31.3.11

"No olvide, amigo, que no rescatamos países, sino a los bancos ingleses, alemanes y franceses"

"No olvide, amigo, que no rescatamos países, sino a los bancos ingleses, alemanes y franceses. (...)

El agujero de los bancos irlandeses también parece que puede ser superior al previsto. Me atrevo a asegurar que en estos dos casos, que ya han recibido una ayuda cifrada en 110.000 y 85.000 millones de euros, respectivamente, será necesario aplicar una quita para los acreedores de entre un 30% y un 50%.

Es decir, que no solo pagaremos los contribuyentes de todos los países, sino también los bancos tenedores de esta deuda, que, dicho sea de paso, me parece lo más justo." (JORDI FABREGAT: España no será rescatada. El País, Negocios, 27/03/2011, p. 9)

"¿Por qué esa resistencia alemana a crear mecanismos absolutamente necesarios para la reducción de la inestabilidad financiera y la sostenibilidad del euro? (...)

Pero permítanme hacer una conjetura: las nuevas élites alemanas han reducido su compromiso con el progreso europeo porque Alemania se ha convertido en un país normal, como lo es Francia, Holanda o Italia. Es decir, un país que mira únicamente por sus intereses nacionales. (...)

Pero a partir del momento en que cayó el muro de Berlín y se logró la reunificación de Alemania, las élites que sucedieron a Helmut Kohl han ido perdiendo interés en el avance europeo.

A partir de esta conjetura se entiende mejor la actitud de la canciller Merkel: lo que hace es poner por delante los intereses de sus conciudadanos. No tengo nada que objetar. No pretendo hacer un juicio moral, sino comprender las razones de su actitud.

Sucede, sin embargo, que Merkel justifica su rechazo en un error de diagnóstico y en una actitud arrogante de superioridad moral. Cree que los problemas de países sobreendeudados como Irlanda o España son debidos a que sus ciudadanos son vagos y sus Gobiernos despilfarradores.

Esto, además de ser un error, añade injuria al sufrimiento de los ciudadanos, que ven cómo la crisis reduce su progreso y aumenta su incertidumbre. Olvida que su país incumplió reiteradamente el Pacto de Estabilidad presupuestaria, y que países como Irlanda y España fueron virtuosos fiscalmente hasta la llegada de la crisis.

Otra cosa fue el sobreendeudamiento de la banca privada irlandesa y española. Pero en ese sobreendeudamiento tuvo mucho que ver la propia Alemania.

Mientras Merkel y las élites alemanas no se convenzan de su error y de que la responsabilidad por la situación financiera de Europa es compartida, no impulsarán soluciones colectivas. El riesgo es entonces que la crisis sea un factor desintegrador de la idea europea.

Ojalá acaben comprendiendo que las tensiones que viven algunos países sobreendeudados tienen mucho que ver con la cojera del euro y los desequilibrios provocados desde la propia Alemania.(ANTÓN COSTAS: El error Merkel. El País, Negocios, 27/03/2011, p. 19)

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