13.12.11

Tener que recortar dentro y ayudar fuera es una mezcla explosiva que amenaza con dar gran rédito político a partidos populistas en varios países europeos

" Las siete son vecinas de Kihniö, un pueblo de unos 2.200 habitantes a unos 300 kilómetros al norte de Helsinki. Kihniö es el distrito electoral de Finlandia en el que el populista y euroescéptico partido Auténticos Finlandeses (AF) tuvo su mejor resultado en las elecciones generales de abril.

La media nacional fue un sorprendente 19%. En el pueblo, lograron un estratosférico 53%. Las siete contribuyeron a ese resultado.

Estas entrañables mujeres mayores son lo más alejado del estereotipo ultraderechista al que a veces se asocia a AF. No hay ningún atisbo de xenofobia en sus discursos y tampoco rasgo alguno de intolerancia social.

Su gran anhelo es la defensa de los servicios sociales en el municipio; la defensa de su pequeña comunidad mientras un tremendo y gigantesco tsunami que viene de lejos se acerca amenazante. Kihniö puede parecer solo un pueblo muy periférico en el gran mapa de Europa, pero las angustias que lo inquietan tienen toda la pinta de estar convirtiéndose en un asunto terriblemente central en la política europea. (...)

“¡No es justo!”, exclaman las siete, al unísono como un coro, cuando se les pregunta por el rescate a Grecia y Portugal. No entienden por qué hay que ayudar a quienes gastaron más de lo que tenían o, peor, hicieron trampas. Y resulta más duro de aceptar cuando, como ahora, las consecuencias de la crisis reducen los recursos incluso en Finlandia.(...)

 Y no es poca cosa lo que pueden perder. El pequeño pueblo de Kihniö, rodeado de centenares de lagos e infinitos bosques de coníferas, cuenta con centro médico y ambulancia propia, y con una escuela modélica para estudiantes de 6 a 16 años repleta no solo de ordenadores, ¡sino también de modernas cocinas y lavadoras para la educación doméstica! El sistema educativo finlandés destaca entre los mejores del mundo en todos los estudios comparativos.


En Kinhiö, Auténticos Finlandeses obtuvo el 53% de los votos, frente al 19% del resto del país
“El Estado nos está trasfiriendo menos recursos”, explica Petri Liukku, alcalde del pueblo, sentado en su diminuto y simple despacho. (...)


“En los noventa tuvimos una crisis durísima, incluso peor que esta”, prosigue Liukku. “Entonces nos apretamos mucho el cinturón, y salimos de ella. Y ahora, claro, la gente se pregunta por qué los demás no se apañan solos”. Por qué hay que ayudarles mientras en Finlandia tampoco las vacas estén gordísimas.

Tener que recortar dentro y ayudar fuera es una mezcla explosiva que amenaza con dar gran rédito político a partidos populistas en varios países europeos. AF se ha alimentado de ella, erigiéndose en defensor de las conquistas sociales, de lo viejo conocido frente a los desmadres europeos.

Y los sondeos lo sitúan ahora por encima del 20%, haciendo de ellos la formación eurocrítica más fuerte del continente. En Holanda, Dinamarca y Suecia, partidos similares también están cobrando fuerza, pero sin llegar a esas cuotas. (...)

 Aquí no se trata del viejo rechazo a los extranjeros; la lucha tampoco es entre izquierda y derecha. La batalla es local contra global. Europa, naturalmente, es parte de ese indefinido y amenazante monstruo global. Y, en el caso de Kihniö, el extraordinario resultado de AF se explica precisamente porque milita en el partido una representante política muy apreciada en la zona y muy pendiente de las necesidades de los vecinos. (...)

Las angustias que agitan lugares como Kihniö son relevantes porque es probable que se reproduzcan cada vez más en términos parecidos en muchos países ricos de la UE. Mientras no se aplaquen esas angustias, el riesgo de auge del populismo es alto."        (El País, 30/11/2011, p. 6)

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