"Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, ha protagonizado un emocionante momento de radio en la Cadena Ser al hablar por teléfono con Maite, la dueña de un ultramarinos de Valencia que decidió crear una cesta básica de la compra de 28 productos a 29 euros tras oír la idea de la política.
La emisora ha sorprendido a Maite al ponerle la llamada de Díaz, que ha acabado la conversación entre lágrimas. “Me habéis dejado sin palabras”, ha admitido en un primer momento la trabajadora.
“Te quiero dar las gracias en nombre de mi país y del Gobierno de España porque sois un ejemplo de cómo personas que tienen más dificultades estáis a disposición de la gente que más lo necesita y demostráis que es posible que vivamos un poquito mejor”, ha dicho la ministra.
Díaz ha explicado que conoció la historia del ultramarinos cuando estaba trabajando en su despacho y una persona de su equipo lo vio en Twitter. “Realmente me emocioné”, ha admitido.
“No, la que estoy emocionada soy yo, me vas a hacer llorar”, ha cortado Maite, que ha provocado la reacción de Díaz: “Voy a llorar yo”. La ministra ha explicado que lo que ella pedía era un esfuerzo a las grandes superficies, a los que más tienen: “Y vosotros nos habéis demostrado que fíjate si se puede y que no se puede vender a pérdidas y me consta que estáis contribuyendo a hacer un país mejor”.
“Yo me considero un comercio privilegiado, tengo que decirlo. A pesar de ser pequeño hay muy buena clientela y por eso podemos hacer esto”, ha explicado la tendera.
“Pero vuestra generosidad es ejemplar. Porque estén las grandes distribuidoras diciendo que no se puede y que vosotros y vosotras lo hayáis hecho posible evidencia que es posible hacerlo”, ha recordado Díaz, quien ha añadido: “No llores porque lloro yo. Las horas que trabajáis vosotros es un esfuerzo brutal y estáis dispuestos a ser generosos. Pues genial”.
En
ese momento, Díaz ha roto a llorar desde su despacho antes de asegurar
que, si puede, este fin de semana que va a estar en Valencia pasará por
la tienda para dar por las gracias." (HuffPost, 23/09/22)
"Este caso me ha emocionado". Así comienza la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, un tuit en el que comenta la iniciativa de una tienda valenciana de crear una cesta de la compra básica de 28 productos por 29 euros.
La agencia de noticias Europa Press se hacía eco este miércoles de la idea de la tienda Ultramarinos Javi, de crear una cesta básica de la compra como ha hecho ya una gran cadena de supermercados. La propietaria del pequeño comercio narraba en un vídeo que la idea se les ocurrió "cuando Yolanda Díaz dijo de topar precios". "Y dijimos, nosotros podremos hacer algo", explicaba a los periodistas.
Según Díaz este es "un ejemplo del pequeño comercio que demuestra que las cosas se pueden hacer de otra forma". En su mensaje, la ministra elogia la iniciativa y concluye: "Este es el país del que estar orgullosas". (...)" (Tremending, 22/09/22)
"Del campo a la mesa. Así se dispara hasta un 500% el precio de los alimentos en España.
Nunca antes en España habían subido tanto los precios de tantos alimentos a la vez. El recrudecimiento de la guerra en Ucrania, con el impacto en los costes energéticos, sumado a un año especialmente seco, han dejado un verano con una cesta de la compra alcanzando tickets récord.
La subida de precios no discrimina entre las categorías de productos. Los tomates, la carne, el aceite y la leche han contribuido por igual al incremento interanual del 13,8% que registró el IPC en agosto en el grupo de alimentación y bebidas no alcohólicas, de acuerdo con los datos del INE. De hecho, desde abril, el IPC alimentario crece por encima del general y a dobles dígitos, repercutiendo en casi 2,5 puntos sobre la inflación en España hasta agosto. Una tormenta perfecta que ha transformado a los productos más cotidianos en platos gourmet para los hogares españoles.
Pero esas subidas tampoco han discriminado entre agricultores, mayoristas o distribuidores. Todos los participantes de la cadena de valor, cada vez más tensionada, aseguran haber ajustado sus precios lo mínimamente suficiente para evitar vender a pérdidas. Aun así, los precios del campo a la mesa se duplican, triplican y hasta quintuplican. En algunos casos, como el del ajo, el diferencial alcanza el 250%, según el Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía; mientras que la sandía ha llegado a engordar un 538% su precio hasta llegar al consumidor final. El de esta fruta ha sido uno de los casos que más ha llamado la atención este verano, en tanto que su consumo es de temporada y el consumidor ha notado la subida de repente: en octubre de 2021, al cierre de la pasada campaña, una sandía de 2,8 kilos costaba 2 euros (0,74 euros el kilo). Cuando comenzó la temporada en abril este año, se había disparado hasta los 5,8 euros (2,07€/kg).
A ello se suma el incremento en los costes de producción que sufre el sector primario, marcados desde el primer trimestre por la subida de precios de la energía y los fertilizantes, que aumentaron en el último año un 77,9% y un 36%, respectivamente, según los datos de Proexport, la asociación de productores y exportadores de frutas y hortalizas de Murcia.
También el elevado coste de las materias primas, con los principales cereales creciendo a dobles dígitos; los niveles récord a los que llegó el gasóleo; o un encarecimiento de los piensos que están castigando a la ganadería, con alzas de hasta el 50%.
Con todos esos ingredientes, cultivar una sandía en 2022 fue de media un 21% más caro que el año anterior, de acuerdo con la Sectorial de Melón y Sandía, y para algunas empresas esta subida llegó hasta el 30%. Su precio en origen se ajustó con el paso de las semanas. Los datos del Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía muestran una horquilla desde un máximo de 0,88 euros el kilo a finales de abril, hasta los 0,21 de la última semana de junio. (...)
Una vez recolectada la sandía, esta pasa al eslabón intermedio de la cadena, en este caso el mayorista o los mercados de abastecimiento, también llamados mercas. Si en la semana del 27 al 3 de julio, esta marcó en origen un precio de 0,21 céntimos, el precio en los mayoristas llegó a 0,74, el menor hasta entonces, pero con el mayor diferencial entre ambos eslabones, alcanzando el 252%.
En esas fechas, el kilo de sandía en Mercamadrid era un 93% superior al de un año antes; en Mercabarna, un 62,5%; o en Mercavalencia, el doble, según las cifras de Mercasa, que gestiona estos centros y que es propiedad, en un 51%, de la SEPI.
En este eslabón, entra en juego el encarecimiento del transporte, con unos combustibles que batieron récords al inicio del verano, además de los propios costes energéticos y de otra naturaleza que también influyen en esta fase de la cadena. “Las subidas de las materias primas y la energía afectan a todos. Pero también hay aspectos como los envases, o el packaging, que tienen un gran peso en la conformación de los precios de los alimentos y las bebidas y, en lo que va de año, han subido alrededor de un 20%, fruto del incremento de precios del papel y cartón, vidrio y plástico”, explican fuentes de Aecoc, la patronal de la industria del gran consumo.
Más crítico es Gabriel Trenzado, director general de Cooperativas Agroalimentarias. “Siempre hemos dicho que la cadena debe generar valor, y para eso todos los eslabones de la cadena deben ser rentables, pero la realidad es que dentro de ella hay muchos operadores que no aportan valor y viven de la especulación”. Este denuncia que la información dentro de la cadena "es inexistente". "Sabemos lo que pasa a nivel de producción y en el PVP, pero lo que ocurre en medio es un misterio”.
El último eslabón de la cadena. A finales de junio, siguiendo la referencia de los datos del Observatorio de Precios y Mercados de Andalucía, el precio de consumo del kilo de sandía era de 1,34 euros. En el paso del mayorista a la tienda, el crecimiento de los precios durante aquel mes fue del 13% al 81% de la última semana. Si se compara el precio de origen de esa semana con el de venta final, el alza superó el 500% (...)
El verano con la cesta de la compra más costosa se acaba. Aunque cada producto agrícola tiene su propia cadena de valor, y no todos suben de precio en los mismos eslabones y en la misma proporción, los crecimientos han sido generalizados y significativos. Y dado el contexto, con una crisis energética para la que no se ve una solución cercana, no hay perspectivas de que la situación vaya a dar tregua en los próximos meses." (Gabriela López , Javier García Ropero , El País, 22/09/22)
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