"La solución a la crisis económica pasa por romper el círculo vicioso que
inicia con un endeudamiento que quiere resolverse a base de políticas
de austeridad que determinan un descenso de la actividad económica y de
los ingresos al Estado, lo cual lleva a pedir prestado más dinero y a
endeudarse. Este círculo vicioso es lo que está llevando la Eurozona al
desastre. (...)
Lo que tiene que hacerse es dejar de endeudarse, renegociando una
deuda que ha beneficiado a la banca y a sus accionistas, pero a nadie
más. No se puede avanzar con un sistema financiero que funciona para tan
pocos a costa del sacrificio de tantos. La banca privada ya ha perdido
su función social, que es la de proveer crédito. Si no ofrece crédito,
no tiene lógica su existencia.
El tamaño del sector financiero en una
economía debe por lo tanto reducirse sustancialmente mediante toda una
serie de medidas, que incluyen desde una carga impositiva mucho más
elevada a la banca (sin afectar los ahorros del ciudadano normal y
corriente), gravando principalmente a los grandes depósitos, las largas
transacciones y las actividades especulativas.
Otras medidas deberían
incluir su nacionalización, con pleno intervencionismo del Estado para
garantizar la disponibilidad de crédito razonable y accesible. No puede
permitirse que la banca privada sea el aparato sanguíneo del cuerpo
económico.
Por otra parte, los Estados deben dejar de depender tanto de los
préstamos externos, observación que es especialmente relevante para los
países llamados en la terminología anglosajona PIGS (o GIPSI si se
incluye Italia).
Cada uno de estos Estados (cuyos ingresos al Estado son
excesivamente bajos) debe incrementar sustancialmente sus ingresos
públicos. Si España tuviera la carga fiscal de Suecia, el Estado español
ingresaría 200.000 millones de euros más al año.(...)
Otras propuestas también altamente populares es la reducción del gasto en las Fuerzas Armadas. (...)
Ni que decir tiene que estas propuestas alternativas, populares a nivel
de calle, son inmensamente impopulares en los establishments que
gobiernan a los países de la Eurozona, que están imponiendo políticas
opuestas, altamente impopulares.
Hoy existen unas instituciones que no
han sido elegidas por la población, que gobiernan e imponen lo que
favorece a sus intereses particulares, a costa de los intereses
generales.
Las fuerzas auténticamente democráticas deberían coordinarse a
nivel europeo, incluyendo una huelga general a nivel de toda la
Eurozona para indicar que las clases populares están diciendo basta ya
de esta dictadura financiera que está llevando a todos los países al
desastre." (Vicenç Navarro, Attac España, 24/10/2012)
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