"2013 va a empezar con la peor de las combinaciones. Suben los precios
de los servicios básicos como la luz o el transporte, se disparan los
impuestos y las tasas, muy por encima de la inflación, pero en el lado
de los ingresos, asalariados, pensionistas y autónomos se enfrentan, en
el mejor de los casos, a la congelación o la rebaja de sus salarios y
ventas, cuando no al paro o al cese de la actividad.
La consecuencia de
este cóctel de inflación y recesión económica será una pérdida
generalizada del poder adquisitivo de familias, posiblemente la mayor de
la democracia.
Pese a los buenos deseos expresados por el presidente del Gobierno,
Mariano Rajoy, que ha augurado una recuperación a finales de 2013, el
comienzo del año será duro para casi todos los colectivos sin excepción,
que verán cómo sus ingresos apenas crecen o merman.
Los tres millones de funcionarios tienen su sueldo congelado y nadie
puede descartar que no les vayan a suprimir otra vez alguna de las pagas
extra. Los nueve millones de jubilados verán cómo sus pensiones suben solo un 1%
para los que cobran más de 1.000 euros al mes, o a lo sumo un 2%, para
el resto, sin paga compensatoria en enero para compensar la desviación
de la inflación.
Los trabajadores del sector privado también perderán poder de compra.
Las previsiones más optimistas contemplan subidas salariales del 0,6%,
aunque en el día a día de las empresas, las rebajas salariales son cada
vez más frecuentes como solución para evitar el cierre o los expedientes
de regulación de empleo.
Fuente: elaboración propia.
Los nuevos parados, merced al decreto aprobado en julio pasado, también cobrarán menos a partir del sexto mes.(...)
Y es que los ingresos de la mayoría de los ciudadanos van a
evolucionar muy por debajo del IPC, que el pasado mes de noviembre se
situaba en el 2,9% y que se prevé que en el conjunto de 2012 rebase
ampliamente el 3%.
Como advirtió la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su
último informe, España está aplicando una política de devaluación
interna, ganando competitividad mediante rebajas salariales, sin que se
traslade esa misma contención en los precios, la otra vía para ser más
competitivos.
Esa política se va acentuar en 2013.(...)
Frente a esa contención o merma de ingresos generalizada en todos los
colectivos, subidas como las de la luz, los transportes urbanos, el IBI
(Impuesto de Bienes Inmuebles), las tasas municipales y los impuestos, y
la eliminación de desgravaciones como las de la vivienda, conforman un
cóctel letal para las economías domésticas." (El País, 31/12/2012)
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