"Sobre los cambios sociológicos, sin embargo, se han invertido los términos respecto a los planteamientos de hace 20 años. Entonces se decía que el aumento del peso de las clases medias en la sociedad -frente a la clase obrera industrial- había dejado anticuados los fines y los medios de la socialdemocracia.
Ahora, en cambio, se nos dice que el problema es que la clase media se ha polarizado entre una clase media clásica -de la que forma parte la hoy acomodada generación del 68- y una nueva clase de mileuristas sin posibilidades de repetir el ascenso social de la generación anterior, y muy próxima en términos de salario y falta de oportunidades a los outsiders del sistema, y que no tiene razones para confiar en las políticas de la socialdemocracia.
Curiosamente estos dos enfoques contradictorios describen hechos reales. La nueva clase media de los años 80 se alejó de la socialdemocracia clásica en términos de valores -liberalismo social, igualdad de género y respeto al medio ambiente- y también de intereses: renuencia a pagar impuestos altos y apuesta por el acceso a través del mercado a lo que antes eran servicios públicos, supuestamente deteriorados por su masificación. Pero el nuevo modelo de crecimiento ha provocado esa polarización de la clase media y ha creado la escisión dentro de ella entre acomodados y mileuristas.
Volviendo a EE UU, la capacidad de la campaña de Obama para movilizar a los jóvenes sugiere que sí se puede contar con los mileuristas para impulsar un proyecto de corte socialdemócrata." (LUDOLFO PARAMIO: La paradoja de la socialdemocracia. El País, ed. Galicia, Opinión, 19/06/2009, p. 39 )
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