8.2.25

Trump firma una orden ejecutiva para sancionar a miembros de la Corte Penal Internacional por sus “acciones” contra EEUU e Israel... y más de 70 países condenan las sanciones de Trump contra la Corte Penal Internacional y avisan del riesgo de "impunidad"... La propia Corte ha admitido este viernes que estas sanciones pueden "perjudicar su labor judicial independiente e imparcial", y ha subrayado que "se mantiene firme junto a su personal y se compromete a seguir brindando justicia y esperanza a millones de víctimas inocentes de atrocidades en todo el mundo"... (se supone que las del genocidio israelí primero)

 "Más de 70 países condenan las sanciones de Trump contra la Corte Penal Internacional y avisan del riesgo de "impunidad".

 La comunidad internacional ha reaccionado con dureza contra las sanciones impuestas por Estados Unidos a la Corte Penal Internacional (CPI) este jueves. Organizaciones como Humans Right Watch y Amnistía Internacional, así como líderes de más de 70 países, entre los que se cuenta España, han salido al paso de la orden ejecutiva del presidente Donald Trump, que se ha interpretado como un intento de debilitar la capacidad del tribunal para perseguir crímenes de guerra y otros delitos graves. Se considera que va especialmente dirigida a dificultar la ejecución de las órdenes de arresto emitidas contra el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, y el exministro de Defensa Yoav Gallant, acusados de crímenes de guerra en Gaza

La propia Corte ha admitido este viernes que estas sanciones pueden "perjudicar su labor judicial independiente e imparcial", y ha subrayado que "se mantiene firme junto a su personal y se compromete a seguir brindando justicia y esperanza a millones de víctimas inocentes de atrocidades en todo el mundo" en todas las investigaciones que tiene abiertas. "Hacemos un llamamiento a nuestros 125 Estados miembros, a la sociedad civil y a todas las naciones del mundo a unirse en defensa de la justicia y los derechos humanos fundamentales", ha agregado el tribunal en un breve comunicado. Los interpelados no han tardado en reaccionar. Un total de 79 países ya habían firmado una declaración conjunta en contra de las sanciones en el momento de escribir estas líneas, entre los que están Canadá, México, Francia o Alemania.

"La orden ejecutiva de Trump sobre la Corte Penal Internacional pone efectivamente a EEUU del lado de los criminales de guerra a expensas de las víctimas de crímenes graves que buscan justicia", ha dicho Liz Evenson, directora de justicia internacional de Human Rights Watch en un comunicado. La organización ha advertido que estas sanciones privarán a las víctimas de justicia y dificultarán los esfuerzos internacionales para garantizar que los responsables de los peores crímenes del mundo se enfrenten a la ley. "Los países miembros de la CPI deberían apoyar pública y enérgicamente a la corte por hacer el trabajo para el que fue creada: garantizar que nadie esté por encima de la ley", ha añadido.

Impacto real

La orden de Trump impone una congelación de fondos y prohibición de entrada en el país a funcionarios y colaboradores de la CPI. Las sanciones también podrían afectar las operaciones técnicas de la Corte, incluyendo la recopilación de pruebas. Existen temores de que los testigos y las víctimas de estas atrocidades puedan decidir no presentarse ante el tribunal, sabiendo que sus testimonios podrían verse comprometidos, puestos en duda, e incluso ser perseguidos por ello.

Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional, también se ha pronunciado en contra de la orden ejecutiva firmada por Trump: "Esta acción temeraria envía el mensaje de que Israel está por encima de la ley y de los principios universales de la justicia internacional. Sugiere que el presidente Trump respalda los crímenes del Gobierno israelí y está abrazando la impunidad."

Ni Estados Unidos ni Israel forman parte de los 125 miembros de la CPI, pero las sanciones podrían tener un impacto devastador en las operaciones del tribunal. Las medidas incluyen una prohibición de viaje a Estados Unidos para los funcionarios de la Corte, lo que complicaría su trabajo. Además, se teme que las instituciones financieras se nieguen a colaborar con la Corte, debido al riesgo de represalias por parte de Estados Unidos.

Frente europeo

El Ejecutivo de la Unión Europea tampoco ha tardado en manifestar su rechazo a las sanciones. "La CPI garantiza la rendición de cuentas por crímenes internacionales y da voz a las víctimas en todo el mundo. Debe poder perseguir libremente la lucha contra la impunidad global", ha manifestado la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. En este sentido, ha subrayado el firme compromiso de Europa con la justicia, añadiendo que "siempre defenderá el respeto al derecho internacional."

António Costa, presidente del Consejo Europeo, se ha mostrado igualmente en contra de la medida, y ha asegurado que estas sanciones no solo socavan la CPI, sino que también envían un mensaje negativo en todo el mundo. "La justicia internacional debe prevalecer sobre los intereses políticos de cualquier país", ha recalcado."

(Irene Benedicto, El Periódico, 07/02/25) 

 

"El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado este jueves una nueva orden ejecutiva con el objetivo de sancionar a la Corte Penal Internacional (CPI) por “sus acciones contra Estados Unidos y sus aliados”, en referencia a Israel.

 El mandatario dice en ese documento que la Corte Penal Internacional ha emprendido “acciones ilegítimas e infundadas contra Estados Unidos” e Israel, definido como un “aliado estrecho”, y ha “abusado aún más de su poder al emitir órdenes de arresto infundadas” contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su exministro de Defensa Yoav Galant.

En concreto, la orden busca imponer restricciones financieras o dificultar la obtención de visados para viajar a Estados Unidos a individuos de la CPI que colaboren en investigaciones del tribunal que afecten a ciudadanos estadounidenses o a aliados de Washington. El documento entiende por aliado el gobierno de un país miembro de la OTAN o de un socio destacado que no pertenezca a esa organización.

La orden ejecutiva habla de una “conducta maligna” de la Corte Penal Internacional que, en su opinión, “amenaza con infringir la soberanía de Estados Unidos y socava la labor crítica de seguridad nacional y política exterior del Gobierno estadounidense” y de sus aliados.
La CPI condena la orden de Trump

En respuesta, el tribunal internacional ha condenado la orden ejecutiva que pretende “imponer sanciones a sus trabajadores y perjudicar su labor judicial independiente e imparcial”. “La Corte apoya firmemente a su personal y se compromete a seguir proporcionando justicia y esperanza a millones de víctimas inocentes de atrocidades en todo el mundo, en todas las situaciones que se le presenten”, dice en un comunicado. “Hacemos un llamamiento a nuestros 125 Estados Partes, a la sociedad civil y a todas las naciones del mundo para que permanezcan unidos en favor de la justicia y los derechos humanos fundamentales”.

“Trump está descontento porque la CPI está investigando crímenes cometidos por Netanyahu, amigo de EEUU. ¿Debe la Corte Penal Internacional investigar solo al enemigo de EEUU, Vladímir Putin, o puede tambien investigar imparcialmente a gente como Netanyahu? Esa es la cuestión”, ha dicho Luis Moreno Ocampo, exfiscal jefe del tribunal.

Para Amnistía Internacional, las sanciones contra la CPI “traicionan” el sistema de justicia internacional. “Esta acción temeraria envía el mensaje de que Israel está por encima de la ley y de los principios universales de la justicia internacional. Sugiere que el presidente Trump respalda los crímenes del Gobierno israelí y está abrazando la impunidad”, dice Agnès Callamard, secretaria general de la organización de derechos humanos. “La orden ejecutiva de hoy es vengativa. Es agresiva. Es un paso brutal que busca socavar y destruir lo que la comunidad internacional ha construido laboriosamente durante décadas, si no siglos: reglas globales que son aplicables a todos y tienen como objetivo impartir justicia para todos. Las sanciones constituyen otra traición a nuestra humanidad común”.
Visita de Netanyahu

La firma de esta orden ejecutiva llega después de la reunión de Trump el martes con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a quien en noviembre señaló la Corte Penal con una orden de arresto por presuntos crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos por el Ejército israelí en la Franja de Gaza. Su ministro de Defensa, Yoav Galant, también está incluido en esa orden vigente de detención. Netanyahu se encuentra de visita en Washington hasta el sábado y ha mantenido reuniones con importantes figuras del Congreso y del Gobierno, incluido el secretario de Defensa, Pete Hegseth.

Este mismo jueves, el primer ministro israelí mantuvo encuentros con los senadores Lindsey Graham, del Partido Republicano, y Richard Blumenthal, del Partido Demócrata. También mantuvo una reunión con el senador Tom Cotton, que lidera el comité de Inteligencia de la Cámara Alta. Además, la oficina de Netanyahu ha confirmado que regaló un busca de oro como los que hizo estallar en Líbano dejando 37 muertos y miles de heridos.

En 2020, durante su primer mandato, Trump ya impuso sanciones contra la entonces fiscal de la Corte Penal Internacional, Fatou Bensouda, y uno de sus principales asesores debido a una investigación del tribunal sobre presuntos crímenes de guerra cometidos por tropas estadounidenses en Afganistán.

La medida de Trump llega después de que la semana pasada los demócratas del Senado, en minoría en esa cámara, bloquearan un intento liderado por los republicanos para sancionar a la CPI en respuesta a sus órdenes de arresto contra Netanyahu y su exministro de Defensa,Yoav Gallant, por la ofensiva israelí en Gaza.

La CPI, creada a través del Estatuto de Roma, es un tribunal internacional con la misión de juzgar a personas acusadas de crímenes de guerra, lesa humanidad y genocidio.
 
Estados Unidos, China, Rusia e Israel no son miembros de la corte y, por lo tanto, no reconocen su jurisdicción."               (eldiario.es, 07/02/25)

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