"La causa que instruye la Audiencia Nacional por el alijo de 13 toneladas de cocaína importadas a través de una empresa de El Campello y la desarticulación de una de la mayores redes de narcos que introdujo en España numerosos alijos de droga con la presunta colaboración de un inspector jefe que dirigía la UDEF en Madrid ha sumado otro funcionario policial más investigado en el caso. El análisis de los terminales telefónicos incautados a los detenidos y otras pesquisas realizadas por Asuntos Internos de la Policía han puesto al descubierto que un agente que trabaja como escolta del presidente del Senado colaboró presuntamente con un lugarteniente del jefe de la organización y le facilitó datos sobre placas de matrícula de vehículos que resultaron ser coches camuflados de la Brigada Central de Estupefacientes de la Policía Nacional, que ya seguía la pista a esta organización.
Por ello, Asuntos Internos acudió a principios de junio a la Comisaría Especial del Senado y procedió a tomar declaración en calidad de investigado no detenido al escolta del presidente de la Cámara Alta. El agente ha sido investigado por un delito de revelación de secretos por haber realizado consultas en las bases de datos policiales sobre varios vehículos y en su descargo alegó que lo hizo en dos ocasiones a petición de un amigo que conoce desde hace dos décadas, del gimnasio, y que pensó que no estaba haciendo «nada malo», de ahí que no lo comunicara a sus jefes, según se recoge en un informe remitido por Asuntos Internos al juzgado central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional.
El amigo de este policía del Senado, Eduardo M., está considerado en la investigación como lugarteniente del presunto cabecilla de la organización, Ignacio T., y es primo de otro de los supuestos jefes de la red -«el Tigre»-, que está huido y se le sitúa en Dubai. Según el escolta, su amigo le dijo que habían entrado a robar en casa de su hermano en Fuente el Saz de Jarama (Madrid) y le facilitó una matrícula que podría estar relacionada con dicho asalto. La segunda matrícula estaba relacionada con un problema con una mujer, según señaló este policía del Senado.
Coches camuflados
Sin embargo, Asuntos Internos recoge en un informe que dichas matrículas no guardaban relación con esos casos y se trataba de coches policiales camuflados. Uno de ellos se encontraba junto a una nave de Eduardo M. en el municipio madrileño de Fuente el Saz de Jarama, donde el 23 de julio de 2024 se descargó un contenedor importado por Abadix Fruits, la empresa de El Campello que meses más tarde gestionó el contenedor donde se hallaron en Algeciras 13.062 kilos de cocaína. Aunque en esta misma nave se intervinieron 1.605 kilos de cocaína en 2021 a la misma organización, la inspección realizada el pasado año resultó negativa y no se encontró cocaína, pero las pesquisas desvelaron la presunta implicación del agente de la Comisaría del Senado.
Una de las matrículas fue recabada por el vecino de El Campello imputado en la causa tras facilitársela el camionero que llevó el contenedor y fue consultada por el policía del Senado y también por el exjefe de la UDEF, acusado de facilitar la introducción masiva de contenedores contaminados con cocaína durante al menos cinco años.
A raíz de este informe el magistrado lo ha comunicado a la Fiscalía para que se pronuncie sobre la presunta responsabilidad penal de este policía.
Además del informe de Asuntos Internos, la Brigada Central de Estupefacientes ha realizado otro sobre el análisis de teléfonos móviles intervenidos y de intervenciones telefónicas y en dicho estudio se concluye que el considerado como uno de los principales cabecillas sufragó la huida durante cinco meses de José Miguel B. C. y Vilma Janet A.B., los dueños de la empresa de El Campello que importó el contenedor y se entregaron a la Policía el pasado marzo. Tras ser asistidos por el abogado Francisco Miguel Galiana Botella, la mujer -administradora de Abadix Fruits- quedó en libertad provisional y a su marido, que necesita ir a diálisis tres días por semana, se le concedió la prisión atenuada en su lujoso chalet de El Campello.
En una de las conversaciones intervenidas, el considerado jefe de la red le comenta a Eduardo M. que necesita «respirar» y afirma que, además del dinero invertido y perdido por el alijo de 13 toneladas, lleva gastadas decenas de miles de euros para que la pareja de El Campello «no hable» y no se entreguen a la Policía. En las conversaciones se apunta que la pareja huyó a Portugal, donde recibía la diálisis en una clínica privada, y también hacen referencia a la valiosa información aportada por el exjefe de la UDEF a raíz de la incautación del alijo importado desde El Campello: «El amigo se ha portado y nos ha dicho todo antes de que pase».
La investigación también ha revelado que pese a la incautación de los 13.000 kilos de droga, el vecino de El Campello quiso «continuar con la operativa», aunque al jefe de la red no le pareció una buena idea. Estas conversaciones se produjeron tras la incautación de la droga en Algeciras y antes de que la Policía procediera a la fase de explotación de la operación, con numerosas detenciones, entre ellas la del exjefe de la UDEF en Madrid y su esposa, también policía, a los que incautaron algo más de 20 millones en efectivo en sus domicilios de Madrid y Dénia y en el despacho profesional del inspector jefe.
Por otro lado, las escuchas desvelan también el descontento de los cabecillas con la calidad de la droga incautada: «Dicen que llegaron 4.400 malos, al 75%, pero ese viejo, hijo puta, ecuatoriano, me las va a pagar». Asimismo, en otra escucha un interlocutor afirma que el ‘limón’ -apodo de José Miguel C-. «ha desviado millones de euros a otras cuentas de puros traquetos», en referencia a narcotraficantes.·
( P. Cerrada, El Periódico, 20 JUN 2025)
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