"Hay quebrantamientos de condena en masa. Estoy sobre un polvorín". El juez que ejecuta las penas de maltratadores en Madrid denuncia el colapso.
Las estanterías del órgano que dirige, el Penal 2 de Madrid, acumulan casi 7.000 sentencias de violencia de género pendientes de ejecución. "Estoy sentado sobre un polvorín y fumando", ironiza el magistrado a EL PAÍS. Los expedientes no están parados, pero requieren la máxima atención. No hay tiempo ni manos. El juez confiesa que no da abasto. (…)
"Cuando llego a casa por la noche y las noticias hablan de algún hombre que ha matado a su esposa, se me encoge el estómago. Ya no puedo dormir esa noche pensando si será de los míos y si habrá algún problema".
"¿Usted cree que un único juez y un secretario pueden tramitar con normalidad 7.000 expedientes de maltratadores?". En los últimos dos años ha remitido "cuatro escritos" al Consejo General del Poder Judicial pidiendo ayuda. Pero, por el momento, todo sigue igual.” (El País, ed. Galicia, 23/04/2008, p. 14)
“En un ejercicio de responsabilidad insólito en este país, donde la expresión "escurrir el bulto" parece integrar el decálogo profesional de cualquier cargo público, López-Palop decidió abrir a los ciudadanos las puertas de su juzgado, 7.000 sentencias pendientes de ejecución y sólo dos personas para tramitarlas, sin esperar a que sucediera una tragedia de la que justificarse… En el discurso que pronunció al recoger el Premio Cervantes, Juan Gelman evocó al responsable del bombardeo de Hiroshima, que solía presumir de que durmió de un tirón esa y todas las demás noches de su vida. Mientras le escuchaba, pensé que el juez López-Palop bien puede estar orgulloso de su insomnio. A veces, las ojeras son una condecoración que no está al alcance de cualquiera.” (ALMUDENA GRANDES: Insomnio. EL País, ed. Galicia, Última, 28/04/2008)
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