de las críticas del comité de empresa, que le responsabiliza en buena medida de la crisis del CIPF. Durante su gestión se han producido patinazos como la explosiva salida -con denuncias incluidas- de la investigadora Almudena Ramón, que se hizo famosa al conseguir que ratas parapléjicas con la médula seccionada volvieran a caminar. (...)

 Los trabajadores del centro culpan a Moreno de haber destinado 1,5 millones de euros a cuatro salas blancas (a las que hace referencia el cartel de la entrada, unas zonas de experimentación que garantizan condiciones de aislamiento total) que no se usan.

O contratos de difícil explicación, como el adjudicado por 113.700 euros a una empresa para que desarrollara una aplicación informática, que se amplió hasta los 227.300 euros. El trabajo nunca se hizo y meses después se encargó a otra firma -por 101.650 euros- la misma tarea."             (El País, 27/11/2011)


 Teresa Gilabert supo hace tres años que su hija padecía una de las llamadas enfermedades raras para la que no hay tratamiento eficaz, la ataxia de Friedreich.(...)

 Lo primero fue un sorteo; después, conciertos de música, obras de teatro, espectáculos flamencos y cuotas de asociados. Entre unas cosas y otras logró más de 700 socios y 33.000 euros de recaudación, cantidad que donó al Instituto de Neurociencias de Alicante para contratar a un investigador dedicado en exclusiva a buscar tratamientos contra esa enfermedad. (...)

Martínez Pérez destaca que la aportación de la asociación de Granada "mantiene un contrato de investigación" que les permite avanzar más rápido en los experimentos y abordar otros nuevos. "En los tiempos que corren los laboratorios tenemos poco dinero y hemos de acotar nuestros programas de trabajo a aquellos que tienen financiación", indica.

"Sin la aportación de la asociación tendríamos que focalizar los esfuerzos en otras enfermedades o incluso abandonarla, si no tuviera soporte económico suficiente, que fundamentalmente se utiliza para contratar personal científico", comenta."    (Público, 24/01/2012)

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