15.9.23

La Guerra de la Triple Alianza concluyó con la derrota de Paraguay y la pérdida de la mitad de su población. Prácticamente todos los varones sufrieron las consecuencias de esta matanza. El país se despobló puesto que sólo quedaron vivos adolescentes, ancianos, tullidos y mujeres... Ucrania está repitiendo ese escenario... para el ex-embajador de Estados Unidos en Finlandia, Earle Mack, Ucrania se acerca a una década de muerte y caos con más de 10 millones de personas que han abandonado el país y 5,5 millones de ucranianos que se han refugiado en Rusia. Ucrania, cuando acabe la guerra, será un Estado fallido o no existirá... Las estimaciones de las propias fuentes occidentales sitúan el número de muertos en torno a los 400.000, mientras que heridos y amputados podrían sobrepasar los tres millones. Solo en la fracasada contraofensiva han fallecido unos cuarenta mil ucranianos... La movilización total que ahora se promueve recuerda el llamamiento de Hitler a las juventudes hitlerianas... La nueva movilización abarca todo lo que queda del espectro de edad, desde los 15 hasta los 60 años. Ucrania no tiene más recursos humanos... La violencia en el reclutamiento, la detención de los varones en cualquier lugar y momento, es lo que todavía permite mantener el flujo de soldados hacia el frente

 "Hace 153 años finalizaba la mayor carnicería de toda la historia en América Latina. La Guerra de la Triple Alianza concluyó con la derrota de Paraguay y la pérdida de la mitad de su población. Prácticamente todos los varones sufrieron las consecuencias de esta matanza. El país se despobló puesto que sólo quedaron vivos adolescentes, ancianos, tullidos y mujeres.

El régimen de Kiev está repitiendo ese escenario. Como se diría en argot está “rebañando el barril”. El ex embajador de Estados Unidos en Finlandia, Earle Mack, se ha permitido hacer unas predicciones: según él, Ucrania se acerca a una década de muerte y caos con más de 10 millones de personas que han abandonado el país y 5,5 millones de ucranianos que se han refugiado en Rusia. Ucrania, cuando acabe la guerra, será un Estado fallido o no existirá.

La imagen del anciano de 71 años entrenando en los campamentos alemanes de la OTAN es una imagen potente. Revela las enormes carencias del Ejército ucraniano en el frente. Las estimaciones de las propias fuentes occidentales sitúan el número de muertos en torno a los 400.000, mientras que heridos y amputados podrían sobrepasar los tres millones. Solo en la fracasada contraofensiva han fallecido unos cuarenta mil ucranianos según fuentes de Kiev, 66.000 según fuentes rusas. Es una matanza sin sentido donde para preservar los caros “juguetes bélicos de Occidente” se envían hombres como “carne de cañón” para abrir el paso a través de los densos campos de minas. El dieciocho de julio pasado el propio comandante de las fuerzas terrestres del ejército de Ucrania, general Alexander Sirsk, reconocía en una entrevista a Europa Press que era “prácticamente imposible” lograr un éxito inmediato en la tan cacareada contraofensiva ucraniana. A pesar de las evidencias, la masacre continúa.

Aunque la ofensiva carezca de viabilidad militar, poco importa, se ha seguir insistiendo. Están en juego enormes flujos de dinero occidental que va ineludiblemente a los bolsillos de las élites ucranianas y de los oligarcas occidentales. 

Ucrania, según los estándares internacionales es el segundo estado más corrupto del mundo. Los grandes grupos de poder precisan de un relato que justifique el desvío de dinero público a sus arcas y que, además, convenza a la ciudadanía de la necesidad de sacrificar y privatizar los sistemas sanitarios, de pensiones o la educación por tal de enviar más y más armas a la hoguera ucraniana. Hay que derrotar a Rusia.

A pesar de tanto sufrimiento, nada satisface a los oligarcas ucranianos, ni a Washington, ni a la UE. Es la guerra de Washington contra Rusia, librada en terreno de terceros. La ofensiva, como ya hemos dicho, es un fracaso. El costo en vidas humanas es inasumible. El ejército ucraniano de Zelenski está tomando medidas desesperadas para rellenar los agujeros en sus filas. Paulatinamente, se recurre a tropas peor entrenadas y motivadas. La movilización total que ahora se promueve recuerda el llamamiento de Hitler a las juventudes hitlerianas (chiquillos de catorce años que debían defender el búnker del Führer). La nueva movilización abarca todo lo que queda del espectro de edad, desde los 15 hasta los 60 años. Ucrania no tiene más recursos humanos y es por ello que considera aptos para el servicio hombres que deberían estar en el hospital, en la escuela o en su casa. La violencia en el reclutamiento, la detención de los varones en cualquier lugar y momento, es lo que todavía permite mantener el flujo de soldados hacia el frente. (...)"              ( Eduardo Luque , El Viejo Topo, 14/09/23)

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