"La economía global se está desacelerando de
manera notoria, de manera que cuando aumente la aversión al riesgo en
los mercados financieros se producirá una nueva recesión, la segunda
fase de la Gran Recesión.
El eslabón más
débil ahora son las empresas no financieras de medio mundo que se han
adentrado en un nuevo lodazal, un río de deudas de su propia creación.
Han estado impulsando los precios de sus acciones con adquisiciones
empresariales y/o recompras sin fin de sus propias acciones, ambas
financiadas con préstamos con tipos de interés bajos y emisiones de
bonos basura. Junto a bancos zombis, ahora
tendremos además corporaciones zombis.
Frente a la que se avecina, es
necesario implementar nuevas medidas de política económica alternativas a
la ortodoxia dominante. No se puede volver a repetir los errores
cometidos durante la Gran Recesión.
La alternativa ya está definida, la Teoría Monetaria Moderna. Incluso alguien nada sospechoso como Mario Draghi
considera que las políticas económicas convencionales ya no dan más de
sí, de manera que es necesario estudiar alternativas como la TMM. El
objetivo es trasladarla a medidas y acciones concretas de política
económica, concretamente dos, el Plan de Trabajo Garantizado y un New Deal verde.
De todos los New Deal verde que se han anunciando, el más interesante
por la cuantía de dinero que movilizaría -16 billones de dólares-, por
su planteamiento como un instrumento de inversión pública, y por un
calendario ambicioso es el plan de lucha contra el cambio climático de Bernie Sanders.
Si en un blog anterior detallamos el calendario de aplicación y los
recursos que movilizaría, en éste nos centraremos en la voluntad
política y su conexión con la propuesta de Trabajo Garantizado.
Los distintos aspirantes demócratas a enfrentarse a Trump en las
presidenciales del año que viene han mostrado su disposición a ubicar y
señalar a la industria de los combustibles fósiles
como el adversario. Pero incluso entre los contendientes dispuestos a
combatir a los productores de carbón, petróleo y gas natural, Sanders
adoptó la posición más agresiva. Ordenará al Departamento de Justicia
que persiga el procesamiento penal de las compañías de combustibles
fósiles. (...)
Lucha contra el cambio climático
Sanders afirma, audazmente, que su New Deal verde "pondrá fin al desempleo"
basado en el número de trabajadores que requerirá, 20 millones de
empleos. Actualmente, aproximadamente 6 millones de estadounidenses
están desempleados. Estos puestos de trabajo están estrechamente
vinculados a la creación de la infraestructura verde necesaria para
alcanzar el 100% de energía renovable para la electricidad y el
transporte y la reducción total de las emisiones de carbono.
El plan
enumera las distintas áreas donde se crearían los empleos. Por un lado,
la industria, para construir coches y barcos energéticamente eficientes;
por otro lado, la adaptación de la eficiencia energética en las
viviendas. Además conviene mencionar las nuevas plantas de energía
renovable para ampliar la energía eólica y solar; la adopción y
promoción de una agricultura sostenible; y la traslación a áreas como la
ingeniería, investigación y desarrollo.
El plan requiere una nueva versión del Cuerpo Civil de Conservación, un programa de obras públicas de la era de Franklin D. Roosevelt
que puso a los jóvenes desempleados en la Gran Depresión a trabajar en
el manejo de bosques, el control de inundaciones, proyectos de
conservación y el desarrollo de parques estatales y nacionales, bosques y
sitios históricos. También asigna 1,3 billones de dólares para que los
trabajadores que actualmente trabajan en las industrias intensivas en
combustibles fósiles y carbono encuentren trabajo con grandes beneficios
sociales y un salario digno.
Si bien hay mucha investigación que demuestra que las inversiones en
infraestructura ciertamente impulsarían la economía y aumentarían los
puestos de trabajo -especialmente una inversión tan grande como la que
propone Sanders-, los impactos reales a largo plazo
sobre los niveles de demanda laboral son más difíciles de proyectar,
según un estudio realizado en 2014 por el Economic Policy Institute.
Además, las promesas de empleo con propuestas de economía verde a menudo
se encuentran con barreras cuando se trata de la composición de la mano
de obra. Un estudio del Instituto Brookings
de 2019 encontró que la fuerza laboral de la economía de energía limpia
es actualmente "mayor, dominada por trabajadores varones, y carece de diversidad racial
cuando se compara con todas las ocupaciones a nivel nacional".
El plan
Sanders busca abordar este problema mediante la capacitación laboral y
la contratación local, y a través de inversiones dirigidas
específicamente a grupos sub-representados, como el apoyo a las empresas
propiedad de mujeres, las mujeres agricultoras, así como a las
comunidades de bajos ingresos y desfavorecidas.
Es el momento oportuno
El
creciente movimiento de activistas contra el cambio climático quiere
que el mundo responda a la creciente ola de desastres climáticos y
meteorológicos extremos de la misma manera que lo haría con otra Gran
Depresión o incluso con una guerra, como si fuera una emergencia. El
Green New Deal de Sanders reitera este S.O.S, diciendo que la magnitud
del problema requiere la "movilización de recursos realizada durante el
New Deal y la Segunda Guerra Mundial".
Este
empuje para reformular radicalmente la forma en que los estadounidenses
abordan el cambio climático se basa en gran medida en el estancamiento
político. La política climática se ha convertido en un juego de suma
cero en Washington, donde los líderes republicanos han hecho de ella su
plataforma política para bloquear cualquier política climática,
incremental o audaz.
El New Deal de Sanders es la
única manera de que todo funcione y cuadre. La acción política es clara.
Ponga a la gente común en el centro y ofrézcale un interés tangible en
el futuro del país, en una parte de su enorme riqueza, y un papel que
desempeñar. Luego, organice a la gente en torno a esa visión y exíjala
de los representantes electos.
Si los representantes electos no
presionan por ello, asegúrese de que sean derrotados. Sanders no es
ciertamente el primero en utilizar el lenguaje de las emergencias
nacionales en torno al clima. Pero este plan encaja cómodamente dentro
de su empuje por una revolución política para combatir todo, desde la
industria del cuidado de la salud hasta la industria de los combustibles
fósiles." (Juan Laborda, Vox Populi, 17/10/19)
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