"A partir de junio 2011, los bancos europeos entran en una fase
realmente crítica. Su situación era casi tan grave como aquella
en que se encontraban después de la quiebra de Lehman Brothers
el 15 de septiembre de 2008.
Muchos de ellos corrían el riesgo
de morir por asfixia debido a que los money market funds
americanos no habían satisfecho sus necesidades enormes de
financiación a corto plazo (varios cientos de miles de millones
de dólares) por considerar que la situación de los bancos
europeos era cada vez más arriesgada |2|.
La posibilidad de no poder hacer frente a sus
deudas amenazaba a los bancos. En este contexto, y tras una
cumbre europea convocada de urgencia para el 21 de julio de 2011
con el objetivo de hacer frente a una posible cascada de
quiebras bancarias, el BCE volvió a adquirir volúmenes enormes
de deuda pública griega, portuguesa, irlandesa, italiana y
española para inyectar liquidez a los bancos y libralos de una
parte de los títulos que habían comprado con avidez en el
período precedente. Esto no fue suficiente para evitar que la
cotización en bolsa de los bancos continuase su caída en picado.
Los directores de los bancos pasaron el mes de agosto de
sobresalto en sobresalto. Hubo una acción clave para mantener
los bancos europeos a flote: el BCE, en coordinación con la
Reserva Federal, el Banco de Inglaterra y el Banco de Suiza,
abrió una línea de crédito ilimitada a partir de septiembre de
2011 que equivalía a una transfusión en vena para aquellas
entidades bancarias desprovistas de dólares.
Si bien esto les
permitió volver a respirar, no fue suficiente. El valor de sus
acciones continuó su descenso a los infiernos. Entre el 1 de
enero y el 21 de octubre de 2011, la cotización de Société
générale cayó un 52,8 %, la de BNP Paribas un 33,3 %, la de
Deutsche Bank un 28,8 %, la de Barclays en 30,5 %, y la de
Crédit suisse en 36,7 %.
En vista de ello, el BCE se vio
obligado a sacar la artillería pesada: la LTRO (Long Term
Refinancing Operation), en virtud de la cual, entre
diciembre de 2011 y febrero de 2012, prestó más de 1 billón de
euros (1.000.000.000.000€) a tres años con un interés del 1% a
algo más de 800 bancos.
La Reserva Federal venía haciendo más o menos lo mismo con un
tipo de interés oficial aún más bajo: 0,25%. En realidad, y así
lo reveló en julio de 2011 un informe de la GAO (el equivalente
en los Estados Unidos del Tribunal de Cuentas), la Reserva
Federal había prestado 16 billones de euros
(16.000.000.000.000€) a un tipo de interés inferior al 0,25% |3|.
En este informe se viene a demostrar que,
actuando de esta manera, la Reserva Federal no ha respetado sus
propias normas prudenciales y que no advirtió de ello al
Congreso. Según los trabajos de una comisión de investigación
del Congreso de los Estados Unidos se ha dado una colusión
evidente entre la Reserva Federal y los grandes bancos privados
estadounidenses:
« El consejero delegado de JP Morgan Chase
formaba parte de la junta directiva de la Reserva Federal de
Nueva York en el momento en que ’su’ banco recibió de ella una
ayuda financiera de 390.000 millones de dólares Además, JP
Morgan Chase actuó asimismo como intermediario para los créditos
de emergencia que otorgó la Reserva Federal. » |4|
Según Michel Rocard, ex primer ministro
francés, y Pierre Larrouturou, economista, que se basan en una
investigación realizada por la agencia financiera neoyorquina
Bloomberg, la Reserva Federal habría prestado una parte de la
suma mencionada con un tipo de interés infinitamente más bajo:
0,01%.
Rocard y Larrouturou afirman en las columnas del
periódico Le Monde : « Después de haber trillado
20.000 páginas de diferentes documentos, Bloomberg muestra
que, en secreto, la Reserva Federal ha prestado a los bancos
en dificultades una suma de 1,2 billones (1.200.000.000.000$)
a un tipo de interés increíblemente bajo, un 0,01 %. » |5|.
Plantean igualmente la siguiente pregunta: «¿Es
normal que los bancos privados, que normalmente se financian
con préstamos de los bancos centrales a un 1% puedan, en caso
de crisis, disfrutar de un tipo del 0,01 %, mientras que, en
caso de crisis, ciertos estados se vean obligados por el
contrario a pagar tipos 600 u 800 veces superiores? ».
Por otro lado, los grandes bancos europeos tuvieron igualmente
acceso a estos préstamos de la Reserva Federal hasta inicios de
2011 (Dexia recibió por esta vía 159.000 millones de dólares en
calidad de préstamo, |6|lo mismo que los bancos Barclays, 868.000
millones, Royal Bank of Scotland, 541.000 millones, Deutsche
Bank, 354.000 millones, UBS, 287.000 millones, Credit Suisse,
260.000 millones, BNP-Paribas, 175.000 millones, Dresdner Bank,
135.000 millones, Société Générale, 124.000 millones).
El cierre
para los bancos europeos de esta fuente de financiación a través
de la Reserva Federal (por la presión ejercida por el Congreso
de los EE.UU.) ha sido una de las razones por las cuales los money
market funds estadounidenses comenzaran a su vez a cerrar
el grifo de sus préstamos a las entidades europeas a partir de
mayo-junio de 2011.
En 2012, los bancos han usado ese caudal de liquidez para
comprar de forma masiva títulos de deuda pública de sus
respectivos países. Tomemos por ejemplo a España. El BCE, a
través del LTRO, ha prestado a los bancos españoles 300.000
millones de euros a 3 años con un tipo de interés del 1%. |7|.
Con una parte de este dinero, los
bancos han incrementado fuertemente sus adquisiciones de títulos
de deuda emitidos por el estado español. La evolución ha sido
espectacular. A finales de 2006, los bancos españoles eran
titulares de deuda pública de su país por un valor de sólo
16.000 millones de euros, mientras que en 2010, tras haber
incrementado la compra de deuda pública, esa cantidad pasó a
63.000 millones.
En 2011 aumentaron aún más las compras,
llegando a ser titulares de 94.000 millones de euros en deuda
española. Gracias al LTRO, las adquisiciones se dispararon,
literalmente. El volumen del que son titulares los bancos se
duplicó en el lapso de unos meses hasta alcanzar, en julio de
2012, los 184.500 millones euros. |8|
Es necesario
mencionar que es una operación muy rentable para ellos. Habiendo
recibido el dinero al 1%, pueden comprar con él títulos de deuda
española a 10 años con un interés que ha variado entre el 5,5 y
el 7,6% en el segundo semestre de 2012. (...)
No es difícil comprender que, desde el punto de vista de los
intereses de los ciudadanos de los países en cuestión, habría
sido necesario adoptar un enfoque completamente diferente. El
BCE debería haber concedido los préstamos directamente a los
estados y a un interés por debajo del 1% (como lo ha hecho con
los bancos privados desde mayo de 2012), o incluso a interés
cero. Igualmente, habría sido necesario socializar los bancos,
poniéndolos bajo el control de los ciudadanos. (...)
Los nubarrones no tardan en llegar. Todo se complica a partir
de mayo de 2012 cuando Bankia , el 4º banco español y dirigido
por el que fue director general del FMI, Rodrigo Rato, entra
virtualmente en quiebra. Según diferentes fuentes, las
necesidades de recapitalización de los bancos españoles varían
entre 40.000 y 100.000 millones de euros, y Mariano Rajoy, que
no quiere recurrir a la ayuda de la Troika, se encuentra en una
difícil situación.
A ello se suman varios escándalos bancarios
que surgen a nivel internacional, de los cuales el de más
resonancia es el de la manipulación del Libor, el tipo
interbancario de Londres, en el que se ven implicados una docena
de grandes bancos. Por no hablar de la actuación reprobable del
banco HSBC facilitando el blanqueo de dinero proveniente de la
droga y de otras actividades delictivas." (Eric Toussaint, CADTM, Rebelión,29/12/2012)
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