28.10.13

Gracias a la reforma laboral... "Me despidieron por no ir a trabajar el día de mi desahucio"

"Amaya Muñoz, de 31 años, es la penúltima víctima de la reforma laboral del Gobierno. El pasado viernes recibió la carta de despido de la empresa en la que llevaba trabajando desde julio, Konecta BTO, dedicada al telemarketing. "Antes de salir me llamaron de Recursos Humanos y me comunican que me despiden por repetidas faltas al trabajo

Todas estaban justificadas, pero aún así te pueden despedir", relata a Público la joven.
En la carta de despido indicaban unas cuantas ausencias, entre las que incluían la del 11 de septiembre, cuando más de 100 antidisturbios la desalojaron de su casa de alquiler. Pagaba 600 euros de renta a los que no podía hacer frente al estar desempleada. 

Ese fue el segundo intento de desahucio, ya que la primera vez fue paralizado por las plataformas por la vivienda de Madrid. La inmobiliaria con la que había contratado el alquiler no le permitía cancelar el contrato y la amenazaba constantemente con incluirla en una lista de morosos, explica.

Según cuenta Amaya, tras el desahucio no se encontraba bien. "Fui al médico y me prescribió unos días de baja, que también ha contabilizado la empresa", apunta. Precisamente, ella avisó con una semana de anterioridad de que esa mañana tendría que faltar al trabajo por motivos judiciales.

 "Pedí el día y me lo denegaron. Como última instancia me ofrecieron cambiar el turno". Pero la víspera del desahucio su jefa no se mostró muy conforme. Las palabras exactas que utilizó su superiora fueron: "Ya eres mayorcita para saber cuáles son tus responsabilidades. Atente a las consecuencias", recuerda Amaya.

Lo peor, asegura, es que cuando se reincorporó el 20 de septiembre, después de la baja y de ser desahuciada, tuvo que "aguantar las mofas de mi jefa. Me decía que me había visto por la tele y en Internet con mucha sorna", asegura

La noticia cogió por sorpresa a la joven, que pensaba que su cita con Recursos Humanos iba a tratar de unas horas extra para las que se había ofrecido voluntaria. "Imagina mi cara cuando me dijeron que me llamaban para despedirme", afirma aún con incredulidad. "No tiene sentido que me despidan por faltas justificadas. Pueden despedirme por mi rendimiento, pero yo vendía seguros y vendía muchos", critica Amaya.

Sin embargo la legalidad ampara a la empresa, que se acoge al artículo 52. D. del Estatuto de los Trabajadores [Por faltas de asistencia al trabajo, aun justificadas pero intermitentes, que alcancen el 20 % de las jornadas hábiles en dos meses consecutivos siempre que el total de faltas de asistencia en los doce meses anteriores alcance el cinco por ciento de las jornadas hábiles, o el 25 % en cuatro meses discontinuos dentro de un periodo de doce meses]. (...)"                  (Público, 28/10/2013)


"Del Stop Desahucios a la puerta de la empresa.

 Grupos de vivienda y sindicatos confluyen en apoyo a la despedida por acudir a su propio desahucio. Una concentración el martes 29 a las puertas de las instalaciones que el grupo Konecta tiene en el municipio madrileño de Alcobendas es el primer acto convocado para apoyar a Amaya Muñoz desde su despido.

Amaya, una vecina de 31 años del barrio madrileño del Pilar, perdía su casa el pasado 11 de septiembre después de que las redes ciudadanas por la vivienda consiguiesen evitar el primer intento policial de desahucio. La faltas de asistencia de ese día y de los días posteriores al desahucio han sido el motivo que alegó la empresa, el grupo de marketing Konecta, para despedirla el pasado viernes.

 Según un comunicado de la asamblea de Tetuán, la empresa reconoce que las faltas están justificadas (Amaya tenía concedida la baja médica) pero justifica su decisión en que la última reforma laboral las contempla como una causa de objetiva de despido.

El martes a las 19h los grupos de vivienda llevarán su método de protesta a las puertas de la empresa para exigir la readmisión de Amaya. A instancias de los grupos stop desahucios, la convocatoria se está moviendo, además de entre los sindicatos de telemarketing de CGT, entre otras centrales como CNT o Solidaridad Obrera.

El dramático caso de Amaya, que en mes y medio se ha quedado sin casa ni trabajo, ha servido para dar a conocer una realidad que según fuentes de la sección de CGT en el grupo Konecta, es más común de lo que cabría imaginar.

Según CGT, esa empresa está recurriendo de manera reiterada a las nuevas causas, introducidas por la última reforma laboral, para considerar objetivo un despido por “absentismo” o “amortización del puesto de trabajo”.

 De esta manera está realizando multitud de despidos que de otra forma se considerarían improcedentes y les resultarían demasiado “caros”. El miedo al despido por el artículo 52D es el que llevó a una trabajadora enferma a seguir acudiendo a su puesto de trabajo en esa misma empresa hasta que ya fue demasiado tarde y murió de neumonía, tal y como denunció DIAGONAL en junio de 2012. (...)"             ( Diagonal , Rebelión, 29/10/2013)

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