"Recientemente el Sub-Secretario de Estado de Cooperación
Internacional, Gonzalo Robles, afirmaba que “no se puede redistribuir
riqueza cuando no la hay”. Así justificaba el nuevo recorte que ha
sufrido la cooperación en el Proyecto de Ley de Presupuestos para 2013.
La afirmación del Sr. Robles parte de dos premisas que son erróneas. Primera: dinero hay, lo que no hay es voluntad política de recaudarlo.
El dinero que se mueve al año en transacciones financieras asciende a
más de 70 veces el PIB mundial.
La implantación en España de un impuesto
que grave estas transacciones con un tipo de, por ejemplo el 0,05%,
podría suponer una recaudación de más de 5.000 millones de euros [1].
Por otra parte, el fraude fiscal se sitúa en torno al 20-25% del PIB
español; una práctica que se extingue con medias activas y no sólo
preventivas.
Veamos algunas cifras. Si se redujera la economía sumergida se
recaudarían 38.577 m€; si se impusiera un tipo del 35% al impuesto de
sociedades, las arcas públicas recibirían 13.950 m€. Este dinero, junto a
los 5.000 millones de la tasa a las transacciones financieras y otro
tipo de medias supondrían en total, casi 64.000 millones de euros. Un
dinero que el Estado españolpodría ingresar y no ingresa.
Si profundizamos en el análisis, esa cifra de 64.000 millones,
coincide con el déficit en gasto social que tiene España con respecto a
la media europea. Es decir, España deja de recaudar ese dinero que –tal
como hacen sus socios europeos con economías similares- debería
invertir en garantizar su Estado de bienestar: sanidad, educación,
inmigración, cooperación para el desarrollo, dependencia, igualdad, etc.
Segunda premisa errónea del Sr. Robles. La distribución sí se
realiza, sólo que no de la manera más justa y equitativa. Las cifras
hablan por sí solas. Mientras la Agencia Española de Cooperación
Internacional sufre desde 2011 un recorte acumulado del 70%;
el programa del Ministerio de Defensa, destinado a la modernización del
ejército –fundamentalmente compra de material militar- ha aumentado un
175% en los Presupuestos de 2013.
Y éste es solo un ejemplo de la
asimetría de los presupuestos del Estado para 2013.
No se trata por tanto de repetir como mantra que el país ha vivido
por encima de sus posibilidades, sino de asumir y afrontar que este país
recauda por debajo de sus responsabilidades." (Attac Madrid, 25/10/2012)
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